Tu marca personal en acción. Fabián Ruíz

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Название Tu marca personal en acción
Автор произведения Fabián Ruíz
Жанр Зарубежная деловая литература
Серия
Издательство Зарубежная деловая литература
Год выпуска 0
isbn 9788417277468



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parte se ponen en contexto las marcas personales, se identifica su influencia e importancia en el entorno laboral actual y se describe el concepto desarrollado alrededor de este término desde la óptica de tu propósito de vida.

      En la segunda parte se aborda la fase del diagnóstico personal como piedra angular para el desarrollo de tu estrategia de marca.

      En la tercera se explora la referida estrategia de marca y se te brindan instrumentos metodológicos de trabajo basados en los modelos utilizados por las grandes organizaciones en diferentes regiones del mundo.

      La cuarta y última parte de este libro te invita a poner en acción tu marca personal a través del desarrollo de un plan de ­marketing propio con el fin de implementar y ejecutar la estrategia de marca que formulaste en la tercera parte.

      En suma, este libro es una reflexión estratégica sobre ti, sobre tus dones, sobre tus habilidades y sobre las enormes oportunidades que encontrarás una vez hayas puesto tu marca personal en acción a través de la metodología que te entrego aquí. ¡Disfrútalo!

      1

      TU NUEVO ECOSISTEMA LABORAL

      «Recesión es cuando un vecino pierde su trabajo. Depresión es cuando tú pierdes el tuyo».

      Ronald Reagan

      El 14 de abril de 2010, la erupción de un volcán en Islandia, cuyo nombre me resulta imposible pronunciar —Eyjafjallajökull— puso en riesgo la vida de más de 700 personas que tuvieron que ser evacuadas de sus alrededores. Aparte de esto, que no fue poco, la erupción arrojó una nube de ceniza volcánica que se expandió en la atmósfera por varios kilómetros, lo cual provocó el cierre del espacio aéreo del norte de Europa durante casi una semana, ocasionando la cancelación de miles de vuelos y el colapso del tráfico aéreo en todos los países de la región. Por aquel entonces, me encontraba en Múnich, donde quedé atrapado ante la imposibilidad de encontrar un vuelo de conexión que me llevara a casa. Tras esperar varios días y viendo que la situación empeoraba, decidí emprender un trayecto en tren a París para tratar de hallar allí una conexión aérea disponible.

      En este desplazamiento conocí a un par de jóvenes migrantes rumanos, con educación superior, que viajaban en busca de mejores oportunidades, debido a las difíciles condiciones económicas y sociales que tenían en su país. Lo que me hicieron ver estas personas fue una acuciante realidad que me dejó mucho más frío que el clima de la región: el expansivo crecimiento, desde 2005, del número de inmigrantes que llegaban a países de la zona euro y la latente zozobra de aquellos compatriotas llegados tiempo atrás y en situación ilegal, ante una eventual expulsión territorial.

      Al volver a casa, un poco más sensibilizado por la situación que me había encontrado, decidí aproximarme a la misma desde un punto de vista numérico (¡es el problema de mi condición de ingeniero!) y pude constatar aquella y otras realidades del entorno profesional a través de las estadísticas. La conclusión, que nada me sorprendió, era que debido a fenómenos de diversa índole el ecosistema laboral había cambiado tan rápidamente que en el día a día no era posible advertirlo.

      El envejecimiento de la población mundial, las crisis económicas, políticas y sociales, la globalización, la evolución tecnológica y el bombardeo de información, entre otras cosas, han contribuido a que en las últimas décadas se produzcan cambios en el entorno laboral a tal velocidad que no se podían prever años atrás.

