Название | Camino al Armagedón |
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Автор произведения | Marvin Moore |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877019629 |
Sin embargo, al igual que en la descripción que hace Ezequiel de Lucifer antes de su caída, el contexto inmediato de las palabras de Isaías es también una endecha contra un rey terrenal; en este caso, el rey de Babilonia (vers. 3, 4). Sin embargo, las aplicamos a Lucifer por las mismas razones por las que aplicamos las palabras de Ezequiel a Lucifer a pesar de que eran una endecha contra el rey de Tiro. La interpretación de que el verdadero protagonista de estos versículos es Lucifer data de la era cristiana primitiva. La mayoría de los intérpretes cristianos en ese momento entendieron el pasaje de esa manera.20
Comenzaré citando Isaías 14:12 al 15: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”.
En el apartado sobre Ezequiel, dije que cuando llegáramos a Isaías explicaría el origen y el significado de la palabra Lucifer. La versión inglesa King James traduce la primera línea del versículo 12 del siguiente modo: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucifer, hijo de la mañana!” (énfasis añadido). Observa, sin embargo, que donde la versión King James dice “Lucifer”, la Nueva Versión Internacional dice “estrella de la mañana”. La palabra hebrea es helel, que significa “brillante”. El Comentario bíblico adventista señala que en tiempos bíblicos helel era “comúnmente aplicado al planeta Venus como una estrella de la mañana, debido a su brillantez incomparable”.21 Esta es la razón por la cual la mayoría de las versiones modernas de la Biblia traducen helel como “hijo de la mañana” (RVR60), “estrella de la mañana” (NVI; NASB). La palabra inglesa Lucifer, o en español Lucero (RVR60), proviene de la palabra latina lucifero, que significa “portador de la luz” (luc = “luz”; fero = “portador”). La Vulgata, la versión latina de la Biblia, traduce helel como lucifero, y a partir de ahí, llegó a las primeras traducciones al inglés como “Lucifer”.
Ahora examinemos los versículos 12 al 15. Ten en cuenta que, aunque esta línea de apertura suena como si pudiera ser una pregunta, está puntuada como una exclamación de asombro: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!” Piénsalo como si expresara esta idea: “¡Qué terrible, Lucifer, que hayas caído del cielo!” Casi todas las versiones de la Biblia encierran estas palabras de Isaías con signos de exclamación.22 Sin embargo, si lo entendemos como una pregunta (“Lucifer, ¿qué pasó? ¿Por qué caíste del cielo?”), la idea también resulta apropiada. La referencia a Lucifer cayendo del cielo armoniza con lo que Juan dijo en Apocalipsis 12:9 acerca de que Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo como resultado de la guerra entre Satanás y Miguel.
Entonces Isaías da la razón por la cual Lucifer cayó del cielo: aspiraba a una posición más alta en el gobierno de Dios que aquella que se le había dado. Ten en cuenta las siguientes declaraciones de Lucifer:
“En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono”. Un trono es un símbolo de la autoridad gubernamental. En lenguaje profético, las estrellas simbolizan a los seres creados por Dios, ya sean ángeles o humanos.23 Así que, al decir que quería levantar su trono sobre las estrellas de Dios, Lucifer quiso decir que quería más autoridad gubernamental sobre los ángeles de la que Dios le había dado.
“En el monte del testimonio me sentaré”. De nuevo, Lucifer aspiraba el dominio al sentarse “en el monte del testimonio”. Esta vez quería gobernar “sobre el monte de la asamblea”. Acerca de las palabras de Lucifer, el Comentario bíblico adventista señala que “en la mitología pagana los dioses celebraban sus reuniones de consejo en una montaña alta, donde determinaban los asuntos de la tierra. La expresión ‘rey de Babilonia’ [...] presumiría así de usurpar el control de los dioses -es decir, la autoridad suprema- sobre los asuntos de la tierra. Como rey de la mística Babilonia [...] De manera similar, Satanás aspiraría a controlar los concilios del cielo, es decir, a gobernar el universo de Dios”.24 En otras palabras, Isaías estaba describiendo la ambición de Lucifer de tener la posición de autoridad de Dios sobre los ángeles.
“Seré semejante al Altísimo”. Lucifer ahora sale y lo dice: quiere ser como Dios. Él quiere hacerse a sí mismo, es decir, exaltarse, para ocupar la posición de Dios.
Pero Isaías declara: “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”. La palabra hebrea bowr, que se traduce como “abismo”, a veces se refiere al “sepulcro” (ver Job 33:18; Sal. 30:3; 69:15). Esto no significa que Lucifer y sus ángeles fueron inmediatamente destruidos después de haber sido desterrados del cielo. La Biblia es muy clara: Satanás todavía está muy activo en nuestro mundo. Más bien, Isaías está describiendo la horrible extensión de la caída de Lucifer, la cual resultará en su destrucción final (Apoc. 20:10).
Poniéndolo todo junto
Cada uno de los pasajes que hemos considerado en Apocalipsis, Ezequiel e Isaías mejora nuestro entendimiento; y al juntarlos todos, obtenemos un cuadro mucho más completo de lo que sucedió en el cielo. Resumiré la contribución de cada fuente.
Apocalipsis
Lucifer se llevó hasta un tercio de los ángeles a su lado.
Un conflicto serio estalló entre los ángeles de Lucifer y los ángeles que eran leales a Dios.
Finalmente llegó un enfrentamiento y estalló la guerra entre las dos partes. La guerra es el esfuerzo de usar la fuerza para alcanzar los objetivos. Sin embargo, Apocalipsis no nos dice cómo se ejerció esa fuerza ni la naturaleza de las armas que se usaron.
Satanás (Lucifer) era el líder -el general- de la rebelión, y Miguel (Cristo) era el líder general de las fuerzas leales a Dios.
Miguel y su ejército ganaron la guerra, y Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo a la Tierra.
Ezequiel
Lucifer fue un ángel creado, no un ser divino.
Era un ángel muy bello, ya que estaba adornado con muchas joyas preciosas engastadas en oro.
Él fue creado como un ser perfecto e intachable.
Estuvo en el Santo Monte, en la misma presencia de Dios como un querubín guardián.
Se enorgulleció de su belleza.
Dios lo expulsó del cielo a la Tierra.
Isaías
Lucifer fue asignado a una posición particular, pero aspiraba una posición más alta.
Quería gobernar sobre el resto de los ángeles (estrellas) en el cielo.
Él quería ser como Dios.
Dios lo arrojó al abismo.
Hay un hilo común que atraviesa cada uno de estos pasajes. Todos dicen que Lucifer comenzó la vida en el cielo y que Dios lo echó fuera. Y al combinar la evidencia de estas tres fuentes, llegamos a un entendimiento mucho más completo de lo que realmente sucedió en el cielo. Lucifer trató de tomar la posición de Dios en el cielo. Quería gobernar sobre los ángeles. Como señalé en el capítulo anterior, consiguió que un gran número de ángeles se unieran a su lado. Sin embargo, no los obligó a unirse a él; los convenció para que se unieran a él. El hecho de que hasta un tercio de los ángeles se le unieran le dio una razón para creer