Género y libertad. Martinique Acha Alemán

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Название Género y libertad
Автор произведения Martinique Acha Alemán
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9786079920128



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aquella noticia está ya superada por otra actual y por tanto se vive la fatiga de seguir la información, de estar continuamente actualizado, con el riesgo de la banalidad. Aquí se podría analizar también el problema de la formación de la opinión pública y del voto en democracia.

      3. Tradicionalmente la opinión pública se había formado con la comunicación oral, con el discurso, con los diarios, pero en la actualidad se crea mediante las redes sociales, con efectos totalmente diferentes.

      4. A nivel económico, mientras precedentemente el producto interno bruto dependía fundamentalmente de dos cosas: las materias primas y la energía, hoy el 70% del pib de los países del G7, países ricos como Canadá, Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña, Japón y Estados Unidos, deriva de bienes inmateriales, no de la energía y las materias primas, sino de las tecnologías de la información, de las comunicaciones. Aquí se podría mencionar también los cambios en el modo de producir.

      5. Otro dato que se puede mencionar son las biotecnologías. Como se sabe, hoy se puede intervenir sobre un gene enfermo para sustituirlo con una parte sana. Y mientras se trata de curar enfermedades todo suena bien, pero hay siempre un riesgo ético. Ya no es ciencia ficción los hombres Ciborg, hoy se puede adquirir un kit de chip intradérmico, el cual contiene toda tu información, desde la tarjeta de crédito, correo electrónico, pasajes aéreos, del tren o la clave de entrada a tu casa. Ya no es necesario llevar un celular, una tablet o una computadora portátil. Esto crea nuevos problemas de responsabilidad en el ejercicio de los poderes, de los conocimientos científicos y una nueva visión del ser humano.

      Entre los factores externos que causan ansiedad e inseguridad a los seres humanos está también el problema de las migraciones. Mientras en el pasado las migraciones ocurrían hacia lugares donde había amplios territorios despoblados (piénsese en las migraciones europeas hacia América) hoy se presentan en regiones con ciudades densamente pobladas, con altos riesgos de conflictos sociales y ruptura de los equilibrios, que han provocado la proliferación de los muros en el mundo (Vgr. entre Grecia y Macedonia, entre Austria y Alemania, entre Austria y Eslovenia, entre Palestina e Israel, entre Estados Unidos y México, etc.). Estas migraciones plantean a los ciudadanos los problemas de la identidad, de la homogeneidad cultural y del welfare (bienestar). El Papa se esfuerza para que la respuesta política no sea el miedo y los muros, sino la acogida. Pero la acogida no resuelve todos los problemas graves que comportan estas formas de migración contemporánea.

      En síntesis, cuando hablamos de “cambio de época” lo hacemos de cambios en los que se entrecruzan estos factores y que están cambiando las relaciones, el modo de producir, de comunicar y, sobre todo, la autocomprensión del ser humano y sus instituciones.

      Impacta de manera negativa a la familia el creciente individualismo que exaspera los vínculos familiares y termina por imponer la idea de que el sujeto se construye a sí mismo, según sus propios deseos, que son asumidos como imperativos absolutos a los que se pretende otorgar un estatus de “derechos del individuo”. Esto se ve potenciado por la cultura del goce que instrumentaliza a las personas, generando violencia y agresividad. Por otra parte, el modo como se organiza la vida laboral hace difícil la permanencia de los vínculos e incluso la celebración del matrimonio. Cada vez es más frecuente, por ejemplo, que los novios deban aplazar la celebración del matrimonio por estar distanciados en ciudades y continentes distintos o que, a pesar de estar casados, deban separarse por largos periodos, sin pensar en tener descendencia. Del otro lado, la pobreza y la violencia obliga a muchos a emigrar, con los mismos efectos devastadores para la convivencia familiar.

      Quisiera terminar este breve análisis recordando dos problemas más que desestabilizan a la sociedad y debilitan los vínculos sociales. La difusión del divorcio y de las convivencias intermitentes, y el descenso de los índices demográficos. Contrariamente a lo que sostienen muchos teóricos de las finanzas, la disminución de la población tiene un efecto negativo sobre los sistemas económicos, provocando el empobrecimiento y la desigualdad.

      El gran desafío de los estudios de género y las ideologías reductivas de la identidad sexual, en buena medida abrevan de esta nueva cultura y se difunden como uno de los subproductos más acabados de esta “nueva época”. El análisis de este desafío es, sin duda, uno de los aportes más valiosos y urgentes de los institutos que se reconocen en la antropología cristiana. En efecto, su análisis convoca la interdisciplinariedad y neutralidad científica que debe caracterizar la investigación universitaria.

      Cuanto he señalado hasta aquí plantea una cuestión que interroga fuertemente a muchos de nuestros hermanos en la fe e incluso a quienes no se reconocen cristianos,