Название | Memoria colectiva en el video universitario colombiano |
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Автор произведения | Maria Urbańczyk |
Жанр | Документальная литература |
Серия | Colección Encuentros - Doctorado en ciencias sociales y humanas |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789587815726 |
Los cuatro capítulos siguientes presentan los análisis puntuales de la construcción de cada una de las memorias colectivas especificadas en los videos seleccionados, según los títulos correspondientes: capítulo 4, “Construcción de la memoria de alteridad étnica”; capítulo 5, “Construcción de la memoria del conflicto armado”; capítulo 6, “Construcción de la memoria intergeneracional”, y capítulo 7, “Construcción de la memoria de conciencia ambiental”. El capítulo 8, “Conclusiones finales”, presenta los hallazgos de la investigación, haciendo referencias a los mapas y los árboles que serán un material de consulta en el micrositio del libro en la web de la Editorial de la Pontificia Universidad Javeriana. Estos, junto con las figuras, forman parte de las apuestas metodológicas empleadas. Adicionalmente, en este micrositio se podrán visualizar los videos que forman parte del objeto de estudio, así como la confrontación de los contenidos de sus narrativas audiovisuales con los hallazgos de la presente investigación.
Finalmente, quisiera agradecer el apoyo recibido por parte de la Facultad de Comunicación y Lenguaje y del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la Pontificia Universidad Javeriana, especialmente la valiosa asesoría del profesor Luis Ignacio Sierra.
Notas
1 Trabajo de grado de maestría en Comunicación titulado “Prácticas de producción audiovisual universitaria reflejadas en los trabajos presentados en la Muestra Audio-Visual Universitaria Ventanas 2005-2009”, escrito por Maria Urbanczyk, Catalina Uribe Reyes y Yesid Fernando Hernández, dirigido por Sergio Roncallo Dow.
TEJIENDO VÍNCULOS ENTRE MEMORIA COLECTIVA Y NARRATIVAS
Y puesto que lo real es relacional, por esto mismo es necesario
pensar relacionalmente lo real. Bourdieu (2000, p. 14)
En la actualidad los medios masivos de comunicación están omnipresentes, generando y ofreciendo los flujos informativos provenientes de diversas pantallas, tanto televisivas y cinematográficas como las que responden a la circulación de una inabarcable multiplicidad de contenidos por las redes. La acelerada producción de una enorme cantidad de imágenes e información, que se trasmiten de una manera constante e inmediata, reemplazando los cuadros de lo sucedido hace pocos segundos por los datos aún más recientes, ofrece a las audiencias y los usuarios de redes un gran número de contenidos para el análisis, pero al mismo tiempo, por la velocidad de las transformaciones y la necesidad de archivar o deshacerse del exceso de la información, dificulta la memorización, la profundización o la reflexividad sobre los sucesos presentados. En cuestión de unos pocos instantes se reconfigura el panorama del pasado reciente y se sustituyen los “viejos” acontecimientos por una serie de sucesos nuevos.
Además, la recordación y la memorización de las fechas, nombres o acontecimientos se tornan innecesarias por el fácil acceso a los archivos y bases de datos disponibles en las redes. Los avances tecnológicos en marco de las comunicaciones transforman las maneras de relacionarse con el mundo y, por ende, influyen en las percepciones acerca del pasado y la memoria. De hecho, las sociedades contemporáneas, por un lado, pueden ser vistas como amnésicas o con el fuerte desencantamiento por la memoria, pero, al mismo tiempo, obsesionadas por el hecho de registrar y archivar hasta los más insignificantes detalles del pasado, preocupadas por reconstruir memorias íntimas, personales o familiares. Los términos memoria o memoria colectiva circulan a diario en el lenguaje cotidiano, mediático o académico, hasta parecen palabras de moda, usadas indistintamente en referencia a múltiples problemáticas del pasado, a veces sin clara comprensión conceptual.
La memoria es algo inabarcable, que se encuentra en permanente construcción y, aunque se refiere al pasado, se configura en el presente en los procesos de recordar, subjetivos y fragmentados, que dependen de los intereses y las necesidades actuales de los que recuerdan.
La memoria colectiva es un capital social intangible. Sólo en el nivel simbólico se puede hablar de una memoria colectiva, como el conjunto de tradiciones, creencias, rituales y mitos que poseen los miembros pertenecientes a un determinado grupo social y que determinan su adscripción al mismo. (Colmeiro, 2005, p. 15)
Uno de los posibles acercamientos a la memoria colectiva como capital simbólico se puede hacer desde el análisis de las narrativas —en el caso específico de la presente investigación, narrativas audiovisuales— que involucran diversos aspectos como lenguajes, contenidos, traductibilidad, imágenes, medios, identidades, mentalidades, corporalidades, subjetividades, entre otros.
Al hacer la apuesta por la reconstrucción de la memoria colectiva desde las narrativas, conviene referirse a los trabajos del sociólogo francés Maurice Halbwachs, quien en la primera mitad del siglo XX abordó el concepto de la memoria colectiva desde tres diferentes enfoques: la memoria individual, que es socialmente determinada, la memoria generacional y, finalmente, la memoria entendida como la transmisión del saber cultural. Lo que diferencia la mirada de Halbwachs de sus antecesores y contemporáneos es la apuesta por la construcción colectiva de la memoria, que se realiza a partir de la interacción y comunicación. Los seres humanos consolidan la memoria y el recuerdo en relación con los marcos sociales (la gente que los rodea). Además, según el autor, “cada memoria individual es un punto de vista sobre la memoria colectiva” (Halbwachs, 2005, p. 50). De tal manera, existe una interdependencia entre las memorias individuales y colectivas. No obstante, hay que tener en cuenta que cada ser humano pertenece a diferentes grupos sociales (familia, vecindad, comunidad religiosa, círculo educativo, equipo de trabajo, clase social, etc.), en consecuencia de lo cual los recuerdos individuales están condicionados por las mediaciones y combinaciones de todas las pertenencias grupales.
Si la memoria colectiva se asume desde esta mirada, de la construcción social, a partir de los procesos de interacción social que permiten establecer la continuidad del pasado con el presente y el vínculo entre el individuo y el grupo social al cual pertenece, entonces profundizar en el estudio de narrativas comunicativas puede aportar a la comprensión de la complejidad de dicho fenómeno, que además es fundamental para la consolidación de la identidad cultural. Sin embargo, es necesario resaltar que la comunicación debe ser vista, no únicamente desde la perspectiva de los medios, sino desde las múltiples mediaciones y fenómenos mediales en torno a las interacciones informacionales y comunicativas.
Lo que ahí está en juego no son sólo desplazamientos del capital e innovaciones tecnológicas, sino hondas transformaciones en la cultura cotidiana de las mayorías: cambios que sacan a flote estratos profundos de la memoria colectiva al mismo tiempo que movilizan imaginarios fragmentadores y deshistorizadores. Cambios que nos enfrentan a una acelerada desterritorialización de las demarcaciones culturales y a desconcertantes hibridaciones en las identidades. (Martín-Barbero, 2003, p. 207)
La comunicación atraviesa los complejos procesos de la construcción de lo público, lo cultural, lo identitario, lo ciudadano y, finalmente, lo humano.