Название | Manual de psicología |
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Автор произведения | Luz María Edwards García Huidobro |
Жанр | Книги для детей: прочее |
Серия | |
Издательство | Книги для детей: прочее |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789561235052 |
Anna O. era una mujer joven de gran belleza e inteligencia. Sus síntomas neuróticos eran: parálisis, inhibiciones y perturbaciones psíquicas. Bajo la hipnosis, ella era capaz de explicar las causas de su dolencia y al reaccionar activamente ante ellas, el síntoma desaparecía. A la descarga emocional del paciente, Breuer la llama catarsis, palabra griega que significa purificación.
Sigmund Freud.
El inconsciente
A través de sus experiencias en el tratamiento de enfermos mentales, Freud descubre la gran importancia de una zona oscura, que no es accesible en forma normal a la persona y que es determinante en su vida. Se trata del inconsciente, que es dinámico. Freud lo compara a una caldera en ebullición; está permanentemente influyendo en la vida sin poder tener la persona un manejo de él debido a su desconocimiento. Constituye la mayor parte de la vida psíquica y en él se encuentra el origen de los trastornos psicológicos. La hipnosis, utilizada por Breuer, era un cierto camino para llegar al inconsciente.
Freud, en un comienzo, sigue con sus propios pacientes utilizando el método de la hipnosis para penetrar en las causas profundas de los trastornos psíquicos. Estas causas en la histeria producen trastornos físicos, los que Freud atribuye a un proceso de canalización de la energía que no encuentra su expresión adecuada.
Este método de la hipnosis no convence plenamente a Freud, porque muchos pacientes no pueden entrar en el sueño profundo de la hipnosis y por otra parte, cuando lo hacen, no pueden recordar lo que pasó durante el tiempo que estuvieron hipnotizados; sólo podían saberlo por el psicoanalista. Él busca otro modo de llegar a las causas inconscientes y producir la catarsis liberadora.
Libre asociación. Freud descubre que sus pacientes en un estado de relajación –para lo cual se recuestan en un diván– y dejándolos que hablen libremente, asocian diferentes elementos, con lo que van sacando a la luz experiencias, en general de su primera infancia, que están en su inconsciente y que van dando pistas al psicoanalista para ir uniéndolas y ayudándose con algunas intervenciones –las mínimas– a descubrir las causas de los trastornos psíquicos.
Estas experiencias infantiles, causantes de los problemas posteriores de neurosis e histeria, han sido traumáticas –es decir, han producido un shock imposible de asimilar normalmente por la persona–, por lo que ésta permanece con una fijación en los elementos del momento traumático, y es incapaz de salir de ella por sus propios medios.
La asociación libre es complementada por el psicoanalista con una asociación dirigida, pues al ir él uniendo elementos descubiertos en el tratamiento, quiere ahondar en lo que percibe como conflictivo y, para ello, le pide al paciente que vincule estos elementos con los que el psicoanalista ha registrado previamente.
Interpretación de los sueños. Otra manera de darse a conocer el inconsciente es a través de los sueños. La teoría de Freud es que en el estado de vigilia existe una censura que no deja pasar elementos inconscientes que no están conformes con las costumbres o reglas sociales o con el propio sentido de lo que es correcto o moral, elementos que han sido reprimidos.
Sin embargo, en el sueño se manifiestan sentimientos o deseos reprimidos, ya que la censura disminuye en ese estado. La manifestación de ellos no es clara, pues el inconsciente usa ciertos mecanismos para disfrazar los deseos y sentimientos y así engañar a la censura, la que está disminuida pero no suprimida.
Los mecanismos más utilizados son el de sustitución, por el cual se reemplaza una persona u objeto por otro con el que existe una relación, y el de simbolización, en el que se utilizan símbolos que representan determinadas realidades; por ejemplo, el nacimiento, a través del agua; la muerte, a través de un viaje o partida.
El psicoanalista interpreta estos sueños, que le ayudan, juntamente con el material que ha ido elaborando de la libre asociación, a penetrar en las causas inconscientes del trastorno psíquico.
Maurits Cornelis Escher, “Print Gallery”, grabado de 1956.
Actos fallidos. Son actos equivocados, pero que tienen la particularidad de estar señalando un material inconsciente, ya sea un sentimiento o un deseo.
Ejemplo: el papá de una novia, quien internamente no aceptaba al novio de su hija, después de la bendición de las argollas en que todos los abrazan felicitándolos, abraza al novio y le dice “Hasta lueguito”.
Hasta aquí hemos visto al psicoanálisis como un método terapéutico. Así nació con Freud y, con algunas modificaciones, aún se usa como terapia; pero Freud descubrió que la mente de las personas sanas no funciona en forma diametralmente distinta que la de las enfermas, y que los descubrimientos que él había hecho con personas histéricas o neuróticas servían para todos los seres humanos. De modo que la importancia del inconsciente en el actuar humano es común a todos los hombres, y los sueños y actos fallidos como revelación del inconsciente son también comunes.
TEORÍA DE LA PERSONALIDAD
Freud desarrolla una teoría de la personalidad que pretende explicar la dinámica y los conflictos, en general, de los seres humanos.
La personalidad está constituida por tres elementos:
1º. El Ello. Es la parte que tiene la energía, la fuerza del individuo: en ella se encuentran los instintos. Freud le da la mayor importancia al instinto sexual, que está en función de la conservación de la especie.
Este instinto es la principal energía de la persona, él lo llama libido y es reprimido en función de principios sociales, morales o religiosos. Al ser reprimido y no encontrar su natural cauce de expresión, produce los trastornos psicológicos.
El pensamiento de Freud respecto a la sexualidad es muy novedoso en su época, pero genera gran escándalo. Es la época de la moral victoriana en que todo lo sexual era especialmente escondido y reprimido. Freud afirma que la sexualidad y el placer erótico están presentes desde que el niño nace.
Él extiende esta identificación de sensaciones placenteras con lo erótico aun a sentimientos no corporales; por ejemplo, a la ternura, que la ve como una sublimación de lo sexual. Elabora, a su vez, una teoría sexual para explicar el apego del hijo a la madre en los primeros años de la niñez, teoría que se conoce como el complejo de Edipo, recordando la tragedia griega en que el hijo se casa con la madre y mata al padre. El niño, según Freud, en sus primeros años, siente atracción por la madre y celos de la relación de la madre con el padre, por lo cual rechaza al padre; pero al mismo tiempo se siente culpable de este rechazo, porque también él quiere al padre. Y aquí comienzan los conflictos que pueden llevar a una neurosis. Este complejo debiera irse solucionando normalmente, alrededor de los siete u ocho años, en que el padre empieza a ser modelo de masculinidad para el niño. A veces, el complejo de Edipo no se soluciona y el hijo queda pegado en la relación absorbente con la madre y en el rechazo al padre. En el caso de la niña, la atracción es hacia el padre y los celos con la madre; éste es llamado el complejo de Electra.
“Narciso”, Michelangelo Merisi da Caravaggio, 1545.
Cuando la energía sexual queda fijada en el propio yo, se produce el problema del narcisismo –término también tomado de la mitología griega en que Narciso se enamora de su propia imagen–. El narcisismo impide la posibilidad de amar a otro.
Esta importancia tan grande del instinto sexual como fuente primordial de energía y también como la causa de los conflictos psicológicos, ha sido de las partes más discutidas de la teoría freudiana y de ella se alejaron sus primeros y muy importantes discípulos: Adler y Jung.
Adler