Название | La transición española |
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Автор произведения | Eduardo Valencia Hernán |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418411960 |
Por lo que respecta a los presos catalanes, el indulto afectó a noventa de ellos; no obstante, todavía quedaban 136 reclusos de la misma condición privados de libertad, 36 de ellos en la IV galería de la cárcel Modelo, otros 22 en la V galería reservada para delitos de terrorismo, nueve reclusos en la VI galería y otros 59 sin especificar. En la prisión de mujeres de La Trinidad había ocho reclusas; en la prisión de Gerona sólo una y en la residencia Francisco Franco, un recluso.49 De hecho, el anunciado indulto general fue muy limitado ya que no afectaba a las personas condenadas por el TOP, que contaba con 4.316 procedimientos abiertos y que serían superados en casi mil más el año siguiente.50
Sin duda, la concesión de la amnistía general decretada por el rey en su advenimiento a la Jefatura del Estado no dejó indiferente a casi nadie, dentro y fuera del poder. Por un lado, los más progresistas exigían la ampliación del decreto; mientras que los más conservadores eran reacios a la excarcelación masiva. Esta ambigüa situación incrementó más tensión y desconcierto. Por aquellos días, en la crónica de José García Hoz se anunciaba que:
“La amnistía para presos y exiliados políticos era, en efecto, una reivindicación que se mantenía desde hace muchos meses por asociaciones progresistas. Sin embargo, desde la muerte de Franco las peticiones habían aumentado de forma considerable, produciéndose en los lugares y momentos más insospechados (…). El gobierno, por su parte, parecía no querer entrar en la cuestión y, como siempre que no quería responder directamente a un reto, aplazaba la cuestión”.51
Manifiesto de objetores de conciencia. Diciembre de 1975
Per una Catalunya Democrática. SCPAC. AC de Sabadell. Octubre 1975
En Cataluña, los actos de protesta y las peticiones de indulto al rey se generalizaron conforme avanzaba el año. En Arenys de Mar, 99 empleados de los Astilleros Aresa firmaron una petición de amnistía, enviándola posteriormente mediante telegrama al jefe del Estado. Otro conflicto surgió cuando los alumnos de Enseñanza Media de los institutos Milà i Fontanals y Jaime Balmes, ambos de Barcelona, se solidarizaron a favor de la amnistía, siguiendo el mismo camino que algunos intelectuales catalanes entre los que destacaban, Salvador Espriu, Joan Miró, Antoni Tàpies, Jordi Llimona, Antoni Puigvert, Josep Laporte, Joan Majó y Josep Mª Castellet.52 En la misma linea, en la Universidad de Barcelona (UB) se pegaron carteles de marcada línea catalanista el último día del mes con el slogan ya conocido de la Asamblea, ¡Llibertat, amnistía y Estatut d’Autonomía!
El 14 de diciembre de 1975, la Asamblea convocó en Montserrat el primer acto reivindicativo tras la muerte del Caudillo, asistiendo aproximadamente unas tres mil personas. Las diferentes intervenciones se concretaron en la exigencia de pedir la amnistía general para los presos políticos, mientras que en el mismo lugar se desplegaba una gran pancarta con la misma petición. Días después, el 27 tuvo lugar la XII reunión de la CPAC en Barcelona después de casi un año sin convocarse. Asistieron al encuentro 75 personas en representación de los diez partidos políticos del CFPC, menos Esquerra Democràtica de Catalunya (EDC) que no formaba parte de la Asamblea,53 junto con MCE, BR, PTE, FSC-PSOE, ORT, JCC, Joven Guardia Roja (JGR), los No-Alineados, CC.OO, UGT, USO, SOC, miembros de A.D. de 14 comarcas, seis barrios de Barcelona y ocho entidades ciudadanas.
