Género y libertad. Martinique Acha Alemán

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Название Género y libertad
Автор произведения Martinique Acha Alemán
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786079920128



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que no sólo es pastoral, sino también académica e incluso en algunos aspectos política, sobre la presencia cristiana y la transmisión de la fe en esta nueva época. Particularmente en su potencial humanizador y civilizatorio. Me explico.

      Todos nosotros estamos convencidos, por ejemplo, de que la identidad del ser humano, hombre y mujer, de la institución del matrimonio y de la familia, están inscritos en la ontología de la persona; corresponde al orden de la creación y, por lo tanto, más allá de la revelación histórica cristiana, es accesible a la recta razón. Tanto es verdad que a pesar de los sucesivos cambios culturales ocurridos hasta ahora, la familia siempre ha sido reconocida en su adn fundamental, de unión estable entre un hombre y una mujer, socialmente reconocida para la transmisión de la vida y de su misión central en la sociedad, incluso en las sociedades anteriores al cristianismo o fuera de su influjo y la superación de la poligamia y de la androgamia, ha sido vista como un proceso civilizatorio. Sólo en los últimos tiempos los cambios antropológicos y culturales a los que me he referido han puesto entre dicho algunas certezas sobre las que existía un tácito acuerdo. Así surge la pregunta sobre el modo de colocarse frente a las nuevas tendencias culturales y sociales, que ejercen una enorme presión sobre los cristianos y sus instituciones.

      La situación actual es parecida a la de los tres primeros siglos del cristianismo, cuando la comunidad cristiana, a pesar de ser una presencia vital y creciente, era una minoría en el imperio romano. Normalmente se pueden identificar tres posibles actitudes frente a un ambiente cultural distante u hostil a la vida cristiana. La de quienes se asimilan culturalmente a los modelos culturales prevalentes en el ambiente; la de quienes asumen posiciones crecientes de cerrazón frente al mundo, frente al cual se colocan defensivamente afirmando su identidad, y la de quienes prefieren una “fuga al desierto”, pretendiendo construir sociedades paralelas. Los cristianos de los primeros siglos, sin embargo, no asumieron ninguna de estas tres actitudes y constituyen una lección para nosotros.

      No se asimilaron, como algunos afirman diciendo que en realidad nuestra civilización sería más grecorromana que cristiana y, por tanto, se pretendería purificar la fe de esas “adherencias culturales”. No se separaron, ni se encerraron en sí mismos, no asumieron la lógica de la secta, aunque siempre hayan existido en su interior grupos con esas tendencias. Tampoco han soñado con un mundo ajeno a las sociedades en las que vivían. Si bien el monaquismo se configuró como una “fuga al desierto”, lejos de la polis, siempre vivió una importante relación con la polis, ya que estaba en frecuente contacto con los demás cristianos que “permanecían en el mundo”, sirviéndoles de recordatorio de los objetivos virtuosos de la vida buena según el Evangelio. De esta manera se constituyeron en un parámetro de juicio para el resto de los cristianos que vivían en el espacio urbano.

      Los cristianos más bien asumieron una cuarta característica: la de quienes permanecieron firmes y unidos en sus convicciones, ampliando los horizontes del intelecto humano, siendo fuertemente críticos, y dada su coherencia de comportamiento y a la fuerza veritativa de sus razonamientos, lograron influir culturalmente las sociedades en las que vivían, hasta llegar a poner en crisis la civilización precedente. Los cristianos han logrado en el curso de pocos siglos un cambio de los paradigmas culturales: visión del mundo, modelos de comportamiento, formas expresivas. Pasaron de ser considerados una mortífera superstición al reconocimiento de su plena plausibilidad religiosa y cultural, transformaron el imperio sin esperar a ser la mayoría, eso ocurrirá años más tarde.

      Creo que la situación cultural contemporánea convoca a los cristianos a asumir nuevamente esta actitud, evitando caer en reivindicaciones identitarias y cerrazones estériles, en el aislamiento, o mucho menos en la asimilación cultural de quien vive acomplejado frente a su entorno social.

      La otra gran tentación que se debe evitar es la de estar fuera de las corrientes contemporáneas de pensamiento, el complejo de no ser lo suficientemente modernos y actuales, de perder los financiamientos internacionales a la investigación por defender la verdad y no seguir los intereses dominantes, de ser descalificados en los debates sociales como representantes de un pensamiento “religioso” y partidista, cuando no fundamentalista que pretende imponerse al conjunto de sociedades que en América Latina luchan por modernizarse y desarrollarse.

      Así, el aporte que los Institutos Universitarios de Familia, que se reconocen en la antropología cristiana, es ofrecer esta linfa vital a la sociedad en su conjunto, abrir y transformar los parámetros culturales y liberar a la inteligencia para no renunciar a priori a descubrir la verdad y la unidad del saber. Es continuar siendo un espacio de interacción entre el Evangelio y la cultura, y un apoyo a la misión evangelizadora de la Iglesia.

      El Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad, de la Universidad Pontificia de México, quiere asumir el reto de vivir una apertura crítica y misionera a todas las propuestas culturales contemporáneas, para redimir la razón y humanizar nuestras sociedades, particularmente la sociedad mexicana.

      El título de Martinique Acha Alemán que ahora publicamos es un ejemplo de esta apertura crítica y misionera, que desea un diálogo abierto y sin prejuicios con las principales escuelas de género desde una perspectiva cristiana, fiel a la enseñanza autorizada del magisterio de la Iglesia católica, teniendo como principal exponente a Juan Pablo II, quien durante toda su vida tuvo la preocupación académica y pastoral del amor humano, y quien, como sumo pontífice de la Iglesia católica, desarrollara una serie de catequesis en las cuales se evidencian, de manera contemporánea, las principales certezas de la revelación cristiana acerca del sentido de la dualidad sexual características de las personas humanas y de su finalidad en la comunión de personas a partir del don sincero de sí mismo.

      Con esta obra se inicia la labor de difusión de la actividad de investigación antropológica, metafísica, teológica y social de este centro, que desea asumir seriamente los interrogantes antropológicos y bioéticos que tienen una gran relevancia en el debate social de la humanidad en este cambio de época.

      Agradecemos a la editorial nun, que se caracteriza por ser una iniciativa de especialistas para especialistas, a fin de favorecer el diálogo académico y cultural, por incluir en su sello de Dignitas Humana los trabajos de nuestro centro de estudios.

      Prof. Dr. José Guillermo Gutiérrez Fernández

      Director del Centro de Estudios de Familia, Bioética y Sociedad

      Universidad Pontificia de México

      A mis padres, Emmanuel y Mercedes.

      Ustedes son la imagen viva de aquella “unidad de los dos”.

      [1] Cfr. Encuentro con representantes del V Congreso Nacional de la Iglesia Italiana, Florencia, 10 de noviembre de 2015: “Si può dire che oggi non viviamo un’epoca di cambiamento quanto un cambiamento d’epoca”.

      [2] Cfr. Exhortación Apostólica Post-sinodal Amoris Laetitia, n. 32, 1979.

      [3] En Italia se dice que 73% de los muchachos y 67% de las chicas se comunican hoy a través de mensajes de celular en lugar de hablar. Cfr. Centro Internazionale Studi Famglia, Le relazioni Familiari nell’era delle reti digitali. Nuovo Rapporto cisf 2017, Milán, Edizioni San Paolo, 2017.

      [4] Cfr. Amoris Laetitia, n. 32.

      [5]