El comportamiento administrativo. Herbert Alexander Simon

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Название El comportamiento administrativo
Автор произведения Herbert Alexander Simon
Жанр Зарубежная деловая литература
Серия
Издательство Зарубежная деловая литература
Год выпуска 0
isbn 9789870125235



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a gran escala –algo que difícilmente ocurra en el mundo moderno tal como lo conocemos–. Apenas desaparezcan los problemas, hay algunas cosas que podemos hacer para volverlas manejables, pero solamente después de una cuidadosa evaluación de costo-beneficio en cada caso. Un camino posible es desarrollar, en línea con lo ya proyectado, un proceso presupuestario que ayudaría a la asignación inteligente de los recursos de la sociedad a los muchos servicios de gobierno que compiten por ellos” (Simon, 1954.b). También en ese año, ratificó sus afirmaciones en un trabajo que realizó en colaboración con Kozmetsky, Guetzkow y Tyndall sobre las opciones de descentralización o centralización en la función de control (lo continuó el año siguiente, en otra publicación) (Simon, et al., 1954; 1955). En 1955, analizó el retorno a escena del análisis de la estructura de poder y la política, la vinculación con los recursos humanos y la organización, su influencia en el proceso de decisión, las decisiones programadas y las no programadas, y propuso la organización del gobierno federal en las investigaciones que llevaba a cabo, mencionando el acceso de conocimiento para formular la teoría. Su afirmación fue: “Excepto por unos pocos ejemplos, he dicho muy poco acerca del proceso de adquisición del conocimiento con el cual la teoría de la organización es construida. De hecho, no existe nada especialmente innovador acerca de las herramientas de investigación que están siendo utilizadas en la teoría de la organización, excepto la novedad de su explicación en esta particular área. Son las herramientas familiares a la ciencia: observación cuidadosa, investigación cuidadosa y construcción de teoría cuidadosa. Pero al decir que las herramientas de investigación organizacionales son comunes a todo científico esforzado, no deberíamos pasar por alto los verdaderos problemas técnicos que enfrenta el científico que desea trabajar en esta área” (Simon, 1955.b). El diseño de organización, su vinculación con las relaciones entre las personas y sus tareas, las funciones gerenciales y la denominada organización formal provocaron su forma de puntualizar algunos problemas y olvidar otros en las situaciones de diseño. Simon lo remarcó de esta manera: “Estos comentarios pueden aplicarse a todos los problemas o, mejor aún, a todos los principales problemas de organización. Quizás sirvan para destacar algunos de los puntos que parecen ser los más importantes y los más descuidados. Permítaseme que en la conclusión los catalogue una vez más. Primero, en el diseño de una estructura apropiada de organización debemos mirar y sondear a través de las consecuencias de una amplia gama de planes alternativos. El criterio que tenemos que aplicar será complejo y las consecuencias de ese sondeo afectarán cada plan especificado. Segundo, en la reorganización, los efectos en el énfasis programado son al menos tan importantes como (y usualmente más importantes que) los efectos sobre la eficiencia o el costo de llevar a cabo una tarea. Tercero, no debemos desatender en demasía la importancia de las relaciones formales e informales. Hay una relación causal de doble vía entre ellas” (Simon, 1955.c).

