Y los archivos guardaron sus voces. Judith Riquelme

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Название Y los archivos guardaron sus voces
Автор произведения Judith Riquelme
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789569946851



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acciones al Gobierno polaco en exilio:

      “Tengo el agrado de comunicar a US. cuanto precede para su conocimiento y a fin de que si lo estima oportuno, lo haga saber al representante diplomático de Polonia (en Chile)”… alusión explícita a Wladyslaw (Ladislao) Mazurkiewicz. Ramón Briones Luco... (Firma manuscrita)30.

      No hay que olvidar que Chile se hace cargo de los Intereses Polacos en Italia en el momento en el cual ya se había firmado el pacto comercial Ribentrop-Molotov (23 de agosto de 1939) y el pacto de no agresión (19 de agosto de 1939) entre la URSS y Alemania, o sea, entre Stalin y Hitler. La Segunda Guerra Mundial acababa de comenzar, Polonia ya había sido invadida y el 20 de noviembre de ese año la Unión Soviética invade Finlandia. El Gobierno de Polonia en exilio no solamente no es reconocido, sino que después del 23 de agosto de 1940 Polonia deja de existir formalmente, y como se ha señalado, los polacos en la Italia de Mussolini pierden sus derechos incluyendo el derecho a la circulación y muchos son internados en campos de concentración. En base a lo anterior, el 11 de septiembre de 1940, Ramón Briones Luco, embajador de Chile ante Italia, señala:

      “Señor Ministro: El 24 de agosto último se produjo una variación substancial en la situación de los territorios polacos ocupados por Alemania. Desde el principio de la ocupación estos territorios han atravesado por tres períodos:

      El primero abarca el tiempo comprendido entre la ocupación y la fijación de límites con Rusia; el segundo, en el que se organizó definitivamente el régimen administrativo de territorio ocupado; y el tercero, denominado de “gobierno general” instaurado el 24 de agosto pasado y por el que Polonia perdió el carácter de territorio ocupado y pasó a formar parte de la nación alemana.

      Esta nueva situación de la Polonia ocupada por el Reich, debemos considerarla en relación con la protección de los Intereses Polacos en Italia, de que esta embajada se hizo cargo a pedido de la exembajada polaca ante el Quirinal y con la aprobación de ese ministerio. Hasta hoy, esta embajada se ha ocupado con todo interés de estos asuntos y le ha correspondido intervenir en numerosos casos, ya sea para proporcionar ayuda pecuniaria a los polacos más necesitados, haciendo intervenir a la Cruz Roja Polaca, la Santa Sede, la Nunciatura Apostólica en Roma y las Asociaciones Israelitas del Reino, que disponen de fondos para ello; ya sea para pedir la libertad de los que han sido encarcelados, o para apoyar solicitudes de visación de pasaportes ante diversas representaciones diplomáticas y consulares, etc. En muchos de estos casos los resultados obtenidos han sido plenamente favorables y se han podido solucionar situaciones penosas de súbditos polacos que se encuentran en Italia, abandonados a su propia suerte y constantemente expuestos a ser encarcelados o recluidos en campos de concentración, sin otro delito que su calidad de ciudadanos de Polonia.

      A pesar de que el Gobierno de Italia no reconoce actuaciones oficiales de esta embajada en cumplimiento de su misión protectora de los Intereses Polacos en el Reino, por las razones que di a conocer a US. en mi oficio confidencial ٦٢٩/٥٧ del ٢٦/٦/٤٠; sin embargo, hasta ahora hemos encontrado amplia comprensión de parte de las autoridades a que nos hemos dirigido.

      Sobre la nueva situación creada en los territorios polacos ocupados por Alemania… el Gobierno de Italia hasta ahora no se ha pronunciado. En consecuencia no he creído necesario variar en forma alguna los procedimientos que desde el principio puso en práctica esta Embajada en cumplimiento de su misión especial; pero deseando proceder de acuerdo con el criterio del Departamento, agradeceré a US. decirme qué actitud deberé adoptar si Italia se solidariza en cualquiera forma con el nuevo estado de cosas instaurado en Polonia por el Reich. Si US estima que de tal solidaridad debiera derivarse el término de nuestra intervención en los asuntos polacos, sería necesario saber si deberé continuar protegiendo estos mismos intereses en lo que se refiere a los ciudadanos de los territorios de Polonia, hoy en poder de Rusia. Dios guarde a US. Ramón Briones Luco” (firma manuscrita)31.

