Esquematismo. Joan Costa

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Название Esquematismo
Автор произведения Joan Costa
Жанр Документальная литература
Серия Colección Joan Costa / Experimenta
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9788418049231



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Óptica, la obra más monumental es la de Ibn al-Haytham, heredero de una larga tradición de pensamiento creador. Ibn al-Haytham, nacido en Iraq en 965, abandona su país para instalarse en El Cairo, donde transcurre lo esencial de su vida, hasta su muerte en 1040. Es poco lo que se sabe de él, pero su obra científica, que alcanza también a las matemáticas y a la astronomía, es inmensa. En ella sobresale la Óptica: escribe diversos tratados especializados (sobre el arco iris, sobre las sombras, sobre los espejos esféricos...), que él mismo sintetiza en el Kitâb-al manâzir.

      En otro tratado titulado La esfera ardiente, estudia las lentes esféricas valiéndose de las tablas numéricas de la Óptica de Ptolomeo (del siglo II). La obra del alejandrino aborda la refracción en los interfaces aire/vidrio y aire/agua, pero los resultados que ofrece no pasan de aproximados.

      El tratado de Ibn Sahl, titulado Sobre los instrumentos ardientes, fue escrito entre 983 y 985. Ibn Sahl estudia en él los espejos ustorios y después las lentes convergentes. Necesita para las lentes la ley de la refracción, y comienza refiriéndose a la Óptica de Ptolomeo, pero rechaza los valores numéricos que propone este autor.

      Ya en la Antigüedad se utilizaban lentes convexas para encender fuegos. En el siglo III antes de nuestra era, Aristófanes sugería que se calentasen con las lentes las tabletas de cera para borrar las deudas que se habían consignado en ellas. Las vestales, en Roma, utilizaban las lentes convergentes cada vez que volvían a encender su fuego sagrado con una llama “pura” emanada de los rayos del Sol. Ya en el siglo I de nuestra era, Plinio el Viejo refiere que el emperador Nerón tenía gran aprecio por las lentes porque producían fuego y corregían la visión.

      Los rayos del Sol se enfocaban también mediante espejos cóncavos: en el siglo III a. de C., se decía que Arquímides había hecho arder con ellos las ropas de los soldados romanos que asediaban la colonia griega de Siracusa. En la Edad Media los espejos cóncavos fueron llamados speculi ustori (espejos ustorios, “que prenden fuego”), probablemente porque servían para encender las piras funerarias.

      Aunque los romanos debieron de tener conocimiento del punto donde convergían los rayos reflejados, no le dieron nombre. El nombre actual, “foco” (del latín focus), se debe al astrónomo Johannes Kepler (1571-1630), que efectuó asimismo investigaciones sobre las propiedades reflectantes y refractantes varios decenios antes que Snell y Descartes. Kepler estudió el enfoque de los rayos mediante espejos parabólicos, elípticos e hiperbólicos. Cuando descubrió que los planetas describían órbitas elípticas, es natural que situase al Sol en uno de los focos.

      Kepler se sirvió de las fuentes de información de Harriot y de un sabio polaco, Witelio, muy anterior, de 1270, que contenía la Óptica Thesaurus, un manual árabe de óptica traducido al latín (se ignora por quien). El título original era Kitâb al-manâzir; lo escribió en el siglo XI el sabio árabe Abu Ali al-Hasan Ibn al-Haytman, a quien la Europa medieval se referiría con la forma latinizada de su apellido, Alhacén. Así pues, la influencia de Ibn al-Haytham en Europa se remontaba ya a varios siglos atrás: desde la Edad Media al Renacimiento, casi todos los tratados de óptica se fundaron en sus trabajos.

      Los estudios sobre la visión provenían, pues, de la Óptica. La cámara oscura había sido utilizada ya en el siglo X por el científico y matemático árabe Al-Hazan de Basra, quien desarrolló los principios generales de la óptica y demostró el comportamiento de la luz y el fenómeno natural de la imagen invertida y observó con la cámara oscura fenómenos como eclipses solares.

      En 1604, Kepler determinó las leyes físicas y matemáticas que gobiernan la reflexión de los espejos. En 1609, Galileo inventó el telescopio compuesto. Y en 1611, Kepler trabajaba en la teoría de las lentes ayudado por instrumentos científicos.

