Pilates y rehabilitación. Beth A. Kaplanek

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Название Pilates y rehabilitación
Автор произведения Beth A. Kaplanek
Жанр Сделай Сам
Серия
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499105918



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son una combinación de un anestésico local (lidocaína) y un corticosteroide. Estas inyecciones se realizan bajo guía fluoroscópica y se limitan a tres o cuatro al año. Demasiadas infiltraciones pueden provocar debilidad de los tejidos conectivos que rodean la articulación, así como deterioro del cartílago articular, haciendo que el tratamiento resulte menos efectivo a medida que pasa el tiempo. Si son necesarias más de cuatro infiltraciones al año, es necesario valorar tratamientos alternativos.

      Los síndromes de cadera más frecuentes, como la bursitis trocantérea, la tendinitis del psoasilíaco y el síndrome de la cadera en resorte, pueden tratarse sin cirugía. Generalmente, estos síndromes se asocian con ligeras lesiones por sobrecarga. Muchas veces, el inicio del dolor y la discapacidad se relacionan con un cambio en las sesiones de ejercicio o en las actividades laborales, o con el inicio de nuevas aficiones o actividades. Cada año, estas patologías tratables son responsables de varios cientos de miles de visitas al traumatólogo. Atendiendo a los objetivos de este libro, este capítulo se centra en los frecuentes síndromes de cadera que se enumeran: bursitis trocantérea, trastornos del músculo psoasilíaco y artritis.

       Bursitis trocantérea

      Hay muchas bursas adyacentes a la articulación de la cadera, y existe cierta discusión acerca del número y localización exactos de estas bursas. La bursa trocantérea es un origen frecuente de dolor, y con frecuencia este dolor se denomina síndrome doloroso del trocánter mayor (Shbeeb y Matteson, 1996). Con frecuencia, este síndrome se describe como un dolor en el lateral de la cadera que afecta habitualmente a pacientes ancianos y de mediana edad, con cierta predominancia en el sexo femenino (Bird et al., 2001). El inicio del síndrome puede relacionarse con un incidente traumático, aunque con frecuencia es insidioso. El dolor en el lateral de la cadera puede irradiar hacia abajo, hasta el lateral de la rodilla (Shbeeb y Matteson, 1996). Los pacientes informan de dolor cuando duermen sobre el lado afectado, así como cuando realizan alguna actividad o permanecen sentados durante un período prolongado. Los hallazgos de la exploración física generalmente incluyen marcha antiálgica, dolor a la palpación sobre el trocánter mayor, crepitación o chasquido al caminar, rango de movimiento de la cadera normal, y dolor a la abducción resistida o a la extensión y la aducción pasiva (síndrome de la cintilla iliotibial).

      La localización de la bursa del trocánter mayor tiende a que el síndrome doloroso del trocánter mayor se solape por otros trastornos musculosqueléticos como desgarros y tendinitis de los músculos glúteos medio o menor, enfermedades o trastornos intraarticulares de cadera, artritis reumatoide, inflamación posquirúrgica secundaria a la colocación de prótesis y otros síndromes de diferentes bursas, tanto del psoasilíaco como de la rama isquiática (Archibeck, 2007). La bursa trocantérea se sitúa en un plano profundo a la fascia lata en el lateral de la cadera, cubriendo una porción del glúteo medio, el trocánter mayor y el complejo del vasto lateral (Archibeck, 2007). En un estudio, en más del 63% de los pacientes con bursitis trocantérea diagnosticada clínicamente se observó, mediante resonancia magnética, que tenían una lesión concomitante del tendón del glúteo medio (Bird et al., 2001). Habitualmente, el diagnóstico se establece basándose en la exploración física y en la historia clínica; sin embargo, puede usarse la radiografía simple, la resonancia magnética, la tomografía computarizada y la ecografía para diagnosticar los casos refractarios o ambiguos.

      La forma de tratamiento más habitual para la bursitis trocantérea es no quirúrgica e incluye antiinflamatorios orales o tópicos, fisioterapia convencional centrada en el estiramiento de la cintilla iliotibial y el fortalecimiento de los abductores, ultrasonidos y masaje. En los casos refractarios, una infiltración localizada compuesta de un anestésico local y un corticosteroide puede administrarse directamente en el origen del síndrome doloroso del trocánter mayor. Las infiltraciones pueden realizarse cada tres o cuatro meses, y sirven como diagnóstico y como forma de tratamiento. Generalmente, el 60-70% de los pacientes notan una mejora significativa de los síntomas cuando se realiza una infiltración con corticosteroides correctamente situada (Ege Rasmussen y Fano, 1985; Shbeeb y Matteson, 1996). En contadas ocasiones, puede ser necesario realizar una escisión quirúrgica de la bursa, retirar la prominencia trocantérea o aflojar o alargar la cintilla iliotibial; sin embargo, el alivio permanente del dolor es impredecible. Antes de la intervención quirúrgica, debe verificarse el diagnóstico de bursitis trocantérea para evitar un tratamiento quirúrgico basándose en un diagnóstico incorrecto.

