Género y libertad. Martinique Acha Alemán

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Название Género y libertad
Автор произведения Martinique Acha Alemán
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786079920128



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los dos últimos sínodos sacaron a la luz diversos síntomas de la ‘cultura de lo provisorio’. Me refiero, por ejemplo, a la velocidad con que las personas pasan de una relación afectiva a otra. Creen que el amor, como en las redes sociales, se puede conectar o desconectar a gusto del consumidor e incluso bloquear rápidamente”.

      [7] Ibid., n. 34

      [8] Ibid., n. 39.

      [9] Nos preocupan las redes de trata de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, pero es igualmente terrible comprobar la extensión del fenómeno de adolescentes y jóvenes, hombres y mujeres que ofrecen prestaciones sexuales a cambio de un pago y no siempre son personas empujadas a ello por la pobreza o las redes de traficantes de seres humanos.

      [10] Cfr. M. Brusati, ll ruolo dei “Tablets” nell’educazione affettivo-sessuale, Relazione tenuta il 30 novembre nell’ambito del convegno “The meeting point”, promosso dal Dicastero Laici, Famiglia e Vita (ad usum privatum).

      [11] Cfr. Mt. 13, 52.

      Introducción

      En el prólogo a su Ética de la diferencia sexual, Luce Irigaray constató que si cada época tiene un tema que pensar –uno solamente– la diferencia sexual es el tema de nuestro tiempo. Treinta años después sus palabras resultan no sólo acertadas, sino proféticas. En efecto, hoy está en boca de todos el tema de la diferencia sexual. Está presente en nuestros discursos filosóficos, políticos, sociales y religiosos. Grupos opositores discuten su relevancia y significado en la experiencia humana y, en ocasiones, lo hacen incluso con violencia e intolerancia. Sin embargo –como ocurre frecuentemente con aquellos conceptos que provocan fuertes altercados en la historia del pensamiento– sobre la diferencia sexual hay poca reflexión antropológica que permita realmente alumbrar su comprensión en las diversas áreas del conocimiento humano. De modo intuitivo, miles de personas en el mundo perciben la trascendencia de la diferencia sexual en su historia concreta, y por la eficacia con que los medios de comunicación han puesto en boga este término, sabemos que género y sexualidad se relacionan, pero no comprendemos cómo ni por qué. Si preguntáramos al común denominador de quienes discuten apasionadamente sobre el tema, acompañados de un café o en un salón de clases, pocos podrían dar cuenta realmente de la noción de género, de su presencia en nuestros discursos antropológicos, de su profundidad en la configuración de nuestra identidad y de su historia entre los complejos procesos del feminismo. Pero, ¿qué es realmente el género? ¿Qué es el sexo? ¿Qué lugar ocupa la diferencia sexual en la conformación de nuestra identidad? ¿Qué es lo queer? ¿Quién es la mujer? ¿Quién es el varón? ¿Cómo se conjugan la diferencia y la igualdad? Son éstas las preguntas que me han motivado a escribir el presente libro. Preguntas que me han acompañado desde hace muchos años, sin que me diera cuenta.

      La misma situación del lugar concreto que ocupo en la historia ha sido fuente inevitable de mis inquietudes: mujer en el siglo xxi, filósofa por vocación, joven de un mundo globalizado, profesora de adolescentes digitales, hija, hermana, esposa y madre. La experiencia de mi vida ha hecho de la diferencia sexual una pregunta ineludible, en la que ahora me he sumergido, descubriendo cuán vasta y seria es la tarea que aún tenemos por delante.

