El Hispano. José Ángel Mañas

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Название El Hispano
Автор произведения José Ángel Mañas
Жанр Языкознание
Серия Arzalia Novela
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9788417241827



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legionarios. La fecha fue declarada nefasta por la República y ningún general se atrevió de allí en adelante a librar batalla ese día. La derrota fue formidable. Los hechos se recuerdan todavía como una de las mayores humillaciones infligidas nunca a Roma.

      PUBLIO CORNELIO ESCIPIÓN EMILIANO, EL AFRICANO MENOR. Cónsul que arrasó Cartago y ordenó el cerco definitivo a Numancia. Su relación con la familia de los Graco, a la que le vinculaba el matrimonio con Sempronia, habría de resultarle, a la postre, fatal.

      POLIBIO. Autor de la primera historia universal. Preceptor tanto de Escipión Emiliano como de Fabio Máximo. Nacido en Megalópolis, Grecia, llegó como cautivo a Roma. Allí escribió su Historia universal. Acompañó a Escipión Emiliano en muchas campañas y conoció de primera mano los escenarios de su obra.

      QUINTO FABIO MÁXIMO EMILIANO. Hermano de Escipión Emiliano e hijo natural de Lucio Emilio Paulo. Si a Escipión Emiliano lo adoptó la gens Cornelia, a Quinto lo adoptó la Fabia. Fue el primer general romano que derrotó a Viriato.

      CAYO MARIO. Autor de una importante reforma militar de finales del siglo II a. C. Perteneciente a una familia de origen plebeyo. Era lo que se conocía en Roma como un «hombre nuevo». Luchó en las guerras celtíberas bajo el mando de Escipión Emiliano, el cual le ayudó en los inicios de su carrera pública. Cuando le preguntaron quién podría ser el general que lo sucediera al frente de las legiones, Escipión señaló a Cayo Mario: «Quizá él».

      TIBERIO GRACO. Tribuno de la plebe. Impulsó una reforma agraria que incluía la redistribución de tierras en favor de los ciudadanos más pobres. Eso lo enfrentó con los oligarcas del Senado y con Escipión Emiliano. Murió asesinado a golpes de sus enemigos.

      CAYO GRACO. Abandonó el cerco de Numancia para unirse a su hermano en Roma y ayudarle con su proyecto de reforma agraria. Al ser asesinado Tiberio, tomó el relevo. Continuó con las reformas sociales, aunque finalmente la oligarquía senatorial terminaría por imponerse.

      YUGURTA. Histórico rey de Numidia cuyos avatares en Roma y África inspiraron a Salustio su Guerra de Yugurta.

      MUSSA. Sofisticado e inteligente lugarteniente de Yugurta.

       Hispanos

      LEUKÓN. Jefe militar de la ciudad de Numancia. Padre, según fuentes no clásicas, de Retógenes el Joven y de Idris.

      RETÓGENES, conocido como EL CARAUNIO. Histórico guerrero que burló el cerco de Escipión. Encabezó una arriesgada expedición en busca de ayuda.

      IDRIS. Nuestro taciturno protagonista. Héroe de este relato.

      AUNIA. Primer amor, nunca olvidado, de Idris.

      AMA y ANNA. Hermanas de Aunia.

      KARA. Joven hija del herrero. Enamorada desde siempre de Idris.

      LUBO. Aedo de Numancia. Devoto de Retógenes.

      OLÓNICO. Sacerdote de Numancia.

      GLOSARIO

      Asteros. Infantería de primera línea, armados con dos pila, jabalinas, de distinto peso, espada, escudo y placa en el pecho.

      Centurión. Oficial al mando de una centuria. Cada centuria estaba compuesta de diez contubernios.

      Cohorte. Unidad del ejército romano formada por tres manípulos.

      Contubernio. Unidad mínima del ejército romano. Ocho hombres que compartían tienda y equipamiento.

      Decurión. Jefe de una decuria, unidad compuesta por diez jinetes.

