Naturaleza y poesía en diálogo. Elba Castro Rosales

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Название Naturaleza y poesía en diálogo
Автор произведения Elba Castro Rosales
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9786075710648



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y de construcción de infraestructura, muchos de los cuales terminan en expresiones violentas; además confluye el terror causado por el crimen organizado extendido a otros delitos relacionados con la deforestación y la expulsión de poblaciones humanas, problema que tiene vinculaciones hasta países centroamericanos (McSweeney, 2014). Como se observa, en el occidente mexicano también se evidencia la desigualdad socio-política y ambiental, producida por las dinámicas del sistema capitalista (Harvey, 2006; Massey, 1984).

      Ahora bien, la región occidente tiene un patrimonio literario en su haber. Así, las cuatro entidades federativas a las que pertenecen los poetas participantes han sido, de una u otra manera, motivo o inspiración de novelas. A continuación se da cuenta de algunos de estos testimonios literarios que han abordado la naturaleza en cada entidad incluida en el proyecto. Sin embargo, es necesario hacer una consideración. Desafortunadamente, el registro en internet es pobre, por lo que no ha resultado fácil dar con el nombre de novelistas y cuentistas y con el título de sus obras de narrativa; y cuando se encuentran algunos autores y títulos, la información no es precisa para identificar si abordan o no la descripción de paisajes y de la sociedad local. Esta carencia se sintió más marcada en Aguascalientes. Es decir, para hacer un recuento general de la narrativa de los cuatro estados, habría que realizar lo mismo que se hizo para la poesía: recorrer las librerías de las capitales para hacer acopio de las obras, cuestión que estuvo fuera de la intención de la presente investigación.

      Resulta evidente que hay más registro del estado de Jalisco, en buena medida porque varios de los autores de esta entidad tuvieron proyección nacional tanto por la calidad de su obra como por haberse ido a vivir a la Ciudad de México, que centraliza la proyección de los creadores.

      Aguascalientes

      Entre los escritores de Aguascalientes está Eduardo J. Correa, que publicó en 1929 la novela El precio de la dicha y en 1931 La sombra del prestigio, ambas se desarrollan en la ciudad de Aguascalientes, aunque la denomina Termápolis. Destaca en la actualidad el prolífico autor hidrocálido Benjamín Valdivia, quien entre su variada obra publicó la novela El pelícano verde (1989).

      Colima

      Un reconocido escritor e intelectual colimense es Gregorio Torres, en cuyos cuentos hay descripciones sociales y ecológicas de dicha entidad. También José Lepe Preciado es un autor con narrativa que aborda asuntos sociales y descripciones del territorio de esta entidad. Lo mismo, Felipe Sevilla del Río, quien en su obra narrativa desarrolló temas ligados a Colima. Destaca la amplia producción contemporánea de Rogelio Guedea, que ha publicado alrededor de una decena de novelas y múltiples obras en otros géneros. Entre las mujeres, ambas también poetas, sobresalen Griselda Álvarez Ponce por sus libros de cuentos La sombra niña (1966) y Tiempo presente (1970); y Guillermina Cuevas, por su narrativa: Piel de la memoria (1995), Dulce y prehistórico animal (2012), Ya floreció la vainilla (2016) y Pilar o las espirales del tiempo (2002).

      Jalisco

      El estado de Jalisco es cuna de autores de reconocido prestigio nacional e internacional, aunque no todo lo que han escrito se remite a lugares del occidente del país, pero es posible identificar en sus novelas descripciones que resultan familiares con la geografía de dicha entidad, a pesar de que en su contenido no se explicite que se desarrollan en tal territorio.

      También desarrolladas en el medio rural, con componentes de la naturaleza, las obras de José López Portillo y Rojas, especialmente sus novelas La parcela (1898) y Fuertes y débiles (1919), fueron importantes aportaciones a la literatura mexicana de principios del siglo XX. A su vez, el jalisciense Mariano Azuela realizó importantes aportes a la novela de la Revolución mexicana, en las que la descripción del medio rural siempre ocupó un lugar relevante, en su prolífica obra destacan obra como Los de abajo (1916), Malhora (1923), Los caciques (1917 y Mala yerba (1909). Por su parte, Agustín Yañez, nacido en Guadalajara, le da un sello trascendente a la novela mexicana con su obra Al filo del agua (1955) que tiene como escenario el pueblo de Yahualica, Jalisco.

