Encuentros decisivos. Roberto Badenas

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Название Encuentros decisivos
Автор произведения Roberto Badenas
Жанр Религия: прочее
Серия
Издательство Религия: прочее
Год выпуска 0
isbn 9788472088511



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      1 . En la depresión del mar Muerto se sitúa la vega de Sodoma y Gomorra, consumida según la tradición por fuego caído del cielo (Génesis 19: 1-28).

      2 . Sobre la comunidad esenia de Qumran, ver Flavio Josefo, Guerra de los judíos, tomo 1, Barcelona: Orbis, 1985, págs. 122-126.

      3 . Juan 1: 19-28.

      4 . Estas son las primeras palabras de Jesús registradas en los evangelios (Juan 1: 35-39).

      5 . Juan 1: 35-37.

      6 . E. G. White, El Deseado, pág. 112.

      7 . Mis estudios de los evangelios me han llevado a la conclusión de que estos primeros discípulos de Jesús eran menores de 30 años. La primera y principal razón es que le llaman «rabí» (maestro). Jesús tenía entonces en torno a 30 años (Lucas 3: 23) y nunca había ejercido todavía de maestro, sino de carpintero. En aquella sociedad patriarcal (de tradicional gerontocracia), no se entendía que un maestro fuese más joven que sus discípulos, ni que se atreviera a ejercer antes de los 40 o 50 años. Si estos chicos se dirigen a Jesús llamándole «rabí» era porque se veían claramente más jóvenes que él. Hasta el final de su ministerio Jesús los sigue llamando paidia (Juan 21: 5), término griego que significa ‘niños’ o ‘chiquillos’, una apelación que sería impensable en aquella cultura si ellos hubiesen sido mayores que él. Lo más probable es que tuviesen en torno a 20 años. Su juventud explicaría su enorme disponibilidad, que les permite seguir a Jesús a pleno tiempo durante más de tres años, lo que hubiese sido muy difícil si hubiesen tenido familias que mantener (Lucas 18: 28-31). Ver E. G. White, El Deseado de todas las gentes, pág.73.

      8 . «Solo Jesucristo, que ordena el seguimiento, sabe a dónde lleva el camino […]. El seguimiento es la alegría» (Dietrich Bonhoeffer, El precio de la gracia. El seguimiento, Salamanca: Sígueme, 2004, pág. 12).

      9 . Ver Mateo 3, 7-10 y paralelos.

      10 . En realidad, Jesús solo amenaza a los que se dedican a amenazar a los más débiles que ellos, es decir, a los escribas y fariseos, que piensan que el miedo sirve para conseguir los cambios deseados. Pero las amenazas solo consiguen cambios externos y pasajeros. La transformación verdadera nace a la vez de dentro y de arriba.

      11 . El término «discípulo» describe al seguidor de un maestro que se encuentra en proceso de aprendizaje.

      12 . Los evangelios dicen que Jesús tenía cuatro hermanos, llamados Jacobo, José, Simón y Judas, además de varias hermanas (Mateo 13: 55).

      13 . «La vida de Jesús se puede ver mejor desde la perspectiva del cambio que desde la de la conservación. Él fue el reformador de los reformadores, y su plataforma para la reforma fue la revelación del plan de Dios para la humanidad» (George Knight, Filosofía y educación, Miami: APIA, 2002, pág. 255).

      14 . Según Mateo 28: 20, las últimas palabras de Jesús serán: «Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».

      15 . Pablo de Tarso, el gran discípulo de Jesús, se ganaba la vida fabricando tiendas de esas (Hechos 18: 1-3).

      16 . Esta disponibilidad confirma que estos discípulos eran jóvenes. Algunas de sus reflexiones, como la que expresan en Mateo 19: 10 de «si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse» daría a entender, por el uso del tiempo aoristo, que aún estaban solteros. El que más tarde encontremos al discípulo Pedro ya casado, no significa que fuera mayor, ya que la edad recomendada por los rabinos para casarse era entre los 16 y los 24 años. Su impulso de querer andar sobre el agua (hoy diríamos «hacer surf sin tabla») es mucho más fácil de comprender como un arrebato juvenil, que al maestro no le importa satisfacer, que una decisión madura de un adulto, que normalmente no se hubiese atrevido a semejante ocurrencia (Mateo 14: 28-33). Más de tres años después, cuando Juan y Pedro rivalizan corriendo a ver quién llega antes al sepulcro, Juan tiene la ingenua satisfacción de precisar que él le ganó la carrera (Juan 20: 3-8). Si se tiene en cuenta que en aquella sociedad no estaba bien visto que los adultos corrieran en público, esta «gesta» aparece claramente como cosa de jóvenes.

      17 . La hora «décima» equivale más o menos a dos horas antes de ponerse el sol (Juan 1: 39).

      18 . El autor de este relato es Juan, uno de los dos viajeros, que llegaría a ser apóstol (Juan 1: 35-42).

      19 . Juan 1: 1-14.

      20 . Así pues, la primera actividad del ministerio público de Jesús fue hacer camping con jóvenes….

      21 . «Toda mirada de sus ojos, todo rasgo de su semblante […] expresaba un amor indecible» (E. G. White, El Deseado, pág. 111). «Dios es amor» escribirá Juan años mas tarde (1 Juan 4: 8).

      22 . Antonio Muñoz Molina, Sefarad, Madrid: Editorial Santillana, 2001, págs. 291-192.

      23 . Juan firmará su Evangelio con el seudónimo de «el discípulo amado» o «el discípulo a quien amaba Jesús» (Juan 21: 20). «El mismo Juan, el discípulo amado —el que más plenamente llegó a reflejar la imagen del Salvador— no poseía por naturaleza esa belleza de carácter. No solo era obstinado y ambicionaba honores, sino que era impetuoso y se resentía bajo las injurias. […] La fortaleza y la paciencia, el poder y la ternura, la majestad y la mansedumbre que vio en la vida diaria del Hijo de Dios llenaron su alma de admiración y amor. De día en día su corazón era atraído hacia Cristo, hasta que en su amor por su Maestro perdió de vista su propio yo. […]. El poder del amor de Cristo transformó su carácter» (Elena G. White, Camino a Cristo, Madrid: Safeliz, 2013, págs. 75-76).

      2

      La invitación

      La aldea los acoge con su suelto abrazo, encogida entre el lago y la pedregosa loma, salpicada de caseríos y pequeños campos. Entre los barbechos destacan algunos sembrados de verde tierno. Negros cipreses, algarrobos retorcidos y algunos granados rodean los bancales. En la paz de la mañana los golpes de los azadones de los campesinos resuenan frescos y profundos contra muros y aljibes, ritmando a sacudidas la algarabía de las gaviotas.

      Los