Название | Damnare silentium |
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Автор произведения | Adrián Misichevici-Carp |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418996665 |
© del texto: Adrián Misichevici-Carp
© con ayuda de Tania Ayelén Sejudo
© Texto original en Rumano
© diseño de cubierta: Johnier Alberto Bermúdez
© corrección del texto: Equipo Mirahadas
© de esta edición:
Editorial Mirahadas, 2021
Avda. San Francisco Javier, 9, P 6ª, 24 Edificio SEVILLA 2,
41018, Sevilla
Tlfns: 912.665.684
Producción del ePub: booqlab
Primera edición: noviembre, 2021
ISBN: 978-84-18996-66-5
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o scanear algún fragmento de esta obra»
Quiero agradecerle a Tania Ayelén Sejudo Pérez, por confiarme la historia de Emma y por toda su ayuda para que este proyecto vea la luz. Espero con ansias la novela que va seguir a “Damnare silentium” y comienza al final de esta. (Argentina 1998).
También quiero agradecerle a mi esposa por todo su apoyo.
Índice
Bergen Belsen; el principio del fin
(SILENCIO MALDITO)
PRÓLOGO
Me despierto cada mañana sabiendo que un día duro me espera, esto sucede desde que tengo uso de razón y supongo que así será el resto de mi vida. Esta es mi normalidad, no voy a decir que me sea fácil o que la disfrute todo el tiempo, pero la acepto e intento disfrutar esos momentos que son más felices que otros. Pero no siempre fue así, cuando era joven creía que mi vida era la más difícil de todas las que conocía y solía lamentarme en mis pocos ratos libres hasta que ella me dejó conocerla realmente.
Emma fue valiente hasta el último de sus días, en el ocaso de su vida contó su historia para aliviar el alma cansada de una persona en la que se veía reflejada, marcó la vida de una joven quien, como ella, rompía los esquemas de su familia.
Durante mi infancia solía mirar su casa, se veía como un lugar de paz, con su césped bien cortado, su banco bajo el árbol en el que solía sentarse a la sombra, desde donde me saludaba cuando yo pasaba de camino a mi casa que me esperaba con un caos asegurado. Envidiaba la tranquilidad de su vida y deseaba ser ella en ese momento.
En un barrio donde todos provenimos de Europa, pero nadie cuenta el motivo de su llegada, ella fracturó las creencias preconcebidas (luego terminé entendiendo que lo había hecho toda su vida). Marcó mi vida, tanto que le di a mi hija su nombre. Hay un antes y un después de ella.
Esta es su historia, merece la pena conocerla... merece la pena contarla. A Emma y a esas mujeres que pasaron por mi vida demostrando el verdadero significado de la palabra valentía, a las que han sido mi familia por opción, maestras de vocación y amigas por decisión, gracias.
Tania Ayelen Sejudo Pérez
Me gustaría decir que escribir este libro ha sido una empresa agradable; pero no lo ha sido ni un solo momento en los dos años que me ha llevado terminarlo.
Philip Zimbardo. El efecto Lucifer.
Más o menos, lo mismo pasó con mi novela. En abril de 20191 conocí la historia de Emma, una biografía que me dio un fuerte impulso para adentrarme en el período más terrible de la humanidad. Una era de la que me mantuve alejado durante mucho tiempo, como si no quisiera creer que existió. Empecé a buscar información muy activo, y cuando saqué la Crónica del holocausto de la biblioteca, mi vida ya no ha vuelto ser la misma. Setecientas páginas de horribles asesinatos convirtieron mi sueño tranquilo en uno inquieto. Comencé a darme cuenta de que estamos obligados a no cerrar los ojos ante estos hechos, a no escondernos de ellos, porque tenemos el gran talento para olvidar la historia y repetirla. Al mismo tiempo, entendí que no solo los alemanes han sido los culpables de aquellos terribles hechos, sino todos aquellos que pudieron echar una mano y no lo hicieron. Solo si la conferencia de Evian hubiera tenido otro resultado, además de muchas charlas, se podría haber salvado mucha gente; la pasividad de todos empeoró la situación.
A través de este libro pretendía contarle al mundo la historia de una chica alemana, con una vida nada envidiable. Además de ella, traté de sacar de los estantes de la historia también otros terribles ejemplos, especialmente para aquellos como yo, que evitaron este período.