      Actualmente, no se ha documentado el uso del método Pilates para el tratamiento de la bursitis trocantérea. En el capítulo 7 (pág. 336) se muestra un ejemplo de una secuencia del programa recomendado de Pilates para el síndrome doloroso del trocánter mayor. Un calentamiento consistente en ejercicios de respiración, báscula pélvica, pliegue de rodilla, presión con aductores y preparación abdominal ayuda a preparar al paciente para la pauta más enérgica que se iniciará a continuación. Las primeras series de ejercicios de Pilates se centran en fortalecer el core y constan de los siguientes ejercicios: la centena, medio roll-up y roll-up completo. Puesto que la bursitis trocantérea con frecuencia forma parte de un síndrome doloroso más amplio, se recomiendan los siguientes ejercicios para ayudar al estiramiento y fortalecimiento general de la cadera y la zona lumbar: círculo con una sola pierna, rodando como una pelota, estiramiento de una sola pierna, estiramiento de ambas piernas, las tijeras, estiramientos de ambas piernas rectas, estiramiento de columna hacia delante, el sacacorchos, la sierra, el cisne, patada con una sola pierna, el bromista 1 preparatorio, el nadador y el puente. Para el tratamiento de la bursitis trocantérea se recomienda centrarse en el fortalecimiento de los abductores y en el estiramiento de la cintilla iliotibial, así como incluir varios movimientos de las series de patadas laterales (como el círculo pequeño, la rotación interna y externa, la elevación de la rodilla en flexión de 90 y la elevación de la pierna de abajo) colocando las almohadillas apropiadas bajo la cadera. Estas series son muy afines a los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la fisioterapia convencional. Los antiinflamatorios tópicos u orales y el masaje local también pueden estar recomendados para ayudar a la resolución de un síndrome doloroso del trocánter mayor.

      Habitualmente, este síndrome responde al cabo de 4-6 semanas de iniciar la terapia indicada. Cuando el dolor persiste durante más tiempo, el cliente debería buscar tratamiento médico adicional. Este tratamiento puede incluir una infiltración o fisioterapia convencional. Las personas proclives a la presentación recurrente del síndrome deberían incorporar, como medida preventiva, series de Pilates en sus rutinas de ejercicios semanales.

       Trastornos del psoasilíaco

      La inflamación de la bursa o el tendón del psoasilíaco no es una causa infrecuente de dolor en la parte anterior de la cadera (ingle) y en la cadera en resorte (Johnston et al., 1998). Este síndrome doloroso con frecuencia se relaciona con artrosis o artritis reumatoide de la cadera, sinovitis local de cadera o irritación del tendón sobre el borde anterior de una cavidad metálica prominente o retrovertida tras artroplastia total de cadera (Grindulis, 1986; Toohey et al., 1990). El diagnóstico de la patología del psoasilíaco se basa en la historia clínica, que con frecuencia incluye dolor en la ingle y chasquidos. La exploración física habitualmente muestra dolor a la flexión resistida de cadera o chasquido a la extensión o rotación de cadera. En ocasiones, se puede palpar una masa en la ingle, así como un chasquido con la extensión y la rotación interna desde una posición de flexión, aducción y rotación externa (Archibeck, 2007).

      Investigaciones ulteriores para confirmar el diagnóstico incluyen ecografías, resonancia magnética, tomografía computarizada o bursografía; generalmente, las radiografías simples son negativas. Una notificación documenta que la ecografía es la prueba diagnóstica con una mejor relación coste-efectividad, y la resonancia magnética, la prueba más precisa (Archibeck, 2007; Wunderbaldinger et al., 2002). El procedimiento no quirúrgico del síndrome del psoasilíaco es el tratamiento de elección y consiste en reposo, antiinflamatorios orales o tópicos, estiramientos y fortalecimiento. Como ocurre en el síndrome doloroso del trocánter mayor, las