La transición española. Eduardo Valencia Hernán

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Название La transición española
Автор произведения Eduardo Valencia Hernán
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9788418411953



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otro lado, se propuso una jornada de lucha para el 11 de diciembre en petición de amnistía y libertad, en contra de las nuevas disposiciones presentadas por el primer gobierno de la monarquía que planteaba entre otras cosas la congelación de salarios. Los paros en las empresas instaladas en la periferia metropolitana pasaban del centenar, con más de treinta y dos mil trabajadores en huelga en las zonas del Baix Llobregat y Cerdañola-Ripollet que se alternaban con manifestaciones estudiantiles y concentraciones frente a la cárcel Modelo en Barcelona.

      La madrugada del 20 de noviembre de 1975, Franco expiró, y ese mismo día se dio a conocer su testamento político donde a grandes rasgos pedía al pueblo español lealtad y afecto a Juan Carlos de Borbón. Inmediatamente, el Consejo de Regencia se reunió en Las Cortes y, dos días después, Juan Carlos I fue proclamado rey de España.

      Desde la oposición, las críticas al nuevo jefe del Estado no se hicieron esperar; lo mismo que desde la Iglesia que, a través del diario de referencia católica YA, se pedía que la nueva monarquía no fuese un franquismo sin Franco, aunque pudiera. El cardenal Tarancón, con la frase: «Os pido que seáis el rey de todos los españoles», no pudo ser más explícito. También el periodista José Vidal Beneyto repasa en sus reflexiones la importancia del papel de la Iglesia en aquellos momentos confusos, rompiendo en cierta manera con el pasado:

      Aún no había finalizado el mes de noviembre, cuando la Asamblea publicaba el primer documento crítico contra el nuevo jefe del Estado que llevaba por título «Contra el continuismo»:

      La reacción internacional ante el primer discurso del rey fue positiva. Tanto fue así, que acto seguido, desde el día 25 se recibieron telegramas de adhesión junto con peticiones de amnistía, sospechándose en los medios informativos que ya existía un borrador con el decreto de indulto. Finalmente, aunque no resultó lo esperado, el día 26 de noviembre se decretó el primer indulto real, donde todas las penas de muerte fueron conmutadas, llegando la gracia a la extinción total de las condenas de hasta tres años y parcialmente las superiores.

      Las primeras declaraciones del nuevo gobierno hablaban del objetivo de llegar a la libertad sin ruptura bajo el perfeccionamiento constante del sistema institucional, de la convivencia con las tendencias que aceptasen un orden democrático justo y del reconocimiento institucional de las regiones y de las autonomías locales.

      La valoración del nuevo gabinete por la Asamblea no fue positiva, criticando de antemano la insuficiencia en el indulto proclamado por el rey, pese a que se abrían ciertos canales de esperanza dada la tolerancia del régimen con arbitrarias discriminaciones. Por otro lado, la pretensión de saldar la cuestión catalana, que venía respaldada por la implantación del Estatut de 1932, con un régimen especial para las cuatro provincias catalanas, daba una impresión de democracia controlada y limitada.

      La protesta y el clamor en la calle ante la nueva situación política era cada vez más intenso, exigiendo libertad y amnistía. El 28 de noviembre en una manifestación proamnistía en Madrid fueron detenidos actores famosos de la televisión de aquella época: Aurora Bautista, Juan Diego y María Luisa San José, entre otros. Al día siguiente en Barcelona, en cumplimiento del indulto limitado, 158 presos salieron de la