      La diferencia sexual es el tema de nuestro tiempo, porque también lo es la persona. ¿Qué significa ser persona? ¿Cuál es el sentido de nuestra libertad? Responder a estas preguntas es tarea necesaria para la filosofía, si queremos profundizar realmente en nuestra condición sexuada, porque cualquier teoría de género que no esté construida sobre la base de una adecuada antropología dirá muy poco –y pobremente– sobre la verdad del ser humano. Puede parecer sorprendente, pero la diferencia sexual es un tema todavía virgen que se puede abordar desde diversas perspectivas. En realidad fue hasta el siglo xx –principalmente por obra del psicoanálisis y el feminismo– que comenzamos a preguntarnos sobre ella. Toda la antropología hasta aquel momento fue asexuada, pues durante siglos la filosofía buscó comprender al ser humano en su esencia, perdiendo con ello lo concreto de la diferencia sexual. El feminismo puso de manifiesto que la escasa reflexión dedicada a la mujer en el mundo había contribuido a la degradación de su dignidad en el ámbito de la vida práctica. De esta forma comenzaron los estudios sobre el género y la diferencia sexual. El pensamiento sobre estas cuestiones ha tenido una evolución compleja y ha dado lugar a diversas teorías, cuyos presupuestos antropológicos y aplicaciones prácticas son, muchas veces, distintos y contradictorios entre sí. En la actualidad, la noción de género remite a múltiples discursos y despierta mucha controversia, política y social, con lo cual parece que la antropología aún tiene un largo camino por delante en lo referente al problema de nuestra condición sexuada.

      La inquietud vital con la que he buscado comprender estos temas despertó en mí la necesidad de estudiarlos más seriamente. La intención de esta obra ha sido situarme ante el complejo panorama de los discursos contemporáneos sobre el género para realizar un diagnóstico de las teorías predominantes y vislumbrar otros horizontes desde los cuales sería posible abordar esta cuestión.

      Hasta el momento he hallado pocos estudios antropológicos que den cuenta satisfactoriamente de nuestra condición sexuada, principalmente porque la mayoría de ellos considera la diferencia como sinónimo de subordinación. Así lo hizo el patriarcado, y así lo siguen haciendo los diversos modelos de igualdad predominantes en la actualidad. Una rama considerable de las teorías de género ha visto en la diferencia una huella imborrable de jerarquía y subordinación. La solución propuesta ha sido, lamentablemente, erradicar la diferencia en nombre de la igualdad y de la dignidad de la persona. Pero, ¿es ésta la única manera de explicar nuestra condición sexuada? Parece que no. Recientemente han surgido nuevos planteamientos antropológicos que permiten repensar la diferencia sexual en el marco ontológico de la persona, a fin de integrar la diferencia en la igualdad, promoviendo así un modelo corresponsable y complementario entre los sexos. Esta perspectiva sostiene que no tiene sentido saber quién es la mujer, si no sabemos quién es el varón ni descubrimos que ambos sexos se implican mutuamente. Ahora bien, para comprender esta propuesta era necesario dialogar con el pasado y el presente; introducirme en la historia de la noción de género, como ha evolucionado en la antropología; conocer bien al menos un par de figuras emblemáticas del tema, que hayan planteado el género desde otras perspectivas, y analizar de modo crítico los aciertos y límites de tan diversas propuestas. Evidentemente habría sido imposible alcanzar en tan pocas páginas una visión madura y de conjunto sobre el tema. Por eso, insisto en que se trata de un primer acercamiento, apenas un preludio de futuras investigaciones.

      El libro está dividido en tres capítulos. En el primero se hace una revisión histórico-filosófica de la noción de género en la antropología. Para comprender su evolución es fundamental repasar los diversos modelos de la relación sexo/género que han surgido en la historia y los que están presentes en la actualidad. Con base en ellos están estructurados los cuatro apartados de este primer capítulo. Después de presentar brevemente el estado de la cuestión, desarrollo el patriarcado, puesto que este modelo ha sido el que mayor presencia ha tenido en la historia. También llamado modelo de subordinación, el patriarcado predominó desde las primeras culturas de la antigüedad hasta la época moderna. De ahí su importancia para comprender la reacción de inconformidad en quienes comenzaron a proclamar una igual dignidad entre los sexos a finales del siglo xviii. El siguiente apartado de este capítulo consiste en rastrear los distintos movimientos a favor de la igualdad, que iniciaron con los primeros brotes del feminismo y evolucionaron rápidamente hacia el igualitarismo que promueven las actuales teorías de género. Finalmente ofrezco una breve revisión de los movimientos que han buscado reivindicar la diferencia, tanto en la teoría como en la práctica. Con esto es posible completar un primer mapa conceptual que permite comprender el complejo panorama de los discursos sobre género que coexisten en la actualidad.

      Del inmenso