Название | Orígenes de la filosofía analítica |
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Автор произведения | Michael Dummett |
Жанр | Философия |
Серия | |
Издательство | Философия |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789874670878 |
2. Motivaciones
Cuando en una teoría matemática emergen repentinamente anomalías profundas y/o paradojas, algunos matemáticos tienden a “retornar” a los cimientos de la teoría para individualizar las razones detrás del problema y solucionarlo, si es que pueden. Del mismo modo, Dummett, habiendo notado que Variedades de la referencia de Gareth Evans marca un profundo punto de desviación de la escuela analítica, decidió justificar su opinión sobre el asunto a través de una reconstrucción racional de la historia de la filosofía analítica. De hecho, dado que la filosofía analítica se ha desarrollado, por decirlo así, informalmente (esto es, como una consecuencia de la aceptación de métodos e ideas que no fueron explícitamente establecidos desde el principio pero estuvieron presentes en el trabajo de ciertos pensadores que a posteriori fueron reconocidos como filósofos analíticos importantes), se sigue que solo una explicación histórica rigurosa de esta escuela de pensamiento puede justificar la identificación de sus principios y, consecuentemente, la opinión de que el trabajo hecho en Variedades de la referencia es compatible con algunos de ellos.
Otra razón que conduce a Dummett a escribir Orígenes de la filosofía analítica era su deseo de restablecer la largamente perdida comunicación entre los filósofos analíticos y los fenomenólogos [husserlianos] “volviendo al punto de divergencia” (Dummet, 1993: p. 262 de este volumen) entre esas dos escuelas de pensamiento. Ello, por supuesto, significa que parte del libro está dedicada a una discusión sobre aspectos de la fenomenología de Husserl. Y, en ese contexto, es importante notar que tal discusión, además de arrojar luz sobre el problema de la comunicación pretendido por Dummett, termina ofreciendo, a través de un análisis comparativo sobre las raíces de la filosofía analítica y la fenomenología de Husserl, una caracterización de la filosofía analítica que resulta ser más nítida de lo que hubiera sido de otra manera.
Finalmente, como demuestra la falta del artículo definido en el título, la pretensión de Dummett al escribir este libro no es la de ofrecer una comprensiva, mucho menos completa, explicación de las ideas a partir de las cuales se originó la filosofía analítica. Él dice explícitamente que al producir su libro sobre los orígenes de la filosofía analítica su atención se va a enfocar solo en aquellos filósofos que pueden ser incluidos entre aquellos que contribuyeron al nacimiento de esa escuela de pensamiento y han escrito sus trabajos en alemán. De acuerdo con Dummett, la razón principal de esa elección es que, mientras que hay mucho en la literatura sobre las contribuciones que Russell y Moore le ofrecieron a la filosofía analítica, parece haber muy poco sobre la conexión existente entre el pensamiento de, por ejemplo, Bolzano, Brentano y Meinong, y la filosofía analítica.
Sin embargo, nos parece que, además de lo que acabamos de comentar, hay una razón aún más profunda detrás de la elección de Dummett. Y es que los autores anteriormente mencionados, junto con Frege –el verdadero abuelo de la filosofía analítica–, han contribuido con lo que Dummett denominó “la exclusión de los pensamientos de la mente”. Esto es, la idea de que los pensamientos, en contraste con las entidades psicológicas tales como las imágenes y las sensaciones, son objetivos. Como es bien sabido, en el ensayo de Frege “El pensamiento” se encuentra una de las expresiones más claras de tal tesis, que se cristaliza en la creencia de la existencia de un tercer reino de la realidad, el reino del pensamiento.8
Ahora bien, la exclusión de los pensamientos de la mente, además de ser un paso trascendental en la filosofía que inicia un nuevo tema, un tema que podríamos llamar “la filosofía del pensamiento”, es muy importante para la filosofía analítica. Y la razón es que, de acuerdo con Dummett, la exclusión de los pensamientos de la mente se encuentra directamente conectada con el dogma más importante de la filosofía analítica: la tesis de la prioridad. Como ya veremos en las próximas dos secciones, la aceptación de la tesis de la prioridad es uno de los factores más importantes detrás del apodado “giro lingüístico”, el sello distintivo de la filosofía analítica.
