Y los archivos guardaron sus voces. Judith Riquelme

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Название Y los archivos guardaron sus voces
Автор произведения Judith Riquelme
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789569946851



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previo de la agresión”23.

      En cuanto a la situación interna de Italia, la comunicación de Infante Biggs, del 11 de noviembre de 1939, reseña el complejo panorama de cambios que experimenta la política italiana, resumido en un “cambio de guardia” en todos los campos de la política y en la conformación de varios grupos diferentes, si bien todos cercanos a Mussolini, con ciertas diferencias, especialmente la posición del conde Ciano, que se ha acercado al Rey y a la nobleza italiana hasta declarar que “su país no entraría a la guerra porque Vittorio Emmanuele III no quería”24.

      Por su parte, el embajador Briones Luco informa al Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio, con fecha 24 de abril de 1940, que son anti-guerra S.M. Víctor Manuel y el conde Ciano. Ambos dicen que Mussolini “necesita la guerra para salvar el partido”.

      “Mussolini tiene siempre razón –es un dicho fascista–. Hasta ahora los hechos han probado la inefabilidad de esas cuatro palabras; la fortuna ha ayudado al Duce. El presente constituye, sin embargo, un cuadro mil veces más complicado que el pasado. Los acontecimientos se suceden ahora con rapidez e imprecisión, y es difícil para un hombre, por muy capaz y preparado que sea, preverlo todo y tener la convicción de no haberse equivocado. Si Italia entra en la guerra europea y vence, el Partido se salva; pero si la pierde, tal vez del fascismo no quedaría más que el recuerdo. Si el Reino permanece extraño al conflicto, la suerte del Partido es una interrogante y podría decirse que su subsistencia dependerá del desarrollo de los acontecimientos y de su duración, factores que quedan fuera del control del gobierno italiano. Dios guarde a US.”25.

      El 4 de junio de 1940, después de una entrevista con el canciller conde Ciano, el embajador Briones Luco actualiza su informe respecto a la situación de los chilenos en caso de guerra, pero proyecta el tema con mayor amplitud sobre el futuro de Europa:

      “Me expresó que Italia pronto entraría a la guerra y que nuestros connacionales tendrían todas las facilidades que se otorgan a los ciudadanos de los países amigos, y que después de producida la guerra, podrían salir por Suiza, si quedaran clausurados los puertos italianos… Aquí se encuentra –de incógnito– el exministro de Relaciones Exteriores de Francia, M. Laval, antiguo amigo de la Italia, y se rumorea que está haciendo proposiciones de paz. Niza, Córcega, Gibuti, Suez, Túnez y otras reivindicaciones serían aliciente suficiente. Pero se dice, también, que Mussolini contestó a estas insinuaciones de Laval, que había llegado con un año de atraso… La entrada de la Italia a la guerra va a ser indudablemente un golpe mortal para los aliados y desvanecerá su última esperanza de triunfo… En fin, señor Ministro, si no se verifica el milagro del que habla Reyunad, el cetro de Europa pasará a Alemania y sus aliados en este conflicto. Dios guarde a US. Ramón Briones Luco” (firma manuscrita)26.

      La nota de Briones Luco, del 20 de junio1940, al ministro de Relaciones Exteriores marca el inicio oficial, de acuerdo con los documentos revisados, del “Encargo de los Intereses Polacos”27 y la ambigüedad que desde el principio acompaña este proceso. La Embajada de Chile se hace cargo de la protección de ciudadanos cuyo país no es reconocido por el país donde está la representación chilena, con una misión que por lo tanto no puede ser oficial. En esas aguas debe navegar Ramón Briones Luco, con los agravantes de la falta de recursos y en un medio internacional en guerra, amén de conflictos en el ámbito chileno. Se expone inextenso porque define con mucha exactitud todo este período:

      “Señor Ministro: En conformidad con las instrucciones impartidas por US. en telegrama Nº 19 del 11 del corriente, acepté tomar bajo la protección de esta embajada los intereses polacos en Italia, de lo que di cuenta a US. por cablegrama Nº 24 del 12 del presente.

      El embajador de Polonia comunicó este hecho al Gobierno del Reino, lo que yo también hice a mi vez, en una breve nota oficial. La Cancillería italiana no me ha contestado hasta este momento dicha nota. Yo creo que el retardo del Gobierno italiano para dictar alguna providencia sobre este particular se debe a la situación bélica en Francia, en donde el ejército alemán adelanta vertiginosamente y puede tomar posesión de Angers, ciudad en que se halla establecido el Gobierno polaco, de un momento a otro; con lo cual desaparecería éste del continente europeo.

