Maurice Nédoncelle: Una filosofía de la historia. Pedro Antonio Benítez Mestre

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Название Maurice Nédoncelle: Una filosofía de la historia
Автор произведения Pedro Antonio Benítez Mestre
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786079920135



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caso es que pensar la historia es vérselas con la realidad de nuestra temporalidad y, como quiera, forma parte de nuestro ser, tanto en lo individual como en lo colectivo, no veo por qué habría de quedar fuera del campo de nuestro pensar filosófico. Desde luego, se puede abordar de un modo u otro. Resta ver cuál es mejor.

      Para terminar esta introducción deseo dejar en claro que este estudio no pretende afirmar que Nédoncelle escribió un tratado de filosofía de la historia; más bien que, en medio de sus intereses filosóficos y a lo largo de sus escritos, profesó una. Desentrañarla y ponerla en evidencia ha sido el objetivo primario de esta obra.

      El lector de estas páginas encontrará frecuente mención de los nombres de los autores cuyo pensamiento influyó en Nédoncelle o le sirvió para contrastar sus ideas. Asimismo, traigo a colación otros nombres, bien para corroborar o bien para refutar las ideas de Nédoncelle e incluso para darle cauce a mi propio pensar. Todo esto es deliberado, pues comparto con el autor estudiado la tesis de que la filosofía es un diálogo con personas que se hacen presentes por los escritos que nos han dejado. Uno no puede dejar de constatar que el pensamiento plasmado en unas letras como éstas, por ejemplo, tiene detrás a una persona y no una fuerza vaga e impersonal. Ausentes por la distancia espacial y temporal, los autores mencionados se hacen presentes por sus ideas, las cuales realmente no están en los caracteres tipográficos de un libro, sino en las conciencias de quienes las hacen suyas para entablar —como en un diálogo interior— el gran discurso del pensamiento humano. No son las ideas las que conversan, sino las personas. He querido, pues, ir mencionando los nombres de los autores, además de por la debida precisión académica, para darle reconocimiento al decano Nédoncelle, quien a su modo ayuda a no preterir a la persona cuyas palabras recogidas en los textos no son sino una parte de algo más grande y más íntimo, o sea, la persona misma. Es con esa persona

      —con cada una— con quien realmente, al hacer un trabajo como este, uno querría estar dialogando. Desde luego, pretendo que a propósito de estas páginas otras personas entablen ese diálogo interior que es ya signo de una relación interpersonal, y prueba suficiente de la causalidad intersubjetiva cuya pretensión más noble —también para mí— es la voluntad de promoción.

      La primera parte de este estudio, articulada en cinco capítulos, se abre con un análisis sobre el acceso al ser, cuya finalidad es mostrar el alcance del filosofar de Nédoncelle cuando debe enfrentar las cuestiones más profundas sobre ese ser que es la persona y el sentido de su existencia. En efecto, si se va a hablar de historia, no puede obviarse el estudio del sujeto de la historia, a saber, el ser humano. Como se verá en este trabajo, era necesario dedicar un par de capítulos a desglosar el camino recorrido por Nédoncelle: camino que va del acceso fenomenológico al ser, hasta la metafísica del ser personal. Así, tras el estudio de la ontología personalista se pasa al estudio de la naturaleza, poniendo así de relieve el contraste entre la naturaleza y la persona. Sigue, luego, el estudio sobre el Absoluto, con el cual se pretende mirar más de cerca el sentido del devenir de la persona. Si el estudio de la persona abre las preguntas sobre el sentido de la existencia y de la temporalidad, el de la naturaleza muestra la insuficiencia de una respuesta a nivel de los seres naturales. Por ello se da paso a la reflexión sobre el Absoluto. Además, de esta forma se conecta con el horizonte de pensamiento de los anglohegelianos, especialmente Bosanquet, quienes intentan responder a la pregunta por el valor y destino del individuo. Precisamente preguntas de esta índole ponen inmediatamente ante la vista el hecho de que el sujeto se constituye en el tiempo; es, en definitiva, un ser temporal. Así que, para concluir la primera parte, se estudia la concepción del tiempo para Nédoncelle.

      La segunda parte es, como anunciado, el asunto central de este trabajo. Compuesta de cuatro capítulos, se abre con una visión panorámica sobre la filosofía de la historia. De esta manera se procura explicar brevemente en qué consiste esta parte de la filosofía y cuáles son sus temas medulares. Con todo, el interés es entresacar los asuntos más importantes que, a su vez, serán tratados en los siguientes capítulos. Así, los siguientes dos capítulos versan sobre dos cuestiones de filosofía de la historia analizadas directamente por Nédoncelle, a saber, la reciprocidad en la historia y la historia del devenir. Es ahí, ciertamente, donde se ha buscado mostrar la pertinencia del filosofar de Nédoncelle, los límites de las posturas que contrastan con la suya y el alcance y límites de su propia posición. El último capítulo cierra todo el conjunto con una reflexión un tanto más propia, donde he querido resaltar la importancia de todo el estudio. La cantidad de cuestiones que se fueron presentando a lo largo de los capítulos anteriores son aquí agrupadas, no tanto para solucionarlas una por una, sino para mostrar la importancia de pensarlas filosóficamente y, hasta cierto punto, para mostrar cómo el horizonte de una congruente filosofía de la historia permite ofrecer, si no respuestas exhaustivas, al menos respuestas coherentes, las cuales —parafraseando a Nédoncelle— si no nos es permitido demostrar rotundamente, al menos nos es posible aceptar razonablemente.

      1 Quede dicho desde ahora que al hablar de conciencia no nos referimos a la conciencia moral, sino al acto reflejo de conocer. Es este el sentido que le da Nédoncelle. Claramente se entiende así a lo largo de su obra. Para mayor aclaración puede verse el artículo escrito con Pucelle donde, a modo de ejemplo, aparece esta cita de Samuel T. Coleridge: “Brutes may be, and are, scious, but those being only, who have an I, scire possunt hoc vel illud una cum seipsis; that is, conscire vel scire aliquid mecum, or to know a thing in relation to myself, and in the act of knowing myself as acted upon by that something”, en Essay on faith, Bohn’s Standard Library (ed.), vol. 4, Londres, George Bell & Sons, 1913, p. 343. Citado en Maurice Nédoncelle y Jean Pucelle, “Je et Tu”, en Vocabulaire technique et critique de la philosophie, 7a ed., Andrè Lalande (ed.), París, puf, 1956, p. 1240.

      2 Hemos analizado el pensamiento de Nédoncelle sobre el amor en otro estudio previo al cual remitimos, dando por supuestas aquí muchas cosas útiles para comprender la relación entre su visión del amor y su concepción de la historia. Véase Pedro A. Benítez, Una filosofía del amor: Maurice Nédoncelle. Estudio sobre el amor humano, Saarbrücken, Editorial Académica Española, 2018.

      3 Véase Marcus Cuevas Perus, “Antonio Caso, el personalismo y nuestra América”, en Latinoamericana. Revista de estudios latinoamericanos 48 (enero de 2009): 87-109; Antonio Zirión Quijano, “Un vistazo a la pluralidad de la realidad desde el personalismo gaosiano”. Conferencia presentada en Jornadas de filosofía José Gaos: la actualidad de un filósofo, Facultad de Filosofía de la uned,