Название | Drogas inteligentes |
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Автор произведения | Juan Carlos Ruiz Franco |
Жанр | Сделай Сам |
Серия | |
Издательство | Сделай Сам |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788499101088 |
Siguiendo otros criterios menos ambiciosos y más realistas, las drogas inteligentes pueden hacer tres cosas por el cerebro:
1. Reducir el daño que recibe de influencias externas diver-sas y ralentizar el deterioro más o menos natural de sus funciones, propio del proceso de envejecimiento.
2. Reparar parte del daño ya hecho, debido a agresiones de cualquier tipo.
3. Mejorar sus funciones por encima del nivel normal siguiendo diversos mecanismos, que pueden consistir en aportar más oxígeno al cerebro, incrementar los niveles de neurotransmisores, inhibir su degradación, dilatar los vasos sanguíneos cerebrales, etc.
Es posible que alguien piense que el deseo de incrementar el rendimiento por medio de la ingestión de sustancias químicas es algo novedoso y propio de nuestro tiempo. Sin embargo, como ya hemos señalado, el ser humano siempre ha consumido productos naturales y de síntesis en busca de estímulos que modifiquen su estado de ánimo y que le permitan mejorar en uno u otro sentido. Lo que sucede hoy día es que, tras muchos años de represión, estas tendencias parecen tomar nuevo auge, gracias a quienes ofrecen información sobre este tipo de sustancias y a los nuevos medios de comunicación que, como Internet, permiten la libre difusión de conocimientos.
Notas bibliográficas
(1) Los libros sobre Filosofía de la Mente son legión. Para una explicación didáctica de las principales tendencias, recomendamos la lectura de:
García, Emilio. Mente y cerebro. Síntesis Editorial, 2001.
Searle, John R. El misterio de la conciencia. Ediciones Paidós. Barcelona.
Penrose, Roger. La nueva mente del emperador. Editorial Mondadori.
(2) Éste es uno de los temas centrales de la filosofía de Sergio Rábade, catedrático de la asignatura «Teoría del Conocimiento» en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, y de quien tuve el honor de ser alumno. En Experiencia, cuerpo y conocimiento (publicado por el CSIC, en Madrid, 1985), Estructura del conocer humano y otras obras expone su concepción sobre corporeidad y percepción, manteniéndose muy próximo al filósofo francés Merleau-Ponty. Es importante resaltar que, a pesar de hablar del cuerpo como sujeto de la experiencia y de la percepción, ambos se mantienen lejos de las posturas materialistas.
(3) Para una amplia perspectiva sobre la filosofía en la antigüedad, pueden consultarse diversas obras y manuales, como:
Guthrie, W. K. C. Historia de la filosofía griega. FCE.
Capelle, W. Historia de la filosofía griega. Editorial Gredos.
Mosterín, Jesús. Historia de la filosofía. Alianza Editorial.
Para rastrear a los autores de la patrística cristiana que utilizaron argumentos, conceptos y teorías tomados de la filosofía griega, puede acudirse a obras sobre la historia de la filosofía en los primeros siglos de nuestra era, como por ejemplo.
Gilson, Etienne. La filosofía en la Edad Media. Editorial Gredos.
Para el tema más específico de las influencias de la filosofía y la cultura clásica sobre el cristianismo:
Jaeger, Werner. Cristianismo primitivo y paideia griega. Fondo de Cultura Económica.
Cochrane, Charles Norris. Cristianismo y cultura clásica. Fondo de Cultura Económica.
(4) Lo esencial del sistema cartesiano está recogido en sus obras Discurso del método y Meditaciones de Filosofía Primera.
Interesante para conocer las teorías de Descartes:
Rábade Romeo, Sergio. Descartes y la gnoseología moderna. Madrid, 1971. G. Del Toro.
(5) Dos obras clásicas, que aparecerán varias veces en este libro y que tratan la hipótesis de las monoaminas son:
Snyder, Solomon. Drogas y cerebro. Editorial Prensa Científica.
Stahl, Stephen M. Psicofarmacología esencial. Editorial Ariel.
(6) La obra, ya clásica, donde se exponen las raíces históricas de la persecución y prohibición de las sustancias psicoactivas, junto a una monumental historia de las mismas y la descripción de sus efectos y propiedades, es:
Escohotado, Antonio. Historia general de las drogas. Espasa Calpe.
(7) Expresión del filósofo francés Michel Foucault, popularizada por el filósofo español Fernando Savater.
(8) Para leer concepciones interesadas o manipuladas sobre el término «droga», puede acudirse a:
Leech, Kenneth. Lo que todo el mundo debe saber sobre las drogas. Plaza y Janés.
Freixa, F, Soler, P. A. et al. Toxicomanías. Un enfoque multidisciplinario. Editorial Fontanella.
Hodgkinson, Liz. Las adicciones. Editorial Edaf.
Coleman, Vernon. Adictos y adicciones. Editorial Grijalbo.
Laurie, Peter. Las drogas. Alianza Editorial.
(9) Escohotado, Antonio. Obra citada.
(10) Giurgea, Cornelius (1973). «The Nootropic approach to the pharmacology of the integrative activity of the brain» Cond Reflex 8, 108-115.
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Eficacia y seguridad de las drogas inteligentes
2.1 ¿Son de verdad eficaces estas sustancias?
El propósito de este libro es describir los beneficios que implica el consumo de cierto tipo de sustancias, las llamadas drogas inteligentes. Sin embargo, antes de seguir adelante hay que advertir que ninguno de estos productos es la panacea universal. Cualquier alimento o vitamina puede ser beneficioso en unos casos y no en otros, e incluso resultar contraproducente en ocasiones. Hay que tener en cuenta que cada organismo es distinto y que lo que para unos constituye una bendición, para otros puede convertirse en un veneno, o simplemente no ejercer acción alguna.
Otro punto importante es que el efecto placebo está siempre presente en la toma de cualquier nutriente o droga. Multitud de experimentos han demostrado que la administración de sustancias desprovistas de cualquier tipo de actividad va seguida de notables cambios en el sujeto si está acompañada de sugestión y de cierto ritual que claramente influye en su psique. Hay muchas personas en las que el simple hecho de mentalizarse de que algo va a hacerles efecto induce a sus organismos a segregar sustancias beneficiosas, responsables de los resultados visibles. Por eso, a veces será difícil distinguir entre lo que puede producir la confianza ciega en que algo funcione y las propiedades reales de la droga en cuestión. El que sean escasos los experimentos a doble ciego con drogas inteligentes dificulta aún más la tarea.
2.2. ¿Son seguras las drogas inteligentes?
Debemos partir del hecho de que ningún alimento, vitamina o producto químico es totalmente seguro, y de que hay personas con alergia o sensibilidad incluso a la más inocua de las plantas. Sin embargo, es cierto que hay sustancias potencialmente más dañinas que otras.
En el caso de las drogas inteligentes, existen pocos estudios sobre sus efectos en usuarios sanos, debido a que pocas instituciones científicas están interesadas en organizar experimentos sistemáticos. Tenemos que reconocer que es cierto que existen pocas investigaciones serias sobre este tipo de sustancias, en comparación con todas las que se realizan con los productos comúnmente prescritos por la clase médica. Éste es uno