Camino al Armagedón. Marvin Moore

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Название Camino al Armagedón
Автор произведения Marvin Moore
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877019629



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de Dios, descenderá del cielo” (vers. 16; énfasis añadido).

      A primera vista, Pablo parece estar refiriéndose a tres seres celestiales distintos en este versículo: el Señor, el arcángel y Dios. Sin embargo, sugiero que cada uno de ellos es una referencia a Jesucristo. “El Señor” es claramente una referencia a Jesús, porque Pablo a menudo se refería a él como “Señor” (ver Rom. 5:1; 1 Cor. 1:2; Efe. 1:17), y el contexto en el que habla es la segunda venida de Cristo. ¿Quién es el “Dios” que hará sonar una trompeta? Los adventistas están de acuerdo con la mayoría de los otros cristianos en que Jesús es completamente divino y, por lo tanto, sería apropiado identificarlo como “Dios” en este versículo. Entonces observa que la voz del arcángel ocurre en conexión con el toque de la trompeta. Tal vez habrá una trompeta literal que suene en la segunda venida de Cristo (ver 1 Cor. 15:51, 52). Sin embargo, la referencia a una trompeta puede ser simbólica. En tiempos del Antiguo Testamento, el sonido de una trompeta se usaba típicamente como un llamado a la guerra (Núm. 10:9) o a la adoración (vers. 2-4, 10). El llamado a la guerra es especialmente apropiado aquí, porque Apocalipsis 19:11 al 21 describe a Cristo en su segunda venida como un guerrero montado en un caballo blanco. Por lo tanto, parece razonable entender el toque de la “trompeta de Dios” en 1 Tesalonicenses 4:16, como el llamado de la trompeta de Cristo en su papel de guerrero. Si entendemos que Cristo también es el arcángel, como sugiero, entonces las tres Personas mencionadas en el versículo 16 son Cristo.

      Aquellos que rechazan la idea de que Miguel es Cristo lo hacen principalmente porque creen que aplicarle el título de arcángel sugiere que, como ángel, él es un ser creado y, por lo tanto, no es plenamente divino. La evidencia más fuerte para apoyar este punto de vista es el primer capítulo de Hebreos, el cual deja muy claro que Cristo no es un ángel, porque él es mucho más que un ángel. Hebreos 1:4, por ejemplo, afirma que Cristo “hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos”. Y los versículos 7 y 8 declaran: “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo”.

      Entonces, ¿cómo pueden los adventistas decir que el arcángel Miguel es Cristo, cuando la Biblia declara tan claramente que Cristo es un ser divino, el segundo miembro de la Deidad, y no un ángel creado? Esta es una buena pregunta, y responderé con lo que creo que es una buena respuesta.

      Durante la Segunda Guerra Mundial, el mariscal alemán Erwin Rommel era conocido popularmente como el “zorro del desierto”. Nadie en su sano juicio diría que Rommel era literalmente un zorro. Todos entendemos que la palabra zorro, cuando se usaba aplicada a Rommel, era un apodo, una forma de decir, y no una declaración sobre el tipo de ser que era. Los zorros son popularmente considerados como criaturas astutas y engañosas, y fueron estas características las que le dieron a Rommel el título de “zorro del desierto”. De la misma manera, si Miguel es Cristo, entonces la palabra arcángel es un título, y no una descripción de su naturaleza. La pregunta que necesitamos responder es si hay suficiente evidencia bíblica para apoyar la idea de que Miguel es, de hecho, el divino Hijo de Dios; Jesucristo, que tiene el título de arcángel. Las páginas siguientes proporcionarán esta evidencia.

      Varios textos del Antiguo Testamento hablan del “ángel del Señor”, y el contexto deja muy en claro que este ángel del Señor es de hecho un ser divino, y no un mero ángel. La mejor evidencia de esto se encuentra en Éxodo 3, que cuenta la historia de Moisés en la zarza ardiente. El versículo 2 dice que “el ángel del Señor se le apareció [a Moisés] entre las llamas de una zarza ardiente”. Observa cuidadosamente quién fue el que se le apareció a Moisés: “el ángel del Señor”. Entonces, ¿quién era exactamente este ángel del Señor? Tenemos una pista de lo que dijo el ángel cuando Moisés se acercó a la zarza: “Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás parado es tierra santa” (vers. 5). Entonces, ¿qué hace que la tierra sea santa? La presencia de la Deidad, por supuesto. Así que, este ángel del Señor ¡era un Ser divino!

      Esta conclusión se confirma completamente en la conversación siguiente entre Moisés y el ángel del Señor. En el versículo 6, el Ser en la zarza dijo: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. Esta es la misma palabra para Dios que se usa en Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Así que, el “ángel del Señor” que se le apareció a Moisés ¡fue el Dios que creó el universo!

      Esta conclusión se ve confirmada por lo que sucedió a continuación. El “ángel” le dijo a Moisés que regresara a Egipto y liberara a su pueblo de la esclavitud. También instruyó a Moisés para que les dijera a los líderes de los israelitas que Dios lo había enviado. Moisés respondió: “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?” (Éxo. 3:13).

      La respuesta del ángel es muy significativa para nuestro estudio. “Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” (vers. 14).

      Esto es extremadamente significativo debido a que, en el Apocalipsis, Miguel es el comandante del ejército del Señor. Así, Miguel y el hombre que se le apareció a Josué son la misma persona. Después, el escritor bíblico dijo que Josué se postró sobre su rostro en tierra, le adoró y le dijo: “¿Qué dice mi Señor a su siervo?” Entonces “el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo” (vers. 14,15).

      Moisés, en la historia de la zarza ardiente, es la otra y única persona en la Biblia a quien se le ordenó quitarse los zapatos porque estaba parado sobre tierra santa. La presencia de la Deidad es lo que santificó la tierra. Acabamos de ver que el Ser que habló con Moisés no era otro que Jehová, quien es Dios en el sentido más elevado. Por lo tanto, la conclusión es inevitable. El comandante del ejército del Señor que se le apareció a Josué también era un Ser divino, porque ordenó a Josué que se quitara las sandalias de sus pies. También era el comandante del ejército del Señor, a quien Apocalipsis identifica con el nombre de Miguel.

      Siendo este el caso, solo nos queda una pregunta: ¿Qué miembro de la Trinidad se le apareció a Josué? ¿Fue Dios padre, Jesucristo o el Espíritu Santo? Mi conclusión es que fue Jesucristo; y tengo una muy buena razón.

      En Apocalipsis 19:11, Juan dice que vio “el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea”. El versículo 14 dice que “los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos”. ¿Quién es el jinete en un caballo blanco que encabeza a los ejércitos del cielo en la batalla? El versículo 13 responde a esa pregunta. Dice que el nombre del jinete es “EL