Название | Déspotas, tiranos y otros hijos de puta |
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Автор произведения | Benjamín Troyse |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418236327 |
DÉSPOTAS, TIRANOS Y OTROS HIJOS DE PUTA
DÉSPOTAS, TIRANOS Y OTROS HIJOS DE PUTA
Investigación de Benjamín Troyse y Mario Zaragoza
Ilustraciones de Alejandro Cervera
© Los autores, 2014
© Malpaso Holdings, S. L. , 2021
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ISBN: 978-84-18236-32-7
Maquetación: Palabra de apache
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PRÓLOGO
Este libro, dispuesto como un álbum, es un recorrido histórico de los personajes que han detentado el poder —en distintas épocas y latitudes— y han abusado de su posición en su beneficio. Los personajes que aquí se encuentran aprovecharon las circunstancias —e incluso las superaron— para apoderarse del mundo, dominarlo y hacerlo suyo.
En esta galería conformada por déspotas, tiranos, dictadores y otros «hijos de puta» —como les llamamos sin discreción—, que van desde Falaris a Iván El Terrible, de Stalin a Francisco Franco y de Rafael Videla a Sadam Hussein, por mencionar algunos ejemplos, se valieron de la manipulación, la represión, la intimidación y la aniquilación para conquistar territorios, imponer sus ideas y enriquecerse. Todos ellos, algunos más sanguinarios y crueles que otros, han dejado huella en la lista negra de la historia, por lo que son fácilmente reconocidos entre la gente como arquetipos de la maldad.
A partir del artículo publicado en la revista Algarabía —hermana de esta editorial— sobre algunos de los dictadores más brutales del siglo xx, tuvimos la idea de hacer una recopilación más amplia que abarcara desde el primer registro de la historia sobre abuso de poder hasta llegar a quienes siguen dando noticia. Así fue como le dimos rostro a estos personajes y contamos brevemente las «hazañas» que los han hecho merecer un espacio en este libro.
Sea usted bienvenido a esta colección de protagonistas del mal que nos llevan por la historia para descubrir quiénes han transformado el mundo a su antojo.
BENJAMÍN TROYSE y MARIO ZARAGOZA
DE 500 A.C. A 1500 D.C.
El milenio que transcurrió del año 500 a.C. al 1500 d.C. se caracterizó por las conquistas territoriales y espirituales. Los gobernantes acumularon poder en terrenos nunca antes vistos, expandiendo sus fronteras incesantemente: los vikingos invadieron Europa desde el Mediterráneo, Islandia y Groenlandia hasta Terranova —hoy Canadá—; los mongoles se lanzaron sobre Europa, la India y parte de China; los árabes invadieron España —la que ocuparon por más de ochocientos años—; el Imperio otomano invadió Italia y el norte de África, hasta que, finalmente, España primero y después Inglaterra, Francia, Portugal y Holanda, llegaron a América con el fin de conquistar el territorio.
Además, el cristianismo y el islamismo tuvieron un crecimiento explosivo, que llegó hasta Japón, China y la India. Se construyeron grandes catedrales y mezquitas. La humanidad vivió bajo la sombra de la espada y el castigo divino. Los monarcas y líderes religiosos hacían uso de su poder sin rendir cuentas a nadie y cometían barbaridades de manera natural, como una característica normal de su desempeño, sin el menor asomo de remordimiento de conciencia. Ser cruel y sanguinario era un prerrequisito para el éxito.
La obsesión por la acumulación de fortunas personales no fue una de las principales características de los tiranos de este período histórico, ya que la mayoría nacieron siendo ricos. Sus objetivos eran el acaparamiento de territorios, súbditos y almas. El poder por el poder mismo.
FALARIS
¿?-Astipalea (Agrigento, Italia), 554 a. C. | ||
General570 a. C. a 554 a. C. | ||
Acragante(Grecia Antigua) |
Fue un dictador en el sentido amplio de la palabra, un strategos autokrator —«general con poder absoluto»— que, durante los dieciséis años que duró su gobierno, embelleció las ciudades y aumentó el poderío militar de Acragante, que en aquella época pertenecía a Grecia. Sin embargo, es más recordado por su «juguete» favorito, un espantoso instrumento de tortura conocido como el «toro de Falaris».
La historia cuenta que le ordenó al escultor Perilo que construyera un toro de bronce de tamaño real, con una abertura por la cual fuera posible introducir a una persona. Con esta escultura Falaris se entretenía torturando a quienes le desobedecían. Las personas eran encerradas dentro del animal y se prendía una hoguera a la altura del vientre del toro para que el torturado se quemara lentamente. Los gritos de agonía salían por un sistema de tubos que daban a la boca, lo cual simulaba el bramido del animal. La leyenda dice que cuando el toro estuvo terminado, Falaris lo probó con el mismísimo artífice del juguete, Perilo, y que esto, además de comer niños, solía divertir mucho al tirano en sus fiestas.
A lo largo de la historia antigua, su fama e imagen pasaron por diferentes percepciones. Plutarco lo describió como un hombre severo, por su amor a la justicia, y por muchos más fue considerado un protector y promotor de las artes y la filosofía; sin embargo, también ha sido descrito como un ser sádico y cruel que, se dice, tuvo el mismo fin que todos a quienes torturó: el bramido del toro de bronce.
CALÍGULA
CAYO JULIO CÉSAR AUGUSTO GERMÁNICO
Anzio, Italia, 12- Roma, Italia, 41 | ||
Emperador37 a 41 d. C. | ||
Imperio romano |
Fue hijo de un sobrino adoptivo del emperador Tiberio. Su sobrenombre, Calígula, deriva del latín caligae, que eran las sandalias usadas por los soldados romanos. Él solía utilizarlas cuando acompañaba a su padre en las campañas que comandaba, durante las cuales bailaba para el entretenimiento de las tropas. Tras la muerte de Tiberio, Calígula llegó al poder en circunstancias poco claras. El principio de su gobierno fue exitoso y trajo mejoras a la población, pero pronto comenzaron los excesos y abusos. En los tres primeros meses desde su coronamiento, se sacrificó a más de ciento cincuenta mil animales en su honor.
Tras recuperarse de una seria enfermedad que puso en peligro su vida —se cree que era encefalitis—, empezó a presentarse públicamente como un dios. No toleraba la oposición en el Senado, por lo que destituyó, encarceló y ejecutó a los consejeros que