      El interés por los fenómenos de la Óptica se extendió por toda Europa, y los artistas y científicos se interesaron extraordinariamente por los desarrollos que se iban sucediendo. Pintores, arquitectos y escultores fueron especialmente cautivados por los descubrimientos de la Óptica, sobre todo en Venecia y el norte de Italia. A principios del siglo XVI, ya Leonardo da Vinci había escrito una descripción muy precisa de la cámara oscura y su utilización por los artistas. El sabio más célebre del siglo, Athanasius Kircher, jesuita que oficiaba en Roma, organizaba para los cardenales grandes espectáculos ópticos con la construcción de una cámara oscura portátil. Kircher inventó la linterna mágica y fundó asimismo en Roma uno de los primeros museos científicos. Johannes Zahn diseñó en 1685, un tipo de cámara oscura con un espejo en su interior: había inventado el principio de la cámara reflex.

      La Óptica se polarizaba, pues, en los mecanismos de la visión: el ojo en tanto que una “máquina de ver” y sus relaciones con la luz. Había en esta polarización una búsqueda directamente orientada a la producción de imágenes. Se abriría así el mundo futuro de la imaginería técnica, que inauguraría en 1839 la invención de la fotografía y seguiría desarrollándose y diversificándose en lo que sería el largo y fascinante camino de las sucesivas tecnologías de la imagen, hasta hoy.

      La escuela psicológica que más profundamente ha influido en el conocimiento de la percepción visual es la que se conoce por Gestalttheorie, traducido en español por “teoría de la Forma”, que aunque no es lo que da a entender esta designación, es una teoría estructuralista, que estudia el proceso de la “configuración” en el cerebro de los estímulos visuales, sonoros, táctiles, sensoriales en fin, en formas mentales.

      Gestalttheorie es el nombre de este vasto movimiento científico en filosofía/psicología. Esta teoría psicológica de la percepción arranca de la idea de configuración o de estructura. Toda “forma” (visual, auditiva, táctil o mental) implica una relación entre el todo y las partes que lo integran en una estructura viva que la define. Ya hemos visto en las páginas precedentes que hay una correspondencia entre el entorno visual y la estructura cognitiva del cerebro óptico.

      ¿Cuál es el principio de la Gestalttheorie? Ésta se opone a la teoría atomista y la contradice. El atomismo preconizaba que todo el universo físico estaría compuesto de partículas pequeñas e indivisibles (átomos). La formación del mundo habría sido el efecto del concurso fortuito de los átomos (Leucipo y Demócrito, confirmados por Dalton).

      La teoría de la Gestalt por el contrario, constituye una aproximación en la que coinciden el estructuralismo y el pensamiento holístico y sistémico aún mucho antes de que este último hubiera nacido, creando así un nuevo paradigma claramente ubicado en las llamadas “ciencias de encrucijada”, inspirado en la teoría de los campos en física.

      La Gestalttheorie se remonta a los trabajos pioneros de Von Ehrenfels (Viena, 1890), y después retomada por las escuelas alemanas de psicología entre 1900 y 1935. Su verdadero esplendor lo alcanzó con las primeras publicaciones científicas de Wertheimer (1912), Köhler (1921) y Koffka (1935), y las sucesivas de K. Levin y L. Metzeger, alrededor de la Universidad de Berlín, que fue interrumpida con la destrucción de dicha Universidad por el nacionalsocialismo. Este movimiento científico que se originó en Alemania, se propagó a los Estados Unidos con la emigración allí de sus creadores. Ellos habían llevado a cabo -y continuaban haciéndolo desde los EEUU- una serie de experiencias sobre la organización de la percepción y de las estructuras del cerebro humano. Su influencia ha reorientado de manera muy profunda la psicología americana. Ésta estaba fundada en un estudio mecanicista de las respuestas en función de los estímulos que las provocaban (Watson, James). Bajo el nombre de behaviorismo, o conductismo, esta ciencia del comportamiento ha sido modificada considerablemente a partir de 1945 por todo el pensamiento gestáltico, en particular el de Kurt Levin, y ha buscado una síntesis entre psicología del comportamiento y psicología de la forma (Tolma, Wertheimer).

      Köhler