      En 1957, consolidó su concepto de autoridad e influencia: “Un individuo acepta autoridad cuando se impone a sí mismo una regla general que posibilita que una decisión comunicada de otro guíe su propia elección (por ejemplo, utilizándola como premisa de esa elección), independientemente de su juicio acerca de la corrección o aceptación de la premisa. [...] Si utilizamos el término influencia para denotar cualquier cambio de comportamiento en una persona inducido por una o más personas, entonces la autoridad es una forma de influencia; la otra (persuasión) resulta por información y convicción. En cualquier instancia específica, es improbable que la autoridad sea observada en estado puro y sí, en cambio, por lo general es generosamente mezclada con persuasión” (Simon, 1957.b). Ese mismo año (diez años después de su publicación original) publicó la segunda edición de El Comportamiento Administrativo (Simon, 1957.a), y todos los artículos precedentes sirvieron como guía de esa actualización. En 1958, publicó, en conjunto con James March, su otra obra cumbre (March & Simon, 1958) y completó la columna vertebral del estudio moderno de la disciplina. En dicha obra, en relación con los temas de este capítulo, realizó el tratamiento de la especialización, que afianzó especificando las variantes según el problema, sea por los tiempos de servicios (“...cuanto más largo es el tiempo de servicio del empleado, mayor es su especialización”; “cuanto mayor es su especialización, menos serán las alternativas percibidas fuera de la organización...”); sea por la heterogeneidad de los problemas de las diferentes especializaciones (“...hay un problema de especialización entre empleados individuales y un problema de especialización entre unidades de la organización...”; “cuanto mayor sea la especialización por subprogramas –la especialización de proceso–, mayores serán las interdependencias entre las subunidades de la organización...”); sea por la absorción de incertidumbre (“...debido a la especialización, la mayor parte de la información entra en una organización por lugares muy específicos...”); sea por problemas de diseño (...en organizaciones pequeñas la departamentalización por objetivos, al interferir en la especialización por procedimientos, puede llevar a serias ineficiencias...”; “...desde el punto de vista de cualquier organización particular, la especialización y la estructura de los subprogramas es tanto social como tecnológica...”). Por otra parte, la autoridad y la delegación fueron consolidadas como procesos vitales y fueron señaladas sus consecuencias (“...la delegación tiene, sin embargo, varias consecuencias inmediatas: ...aumenta la cantidad de adiestramiento en conocimientos especializados...”; “...tiende a disminuir la diferencia entre los objetivos de la organización y su realización y estimula así una mayor delegación de autoridad...” ; “...da lugar a la departamentalización y aumenta la bifurcación de intereses entre los subgrupos de la organización...”). Tal vez la primera frase de la obra sintetice absolutamente todo: “La presente obra trata de la teoría de la organización formal” (March & Simon, 1958).

      En la década del sesenta, publicó una obra muy influyente en la que vinculó las conclusiones de la Teoría de la solución de problemas, los trabajos de investigación en psicología cognitiva y las investigaciones en sistemas complejos. Quizás su interpretación y traslación al proceso de diseño de organizaciones deba realizarse elípticamente, sobre todo en el método de división de niveles de decisión, que sistemáticamente es confundido con un orden dado. Manifestó Simon en esa obra: “En el campo teórico podríamos esperar que los sistemas complejos sean jerárquicos en un mundo en que la complejidad tuvo que desarrollarse a partir de la simplicidad. En su dinámica, la jerarquía tiene una propiedad, la cuasi descomponibilidad de corto plazo, que simplifica enormemente su comportamiento. La cuasi descomponibilidad de corto plazo también simplifica la descripción de un sistema complejo y hace más fácil la comprensión de cómo la información necesaria para su desarrollo o reproducción de un sistema puede ser almacenada en una razonable bitácora” (Simon, 1962.e). Es notable cómo la vinculación de esa obra y otra relacionada con la solución de los problemas no estructurados (Simon, 1973.h) ha provocado nuevos fundamentos para el diseño de nuevas morfologías organizativas (Foss & Foss, 2005). En 1964, escribió una serie de artículos que se relacionan con los criterios múltiples en el proceso de decisión y su aplicación al diseño (Simon, 1964.c). En 1967, describió las dificultades en el diseño de organización de una escuela de negocios y contestó sus propios interrogantes: “La teoría de la organización se ha convertido en un tema de estudio estándar para escuelas de negocios e investigaciones. Las escuelas de negocios son, por supuesto, instituciones, generalmente asociadas con esas grandes instituciones que denominamos universidades. Parecería apropiado, entonces, preguntar si las escuelas de negocios son objetos interesantes –o especímenes– para la teoría de la organización. ¿Algo de lo que sabemos sobre organización es aplicable en las escuelas de negocios? ¿Podemos utilizar el conocimiento de la teoría de la organización para mejorar nuestras propias instituciones?” (Simon, 1967.b). En otro artículo, desarrollado en colaboración, formuló un modelo de negocios explicado mediante una cadena de Markov: “En este artículo hemos propuesto un modelo de negocios de crecimiento sostenido que se descompone en el crecimiento de componentes de una firma dentro de toda una industria y en el de componentes particulares de una determinada firma. Hemos desarrollado un proceso Markov para los componentes individuales de crecimiento y hemos demostrado cómo estimar los parámetros clave del modelo, un parámetro que calcula la persistencia de las lapsos positivos en