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“Pensamos demasiado y sentimos muy poco”, Charles Chaplin. ¿Cuántas aristas de la vida debemos conocer para poder definirla? Los años transcurren y las leyes de la dialéctica en la realidad siguen su curso. Entender a cada ser como distinto a los demás, por tanto, únicos, desemboca en el umbral de la conceptualización personal de lo que llamamos vida. Es así como dentro de mi historia, en cada etapa ha ido transformando mi vida y mi visión sobre la misma. Lo que perdura son [sic] el mundo de las ideas esenciales que en cada despertar me recuerdan quién soy.
Mi filosofía de vida se enmarca en el descubrimiento, en conocerme y conocer. Buscar en cada persona o cosa aquella esencia que hace de lo cotidiano hermoso, mirar el mundo a través de la filantropía. Entender que la visita que damos por la vida no se regula por el poder material que se puede alcanzar, sino por el conocimiento espiritual que logramos de nosotros y del mundo.
No me defino partidario de adoctrinamientos religiosos, políticos o sociales, al considerar que el paso del tiempo transforma nuestra visión del mundo y el cambio continuo de la realidad puede generar la búsqueda de nuevos caminos, sin embargo, por sobre todo creo en la búsqueda de la felicidad propia y ajena, aquella exploración hecha en cada segundo en el regalo del presente, la finalidad absoluta de nuestro transitar. Y veo el camino del ser enfrentado al dolor, hundido y encontrándose, después de ser ceniza renacer y ser maravilloso.
Para culminar, mi filosofía de vida se basa en la lucha constante de un mundo mejor, cambiando uno podemos cambiar al mundo. (Marcelo)
Para terminar, retomemos el título de este artículo SER - SIENDO. Me parece tan profunda esta relación, con tanto sentido y significado principalmente aplicada a esta cuestión de la filosofía de vida y del posicionamiento teórico de los psicólogos clínicos en su ejercicio profesional. Ser - Siendo implica que soy psicóloga, actuando como tal; soy amante porque amo y porque cada acción de mi vida está guiada o fundamentada en el amor. Soy psicóloga clínica porque creo en la posibilidad de prevención y tratamiento, por lo tanto me involucro en actividades preventivas o de intervención. Soy terapeuta existencial porque creo en el ser humano y no juzgo a alguien como malo o sin posibilidad de cambio, creo y procuro una coexistencia pacífica.
Ser - Siendo implica un compromiso personal de consistencia y coherencia. No puedo decir que soy psicóloga porque me preocupa la gente y mostrarme indolente con quienes me rodean. No se puede decir que el psicólogo es amoral y andar por ahí juzgando a las personas calificándolas según un esquema particular de valores. No puedo, es más, no debo exigir responsabilidad, comprensión, solidaridad cuando en mis acciones diarias no se evidencia mi discurso. Como les digo a mis alumnos, no debemos esperar el día en que nos entreguen el título de Psicólogos Clínicos para comenzar a Ser Psicólogos. Desde hoy que estamos en formación somos psicólogos - siendo psicólogos; somos terapeutas existenciales - siendo existenciales y, somos humanos - ejerciendo nuestra humanidad.
El discurso, por más profundo que sea, no tiene ningún fruto si no se une inmediatamente a la acción. Para finalizar, les comparto este trabajo de un alumno, en el que se combinan los dos ejercicios previos, definición del ser humano y filosofía de vida. Se incluye además un cuestionamiento a lo planteado previamente, pues como existencial, cuestionarse y mirarse es un gran ejercicio.