      Gladius. Legendaria espada romana tomada, en realidad, de los hispanos. De ahí su apelativo tradicional, gladius hispaniense. El plural, en latín, es gladii.

      Manípulo. Unidad del ejército romano formada por dos centurias, cada una de ochenta hombres.

      Pilum. Lanza romana. Las había pesadas, para utilizar al modo de las picas, y ligeras, para lanzar. Las puntas de las ligeras, cuando impactaban en su objetivo, se doblaban de manera que no era posible volver a usarlas. El plural, en latín, es pila.

      Príncipes. Infantería de segunda línea armada de manera similar a los asteros —eran, no obstante, más veteranos que ellos—, pero con mejor protección. Muchos tenían cotas de malla.

      Sagum. Antecesor del sayo. Según Diodoro, capa «negra y áspera de una lana parecida a la de las cabras salvajes». En la novela lo llamaremos sago.

      Triarios. Infantería de tercera línea. Los mejores soldados. Los veteranos que solo intervenían cuando las cosas se ponían feas. De ahí la expresión «llegar a los triarios». Empleaban largas picas con las que formaban sólidas falanges.

      Vélites. Infantería ligera y la más pobremente armada.

      MEDIDAS DE ÉPOCA

      Un estadio: 201 metros.

      Un pie romano: 0,296 metros.

       El niño que no sea abrazado por su tribu, cuando sea adulto quemará su aldea para poder sentir su calor.

      PRIMERA

      PARTE

Illustration

       Donde se cuenta el nacimiento de Idris, su primer amor, su salida de Numancia y los primeros conflictos con los romanos en el arranque de la segunda guerra celtíbera (154-151 a. C.), que pone fin a la paz de Graco.

      La presencia romana en la península ibérica, que empezó en 218 a. C., el mismo año que la segunda guerra púnica, se ha incrementado tras la rendición de Aníbal en 201 a. C. y el abandono de Hispania por Cartago. Hace ya medio siglo que existen bajo dominio de Roma dos provincias, la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior, que, poco a poco, consulado tras consulado, no dejan de agrandarse.

       Segeda es una ciudad perteneciente a la tribu celtíbera de los belos, grande y próspera, y estaba inscrita en los tratados de Sempronio Graco. Esta ciudad forzó a otras más pequeñas a establecerse junto a ella; se rodeó de unos muros de aproximadamente cuarenta estadios de circunferencia y obligó también a unirse a los titios, otra tribu limítrofe. Al enterarse de ello, el Senado prohibió que fuera levantada la muralla, les reclamó los tributos estipulados en tiempo de Graco y les ordenó que proporcionaran ciertos contingentes de tropas a los romanos. Esto último, en efecto, también estaba acordado en los tratados. Los habitantes de Segeda, con relación a la muralla, replicaron que Graco había prohibido fundar nuevas ciudades, pero no fortificar las existentes. A propósito del tributo y de las tropas mercenarias, manifestaron que habían sido eximidos por los propios romanos después de Graco. La realidad era que estaban exentos, pero el Senado concede estos privilegios añadiendo que tendrán vigor en tanto lo decidan el Senado y el pueblo romano. Así pues, Nobilior fue enviado contra ellos con un ejército de treinta mil hombres. Los segedanos, cuando supieron de su próxima llegada, sin dar remate ya a la construcción de la muralla, huyeron hacia los arévacos con sus hijos y sus mujeres y les suplicaron que los acogieran…

      APIANO DE ALEJANDRÍA, Sobre Iberia

       Ya dijo Cicerón que al combatir Roma con los celtíberos y los cimbrios no luchaba solo por la victoria, sino por su existencia. Y Eduardo Meyer, historiador alemán, escribe: «La República se desangró a causa de los sacrificios a que la obligaron de manera continuada las guerras hispánicas y de la necesidad de mantener allí un ejército permanente». Tan grandes, en efecto, fueron las pérdidas sufridas en aquellas guerras, que el número de ciudadanos romanos, en los veinte años de