El debate principal del encuentro hacía mención al sentido de una lucha unitaria por la ruptura democrática en Cataluña y en todo el Estado. Seguidamente y como era norma hasta entonces, se llegó a un principio de acuerdo obviando las fuertes discrepancias de los participantes e invitando, a iniciativa prácticamente de las organizaciones no nacionalistas, al CFPC a incorporarse a la Asamblea, ya que, prácticamente, la totalidad de sus componentes formaban parte de la Asamblea, gesto de buena intención pero contrario a los intereses ideológicos nacionales del propio Consell. Otros acuerdos adoptados fueron encaminados en la búsqueda de entendimiento unitario entre todas las fuerzas políticas de oposición en España, en especial con las Islas Baleares y el País Valenciano, así como el mantenimiento del contacto con el presidente de la Generalitat en el exilio de cara a la formación de un posible gobierno provisional. También quedó claro que toda esta estrategia estaría configurada dentro de un proceso que llevaría a la celebración de la II Sesión Plenaria de la Asamblea, donde la representación del pueblo catalán habría de formular el programa político de alternativa democrática.54
Lluís Mª Xirinachs, en plenas navidades de 1975, seguía con su particular empeño de protestar frente a la cárcel Modelo de Barcelona en busca de la tan ansiada amnistía total. Desde finales de noviembre se encontraba realizando una huelga de hambre en Montserrat junto con los llamados Captaires de la Pau, bajo la estrecha vigilancia de guardias civiles y policía armada que registraban todos sus movimientos, desde que salía de su celda hasta dirigirse a la basílica, acompañantes, visitas realizadas, etc. En un informe presentado por la Guardia Civil de Manresa se detallan las visitas recibidas por éste que por su interés testimonial adjunto: Vicenta Alcader, José Ricart Oller, María Rosa Rotllant Franch, Emilia Montserrat Guimerá y Fernando García Farias, Roberto Pons Rovira, padre Alejandro (Terrassa), Bartolomé Cruells Fenitós, Ángel Colom Colom, Jorge Farreros Farré, Pedro Juan Ventura Carol, Esther Martín García, Vicente Egea Ortega, Jorge Gol Gurina, Ana Mª Reig Balcells, Joaquín Ebartz Melet, José Mª Rafols Calotisses, Carlos Pastor Pastor, Luis Marco Humer Cienfuegos Jovellanos, Jorge Socias del Castillo, Francisco Muñoz Peláez, Jorge Solé Tura, Laura Palmes Bistagne, Francisco Javier Echevarria García, Dolores Fuentes Calle, Francisco Noya Hombrú, Mª Pilar Aymerich Puig, Manuel Forasté Giravent, Antonio Frases Benabarre, Jacinto Humet Palet, Ignacio Riera Gassiot, Miguel Pons Capó, Manuel Armengol Cervera, Nicolás Sartorius Álvarez, Eulogio Marcelino Camacho Abad, Alfonso Carlos Comín Ros, Vicente Fans Abad, Manuel Mª Ludevid Anglada, Javier Cateura Valls, Juan Barril Cuxart, José Mª Serra Martí, José Ampuns Davi, Carlos Navales Turmos, Amadeo Clavé Espuña, Laura Fabra Grau, Blas Guindo Hernández, Francisco Vergara Rodríguez, Francisco Herrera Collado, Bartolomé Vergara García, Montserrat Figueras Casamada, José Consola Cots, Mª Ángeles Erroteta Tororica, Juan Subirana Marimon, Jaime Torras Rodergas, Antonio Camps Campos, Juan Antón Mellón, Juan Prave Casals, Juan-Neponucemo García Nieto París, Mª Inés Oliveres San Vicente, Buenaventura Puigdomenech Boix, Sean Bride (presidente de Amnistía Internacional, premio Nóbel de la Paz 1974), Jaime Rodríguez (Agermanament), Francisco Nogueró (As. Nac.Unidas), Juana Villemor (Comunidades Cristianas), José Dalmau (párroco de Gallifa, Barcelona), Ramón Nogués Carulla, Domingo Argemí Guillen, Jerónimo Sancho Reinoso, Andrés Mateo Pérez López, José Baguer Sistachs, Francisco Javier Rotllant de Franch, Margarita Estrich March, Juan Sánchez Bustamante Páez, Consuelo Torres Vidal, Maria Bigoida Montenany y Cassiá Just (abad del monasterio de Montserrat). El 3 de enero de 1976, Xirinachs asistió a la misa del gallo celebrada en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Terrassa donde el sacerdote José Ricart Oller era el titular. En dicha reunión Xirinachs explicó la situación de la huelga de hambre realizada e hizo alocución al mensaje del rey que hablaba de la paz pero no de la amnistía por lo que todos los fieles unidos debían luchar. Después se procedió a la venta de un libro titulado “Diario de 21 días de huelga de hambre por Cataluña”, escrito en castellano y catalán. Al día siguiente en la misma parroquia, mientras celebraba la misa el sacerdote “progresista” Manuel Seliba Ponce, se encontraron sobre el cepillo de las hojas parroquiales unas hojas clandestinas tituladas “Un camino hacia la Paz. Manifiesto de los objetores de conciencia” haciendo referencia a cinco jóvenes que debían incorporarse a filas.55 Siguiendo el mismo ejemplo que Xirinachs, el captaire Ricard Gamundi, acompañado de representantes de la Asamblea de Girona, se declaró en huelga de hambre en la catedral de Girona en protesta por la amnistía.