3. La tesis de la prioridad
Antes de discutir la tesis de la prioridad y, eventualmente, el giro lingüístico (§4), necesitamos decir algo más sobre la importancia de una filosofía del pensamiento. Como el propio Dummett expone en The Logical Basis of Metaphysics:
El óptico no puede decirnos lo que vamos a ver cuando nos mire: nos proporciona lentes que establecen todo lo que vemos en un enfoque más nítido. El filósofo pretende realizar un servicio similar respecto a nuestro pensamiento sobre la realidad. Ello significa, sin embargo, que el punto de partida de la filosofía tiene que ser un análisis de la estructura fundamental de nuestros pensamientos. Aquello que podría llamarse filosofía del pensamiento subyace a todo el resto. (Dummett, 1991: p. 2).
Pero, si ahora resulta claro por qué desarrollar una filosofía del pensamiento es una tarea por cumplir extremadamente importante en filosofía, no resulta tan claro si la idea de construir una filosofía del pensamiento es novedosa; y cómo la filosofía del pensamiento se relaciona con la tesis de la prioridad y, eventualmente, con el giro lingüístico. Con respecto a la primera pregunta anterior, aunque la exclusión de los pensamientos de la mente hace de la forma analítica de buscar una filosofía del pensamiento algo novedoso, de todos modos, el fundacional, y preliminar, papel asignado a la filosofía del pensamiento respecto al resto de la filosofía hace de la filosofía del pensamiento la principal heredera de una tradición más antigua que incluye a autores tales como Descartes, Leibniz y Kant.
Para Descartes, un filósofo, en su búsqueda de la verdad, debe: (1) investigar solo aquellos “[o]bjetos sobre los que nuestras mentes parecen ser capaces de tener una cognición precisa e indubitable” (Descartes, 1684: p. 10); y (2) descubrir un método efectivo para conducir su investigación.9 Pero, por supuesto, para lograr la tarea (1), antes de comenzar nuestras investigaciones respecto a cuestiones específicas, debemos producir una teoría correcta sobre mente/razón/pensamiento. Y entonces debemos individualizar, mediante su ayuda, nuestras limitaciones cognoscitivas y decidir en consecuencia si las cuestiones que nos interesan reposan o no dentro del rango de “[o]bjetos sobre los que nuestras mentes parecen ser capaces de tener una cognición precisa e indubitable”. (Esto era, precisamente, una de las cosas que Kant pensó que había logrado en su Crítica de la razón pura). Por otro lado, para lograr la tarea (2), sería perfectamente aceptable la acción de, por ejemplo, configurar una Characteristica Universalis leibniziana capaz de resolver las disputas filosóficas.
A esta altura de la discusión, la conexión entre este antiguo programa de investigación filosófica –originado a partir de Rules for the Direction of the Mind de Descartes– y las ideas de Frege debería emerger a la vista. Porque, de acuerdo con Frege, la lógica es una teoría del pensamiento ideal no-psicológica;10 y, en segundo lugar, su deuda con Characteristica Universalis de Leibniz se reconoce explícitamente en un pasaje bien conocido donde dice:
No deseo presentar una lógica abstracta en fórmulas [con la invención de la notación conceptual] sino expresar un contenido a través de símbolos escritos del modo más preciso y perspicuo que sea posible en palabras. De hecho, deseaba producir, no un mero Calculus Ratiocinator, sino una Lingua Characteristica en el sentido leibniziano (Frege, 1972: pp. 90–91).
Ahora bien, para abordar la cuestión de cómo la filosofía del pensamiento se relaciona con la tesis de la prioridad y, eventualmente, con el giro lingüístico, necesitamos indicar qué queremos decir mediante la expresión “tesis de la prioridad”. La tesis de la prioridad es la idea de que, en el orden de la explicación, el lenguaje es previo al pensamiento, esto es, a partir de una correcta teoría del lenguaje es posible obtener una rigurosa teoría