      Adjunta a la carta, está la respuesta del Departamento, del 9 de octubre de 1940 con el número de página 146 y que tiene membrete del ministerio y firma manuscrita en que le dan una cuidadosa luz verde para operar si los italianos no se oponen. Se transcribe completa:

      “En el caso a que se refiere el oficio adjunto del 11 de septiembre de 1940 de nuestra Embajada de Italia, mientras sea posible a dicha embajada realizar alguna acción benéfica en el sentido a que la citada comunicación alude, tanto respecto a los habitantes u oriundos de los territorios polacos actualmente en poder de Alemania, aún después de la formal incorporación en agosto último de esos territorios, al de Alemania, como en poder de Rusia, correspondería en las presentes circunstancias proseguir esa acción e intentarla en la forma y medida que la justifiquen y permitan las circunstancias de cada caso. Serían deberes concurrentes en el caso en cuestión el de tratar de proceder en semejante forma, dado el encargo de la exembajada polaca en Italia, que nuestra embajada en este último país aceptó con aprobación del ministerio, y a la vez el deber de proceder en el desempeño del mismo encargo mientras quepa proseguirlo con la mesura y caracteres que corresponden a nuestra posición de neutrales y a la cordialidad de nuestras relaciones con el Gobierno italiano. Tan pronto como se haga saber o entender a nuestra Embajada que es voluntad de Italia que no prosiga la intervención de nuestra aludida embajada en los asuntos en cuestión, correspondería poner término a tal intervención, pues no podría pretenderse una acción de tal género contra la voluntad del Gobierno ante el cual hubiera de realizarse. Santiago, octubre 9, 1940” (firma manuscrita ilegible).

      Ambos documentos dan luz sobre situaciones sumamente complejas: por una parte, evidentemente Abraham Ortega apoya el trabajo de Ramón Briones Luco para ayudar a los ciudadanos que han perdido justamente eso: su ciudadanía. En segundo lugar, dado que todo ello es oficioso, el lenguaje es más cuidadoso aún. Además, se expresa otra preocupación del embajador: ¿Qué pasa con los ciudadanos polacos que en este momento en realidad vienen o vinieron de los territorios que ha ocupado la URSS? Dilema no menor en el contexto de una guerra.

      El 29 de noviembre de 1940 el embajador Briones Luco ya tiene más clara la situación que debe enfrentar más allá de lo diplomático, la ayuda financiera.

      “Señor Ministro: Desde que el subscrito, a pedido del exembajador de Polonia ante el Quirinal y con la autorización de ese Ministerio, se hizo cargo de los Intereses Polacos en Italia, esta embajada se ha preocupado diariamente y con el mayor interés de solucionar las numerosas dificultades que se han presentado a los ciudadanos de esa nacionalidad.

      La prolongación del conflicto europeo agrava cada día más el problema, ya que, de los dos mil polacos, más o menos, que residen en el Reino, por lo menos una cuarta parte tiene urgente necesidad de ayuda pecuniaria, ya sea para subsistir aquí, ya para salir del territorio. Además, varios centenares de individuos se encuentran en campos de concentración, sometidos a un régimen de privaciones y dificultades. Todas esas personas se han dirigido a la embajada y hasta ahora, en materia de auxilio en dinero no ha podido hacer otra cosa que recomendar a los más necesitados al Vaticano, a la Nunciatura Apostólica en Roma, a la Cruz Roja Polaca, al American Friends Committee, etc., que algunas veces han proporcionado fondos directamente a los interesados.

      El embajador de Polonia ante el Quirinal, cuando partió de esta capital, manifestó por medio de su consejero, que en poder del embajador de Polonia ante la Santa Sede quedaría una importante suma de dinero, que podría emplearse en la protección de los ciudadanos polacos más necesitados; pero en realidad, según se me ha informado, esos fondos han sido destinados a otras finalidades, entre las que figura la mantención de la propia Embajada ante la Santa Sede.

      Los fondos de que disponían algunas de las instituciones a que antes aludo se van agotando y llegará el momento que ninguna pueda prestar ayuda a los ciudadanos polacos.

      Ante las insistentes demandas de dinero que recibe esta Embajada, me ha parecido oportuno poner los hechos en conocimiento de US., para que si lo cree necesario se informe sobre ellos al Gobierno de Polonia, que tiene actualmente su sede en Londres, por medio de nuestra Embajada en Gran Bretaña o la Legación de Polonia en Santiago, en vista que esta embajada no tiene comunicación directa con el Gobierno polaco.

      Para prestar un auxilio eficaz a los ciudadanos polacos que se encuentran en Italia, esta embajada