      El nuncio apostólico, monseñor Borgongini Duca, que también ha recibido el encargo de proteger ciertos establecimientos eclesiásticos franceses y polacos, con quien he conversado sobre esta actitud del Gobierno italiano, me ha dicho que a él tampoco se le ha contestado; pero que ha procedido a desempeñar su encargo sin mayores dilaciones. Yo he adoptado el mismo temperamento.

      Hemos convenido que en caso de dificultades tendríamos una nueva conversación sobre el particular. Dios guarde a US. Ramón Briones Luco”(firma manuscrita)28.

      Continuando con el tema de la oficialización del encargo de los Intereses Polacos por parte de la embajada, el 26 de junio de 1940 el embajador Briones Luco señala al ministro de Relaciones Exteriores y Comercio, que dado que los italianos no habían contestado su nota acerca de que se han hecho cargo de los asuntos polacos y que los ciudadanos polacos,

      “…apremiaban a esta embajada, para que se ocupara de sus intereses ante las autoridades del Reino, estimé conveniente conocer previamente el motivo del silencio guardado por el Palacio Chigi. En una entrevista celebrada ayer con el señor Guarneschelli, vicedirector de los Negocios Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores, este funcionario manifestó al consejero de esta embajada que mi nota se había recibido oportunamente y que se le habían dado instrucciones para comunicarnos verbalmente que no se contestaría porque Italia no ha reconocido nunca al Gobierno polaco que tenía su residencia en Angers y, por lo tanto, era imposible que ahora se refiriera a él en comunicación dirigida a la Embajada de Chile, aun cuando fuera indirectamente, porque esto podría ser interpretado por alguno en el sentido de que se le reconocía… Hasta el día de la partida de Italia de los diplomáticos polacos se mantuvo con ellos relaciones amistosas y cordiales; pero en ningún sentido oficiales. Con los encargados de los asuntos polacos en Italia, en lo que a ellos se refiere, se mantendrá la misma actitud y la Embajada de Chile –dijo el señor Guarnechelli– pueda estar cierta que los funcionarios de la Cancillería, a título humanitario, no tendrán inconveniente en atender los casos que oficiosamente se les señalen… Ramón Briones Luco” (firma manuscrita)29.

      Para ilustrar más precisamente la validez de las acciones que emprenden en materia de protección de ciudadanos polacos, el 11 de julio de 1940 el embajador Ramón Briones Luco informa al ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Chile sobre el valor que darían las autoridades del Reino de los pasaportes, certificados, cartas de presentación emitidos por la embajada para ciudadanos polacos ante autoridades italianas. Ante las consultas realizadas, la respuesta fue que “las actuaciones carecerían de valor para las autoridades del Reino”. De acuerdo con eso Briones Luco informa del hecho a los consulados de Chile en Italia y los instruye en el sentido que,

      “…dichas visaciones o renovaciones tendrán valor para nuestro Gobierno y aún es posible que también lo tengan para algunas naciones, especialmente las que han seguido reconociendo al Gobierno polaco al que antes me refiero. Por consiguiente, si algún ciudadano polaco solicita la renovación de su pasaporte y prueba que esa renovación deberá servirle para obtener una visación no italiana, nuestros cónsules pueden concederla… Si dicha renovación es para permanecer en el país, no deberán concederla porque las autoridades italianas han prometido no molestar a los ciudadanos polacos que tengan su pasaporte vencido y permitirles su salida del país si pueden hacerlo.

      En cuanto al otorgamiento de copias de documentos que deban tener valor en Italia, no puede ser hecho por nuestros consulados, ya que no serían válidas ante las autoridades del país. Dichas copias deberán ser dadas por un notario italiano.

      Por último, nuestros cónsules prestarán toda ayuda que necesiten los súbditos polacos, siempre que no se trate de dinero, pero deberán abstenerse de dirigir oficios o comunicaciones a las autoridades. Cualquiera intervención que se haga deberá ser verbal… Completando esas instrucciones, debo comunicar a US., y a fin de que lo haga saber a todos los consulados de su dependencia inclusive Roma, que deberá cobrarse por dicha renovación de pasaportes, el derecho fijado en el Arancel Consular de Chile, haciéndolo figurar en sus