      1.1. La globalaborización

      Usualmente empleo este término para referirme a la dinámica y a la diversidad que ha adquirido la fuerza laboral como consecuencia, principalmente, de los fenómenos de la globalización, de la migración internacional de mano de obra y de la aplicación tecnológica. Los que en algún momento nos hemos desempeñado en una multinacional hemos sido testigos en primera fila de la permanente expansión de las fronteras laborales hasta terrenos inimaginables años atrás. Pugnar por una mejor posición laboral hace 25 años era un reto que básicamente consistía en una competencia frente a otros candidatos locales. Sin embargo, esto fue cambiando con el tiempo hasta el punto de que estas oportunidades quedaron al alcance de todos aquellos con amplia disposición de movilidad laboral por el mundo.

      En este sentido, las estadísticas son contundentes. Según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el número de migrantes internacionales ha crecido rápidamente llegando en 2017 a 258 millones, la mayor parte de ellos en edad laboral, un 49% más que en el año 2000[1]. Igual que en el caso de las economías abiertas, estas tendencias exponenciales han generado una mayor consciencia sobre los requerimientos de las empresas y de la fuerza laboral para asegurar su sostenibilidad futura. Charles Darwin afirmaba: «No es la especie más fuerte la que sobrevive ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio».

      Y para responder mejor a esta metamorfosis, también las organizaciones se están adaptando a la diversidad cultural que acarrea la globalaborización. Entender, respetar y acoger distintos idiomas, religiones y valores forma parte de este ejercicio.

      Hoy día existe un tejido empresarial a lo largo del mundo que ha convertido la gestión de la diversidad cultural en una estrategia para atraer, retener y desarrollar a una población laboral de perfiles variados. Las primeras empresas que han optado por asumir con responsabilidad este proceso de adaptación han tenido que ajustar o reinventar sus procesos, así como promover una inclusión cultural en todos los niveles, alineada con los valores corporativos. Algunas de las compañías que ya transitan por este sendero son L’Oréal, Emgesa, Airbus, BBVA y British Council, entre otras.

      Finalmente, debemos reconocer el impacto que ha tenido la tecnología en todos estos procesos de globalaborización. La posibilidad de compartir conocimiento e información, incentivando el trabajo colaborativo y acortando las distancias entre las culturas gracias a la comunicación, es un elemento que seguirá evolucionando impulsado por el fortalecimiento de la hiperconectividad.

      1.2. Movimientos migratorios de mano de obra

      Por primera vez en la historia de la humanidad tenemos a más personas viviendo en centros urbanos que en las regiones rurales. Esta tendencia se acentuará, según informes de la ONU que pronostican que para el año 2050 el 66% de la población mundial vivirá en las ciudades[2].

      Este fenómeno estimula la competitividad laboral, afectando los hábitos tanto de los que viven en las ciudades como de los que proceden de las zonas rurales. Toda vez que cada día hay más mano de obra disponible alrededor de los grandes centros productivos, las personas pugnan por posiciones de trabajo, lo cual contribuye en gran medida a generar desempleo, ya que una parte de los aspirantes están poco cualificados o no tienen la suficiente experiencia para cubrir los requerimientos reales de las organizaciones.

      Como consecuencia, una porción significativa de personas se vinculan al mercado laboral a través de la ocupación informal; diagnóstico evidenciado en todo tipo de economías, incluyendo las más desarrolladas.

      Sin duda, esta situación acarrea problemas sociales y económicos de diferente índole, pero también es la fuente de las historias inspiradoras de una nueva generación de empresariado social que se ha abierto paso gracias a su vocación para el desarrollo empresarial incluyente. En este sentido, son destacables el caso de Sistema Biobolsa —fundado en México por Alex Eaton y Camilo Pagés— como solución para el desarrollo sostenible del agricultor y la protección del medio ambiente y el caso de Comproagro, emprendimiento desarrollado en ­Colombia por Ginna Jiménez y su familia, con el fin de reducir los costos de intermediación entre los productores del campo y los centros de acopio.

      Estos son solo dos de los muchos buenos ejemplos de esta clase de emprendimiento que tenemos en Latinoamérica y que deben fomentarse con mayor decisión para reducir la informalidad.

      1.3. Una convivencia entre tres y la desafiante llegada del cuarto

      Tiempo