      Desarrollada en Zapotlán y sus alrededores, la novela La Feria (1963) de Juan José Arreola, desde la perspectiva de sus personajes, aborda historias, hechos y lugares que permiten hacerse una idea tanto del perfil cultural como de las características del lugar en el que se lleva a cabo el argumento. En la obra de Juan Rulfo, específicamente en El llano en llamas (1953) y en Pedro Páramo (1955), se tratan elementos esenciales de la realidad jalisciense, extrapolable en buen medida a otras regiones del país, en los que la pobreza, la tenencia de la tierra, los dramas sociales, la riqueza o lo exiguo de la naturaleza, la injusticia, el desaliento forman parte medular de dichas obras.

      Michoacán

      En el caso del estado de Michoacán, la producción novelística es profusa, por lo que es igualmente difícil hacer un recuento amplio, de ahí que se incluyan a continuación sólo algunas obras destacadas. Por ejemplo, José Ceballos Maldonado es autor de novelas como Bajo la piel (1966) y Después de todo (1969), desarrolladas en la provincia michoacana. Más conocida es la obra La vida inútil de Pito Pérez (1938), de José Rubén Romero, en la que hay descripciones de la sociedad y paisajes michoacanos, al igual que al inicio de otra de sus novelas, Apuntes de un lugareño (1932). Por su parte, Xavier Vargas Pardo publicó un libro de cuentos que se desarrolla en áreas campiranas del citado estado, titulado Céforo (1961). Un obra más reciente, ligada al lago de Zirahuén, es Las razones del lago (1990), de María Luisa Puga.

      Cabe señalar que el occidente de México conserva un recelo con los centros de poder desde la época prehispánica hasta la actual. En esta lucha, la literatura empuña uno de los proyectos más destacados para medir fuerzas contra las políticas centralistas del país; lucha que los poetas aguerridos culminan con el Premio Poesía de Aguascalientes desde 1931 que aún mantiene relevancia e influencia en el acontecer literario de México.

      De manera general, se puede decir que el libro se organiza en dos grandes partes: primero aparecen los insumos teóricos que dan sentido a los alcances y al diseño del pensamiento interdisciplinario con el que se realizó la investigación; después se muestra el diseño del diálogo (donde se presentan a los interlocutores) y sus resultados. Aparecen primero los resultados del análisis de la obra poética; después, los resultados del diálogo.

      Bajo esta explicación general, a continuación describo uno a uno los capítulos que contiene este libro. El primero se titula “La vida en resistencia, la renovación ambiental estética”, aborda los elementos formales del giro filosófico (ontológico-ético-estético-epistémico), dando sustento a la perspectiva transdiciplinaria y del enclave ambiental para comprender a la poesía y su potencial transformador simbólico de la naturaleza. Se analizan las posiciones teóricas, filosóficas y políticas presentes en el “giro”, que van del antropocentrismo al biocentrismo, al ecocentrismo, y a las surgidas del “giro ontológico del naturalismo moderno”. Una vez hecha esta exposición, se inicia una propuesta pedagógica de producción de conocimiento estético ambiental. En ella se espera que el lector experimente el músculo de la poesía para acudir a la convocatoria de “la gran asamblea democrática” (compuesta por humanos y no humanos) propuesta por Bruno Latour (2017). Es así como al final de este capítulo, la pedagogía ambiental nota su potencialidad para dar sentido a este giro ontológico y que puede tener una importante significatividad entre la comunidad de educadores ambientales.

      El segundo capítulo está dedicado a conocer a los actores participantes del proyecto. Por lo que se denomina “Los actores: poetas y ambientalistas”. En él se contempla un apartado en el que se describe a cada uno para comprender mejor la construcción del diálogo que se estableció entre ellos y la evolución del mismo.

      “Bajo el diálogo: poesía y naturaleza”, es el nombre del tercer capítulo. En él se traza sintéticamente el trayecto metodológico para responder a la pregunta ¿Qué dicen la poesía y los poetas contemporáneos del occidente de México sobre la naturaleza? Se expresan los resultados surgidos de la obra poética y del diálogo con los poetas. Primeramente, se expresan estos resultados de forma numérica, descriptiva y más superficial del análisis