Una visita inesperada. Irenea Morales

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Название Una visita inesperada
Автор произведения Irenea Morales
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9788418883156



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      Índice de contenido

       - 1 - Érase una vez dos hermanas

       -2- Cambio de planes

       -3- Caminos cruzados

       -4- Regreso a Des Bienheureux

       -5- Tan jóvenes y bellos

       -6- El futuro en sus manos

       -7- Joyas esquivas y arena blanca

       -8- Mañanas de sal y veladas de augurios

       -9- Santuario

       -10- El óculo

       -11- Con las ganas

       -12- En clave de Shakespeare

       -13- La búsqueda del tesoro

       -14- Tras el conejo blanco

       -15- La mejor medicina

       -16- Escapadas a medianoche

       -17- Mensajes desde el otro lado del velo

       -18- Llegó con la tormenta estival

       -19- Un invitado inesperado

       -20- La isla en ninguna parte

       -21- Hallazgos y cerraduras

       -22- Un lugar solo para nosotros

       -23- Siguiendo al hada verde

       -24- Reunión familiar

       -25- El poder de tres

       -26- Bienaventuradas las de corazón puro

       Epílogo

       Agradecimientos

      Título: Una visita inesperada

      © 2021 Irenea Morales.

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      Diseño de cu­b­ier­ta y fo­to­mon­ta­je: Eva Olaya

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      1.ª edición: noviembre 2021

      De­re­chos ex­clu­si­vos de edi­ción en es­pa­ñol re­ser­va­dos para todo el mundo:

      © 2021: Edi­c­io­nes Ver­sá­til S.L.

      Av. Dia­go­nal, 601 planta 8

      08028 Bar­ce­lo­na

      www.ed-ver­sa­til.com

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      Nin­gu­na parte de esta pu­bli­ca­ción, in­cl­ui­do el diseño de la cu­b­ier­ta, puede ser re­pro­du­ci­da, al­ma­ce­na­da o trans­mi­ti­da en manera alguna ni por ningún medio, ya sea elec­tró­ni­co, quí­mi­co, me­cá­ni­co, óptico, de gra­ba­ción o fo­to­co­pia, sin au­to­ri­za­ción es­cri­ta de la editorial.

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      Para Jaime, porque encontrarnos fue cosa de magia.

      Te prometí que, si había un siguiente, sería para ti.

      Gracias por sostener mi mano cada día.

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      «Oirá mi llamada en la lejanía. Silbará mi canción favorita. Sabrá montar un poni hacia atrás. Sabrá dar la vuelta a las tortitas en el aire. Será maravillosamente cariñoso. Y su forma favorita será la estrella. Y tendrá un ojo verde y otro azul».

      «Amas veritas». Prácticamente magia

Una visita inesperada

      -1-

      Érase una vez dos hermanas

      Londres, 1913

      Florence Morland nunca había llorado en público. Al menos no desde que podía recordar.

      No lo hizo cuando perdió a su adorada hermana Felicity, siendo ambas todavía niñas; tampoco tras la muerte de su madre ni cuando falleció su padre, dejándola huérfana. Ni tan siquiera cuando enterró a su marido hacía ya cinco años.

      Sin embargo, no mucho tiempo atrás descubrió que le resultaba harto saludable llorar durante algunos minutos en la soledad de su habitación. Era por eso por lo que, desnuda frente al espejo ovalado de nogal que reflejaba su cuerpo por completo, se permitió su dosis diaria de lágrimas. Solo un minuto. Con ese tiempo le bastaba para poner el contador a cero y deshacerse del molesto nudo que acostumbraba a anidar en su pecho.

      Solo un minuto.

      No necesitaba más.

      Ni siquiera tenía claro por qué lloraba. Tal vez echaba de menos a Daisy, su hermana menor, que estaba a punto de regresar de un viaje por el continente. Aunque la verdad era que, en su ausencia, la vida de Florence se había vuelto bastante más tranquila y ordenada. De hecho, si en esos días había algo que consiguiera alterarla, era pensar en su regreso.

      Aquella tristeza bien podría deberse a que, desde que había delegado la mayoría de sus responsabilidades para con la fábrica y sus otros negocios en la eficiente señorita Gaskell, su presencia en la oficina se había vuelto poco más que decorativa y, de repente, la embargaba una sensación desconocida para ella: se sentía inútil.

      En realidad no tenía razones para apenarse. Precisamente aquel era el motivo por el que había contratado a Emily Gaskell y había confiado en sus maravillosas aptitudes de gestión: para poder tomarse un descanso de la responsabilidad que suponía administrar el legado de su padre y de su marido. Hacía tiempo que Florence soñaba con tener tiempo para disfrutar y evitar así envejecer tras pilas y pilas de documentos por firmar, con la única distracción