CONSIDERACIONES FINALES: FILOSOFÍA DE LA VIDA Y QUÉ ES EL SER HUMANO PARA MÍ
El ser humano evidentemente es complejo en su naturaleza, por su capacidad de cognición, por lo que para hablar de una filosofía de vida empezaré explicando cómo percibo al ser humano, para posterior a eso llegar a entender la manera en que eso influye en esa filosofía de vida. Como seres humanos con esa característica de la adaptación al medio en el desarrollo de nuestra evolución y en la preservación de la especie nuestra naturaleza se convirtió en gregaria, y producto de esa naturaleza, desarrollamos diferentes habilidades para la supervivencia en este medio que por naturaleza es hostil, lleno de antagónicos que mantienen un equilibrio de especies. El haber desarrollado el lenguaje nos ha permitido almacenar información a través del tiempo y nutrirnos de esa información y experiencia del entendimiento de nuestro entorno, para así asegurar en cierta manera la prolongación de la vida, de nuestra existencia y desarrollo de nuestra especie en el entorno.
El desarrollo del lenguaje se ha dado en base a crear los signos lingüísticos, por lo que creemos que todo puede ser explicado por medio del mismo a base de dar un significado a las cosas; en resumen, el ser humano es consciente de su existencia, pero el tratar de explicar esa existencia nos lleva a creer que dicha existencia debe tener un significado; suena frustrante para el ego del ser humano vernos como algo sin significado. ¿Necesitamos ese significado realmente? Lo más probable es que no, ya que la realidad está ahí, pero nosotros como seres humanos solo damos una interpretación de esa realidad por medio del lenguaje, el cual solo el ser humano comprende; en base a este lenguaje e interacción social con los de nuestra especie hemos adoptado normas de convivencia en sociedad, las cuales el ser humano acepta y construye así la sociedad.
No me veo en la obligación de dar un significado a la existencia, ya que solo es una interpretación de nuestra realidad, por lo que si doy un significado es netamente subjetivo a la realidad natural; lo que yo he hecho para poder lidiar con esas ideas de darle significado a la vida es aceptar esa naturaleza caótica del universo, sin sentido y no romperme la cabeza tratando de asignar ese significado para subjetivamente dar un sentido a mi vida, por lo que también es hasta un poco complicado de asimilar en cierta manera, ya que considero que el ser humano solo debe disfrutar de la experiencia de la existencia como tal, por medio los sentidos que nos ayudan a percibir el mundo, e interactuar con él, ya que el ser humano tiene un tiempo limitado de existencia, y bajo mis ideas es absurdo aferrarme a la convicción de que la vida debe tener sentido como tal; en resumen, disfrutamos de la vida por medio de los sentidos, por lo que somos libres para desarrollarnos como nosotros queramos en nuestra existencia, y disfrutarla de la manera en la que consideremos mejor.
Bajo estas ideas, no le doy tanto peso a la sociedad como determinante de decidir las normas que se deben seguir para llegar a la autorrealización, el libre albedrío es natural, ya que nada define lo bueno y lo malo, el éxito o fracaso social, ya que solo es una interpretación del ser humano en sociedad. Ver al ser humano de esa manera para mí es no mentirme, es ser sincero conmigo con respecto a lo que interpreto de la vida y de la realidad, por lo que si queremos disfrutar más de nuestra existencia como tal debemos construir la sociedad que consideremos que permita gozar de esa sensación de existir. Hago la invitación de dudar un poco, ya que de una u otra manera solo es mi forma de interpretar la realidad. (Javier Fierro).
En conclusión, para ser un psicólogo clínico o un terapeuta que actúe con coherencia y con ética en su desempeño profesional es sumamente necesario que exista un posicionamiento teórico que de soporte a todas las acciones, omisiones, decisiones e implicaciones de su accionar con el paciente. Y, siendo consistentes con nuestra visión existencial, el posicionamiento teórico debería implicar necesariamente una filosofía de vida, de tal suerte que no son “meras normas” que se deben cumplir en el consultorio, sino que el o la profesional de la psicólogía clínica ES en su vida diaria SIENDO (viviendo) según su filosofía.
REFERENCIAS
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Cervone, D. y Pervin, L. A. (2009). Personalidad: teoría e investigación. México: