La paradójica dimensión 89. Daniel V.

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Название La paradójica dimensión 89
Автор произведения Daniel V.
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9788418411885



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      Qué importa que las apuestas sean en tu contra, si ellos nunca han sabido nada. Te llevan al potrero a empujones, no saben con quién se están metiendo. Entre los mirones apiñados del público te insultan y escupen, son puros cobardes; el piojento con que vas a pelear te mira con desprecio, pobre infeliz que no sabe lo que le espera. No saben con quién se están metiendo. Estos hijos de puta no saben quién eres, después van a andar cagados de miedo.

      Ya te dieron la campana, empieza a pegarle, agarra el martillo que guardaste en tu pantalón y rájalo a martillazos.

      Busca la mierda de martillo, ¿dónde mierda se te fue a caer?

      Reacciona, Dago, solito te metiste en las patas de los caballos.

      ¿Qué mierda estás haciendo, Dago, metiéndote en peleas callejeras?

      Mal momento para empezar a entrar en razón, de tanto asfixiarte con neopren se te han atrofiado todas las neuronas, no conectan para nada, pero igual hay un grupo que se esfuerza en mantenerte cuerdo y vivo. Cada día cuesta más, tú mismo te estás matando y en este momento esas neuronas que aún se resisten te están diciendo que la cagaste y seguro te van a patear y tirar a la calle como el perro que eres. Estás jodido, lo poco que te queda de sano, las pocas conexiones que logras hacer, lo único que te dicen es lo condenado que estás. Ni te fijaste que el compadre mide el doble que tú, jurabas que le meterías un par de martillazos, pero no fuiste capaz siquiera de conservar el martillo. ¿En qué pensabas?, si él está bien alimentado y entrenado. Tú eres un saco de pellejos arrugados y carcomidos por la calle, te has pegado todas las enfermedades y lo único que haces es tirar unos golpes al aire y creerte karateka. Ahora, de lo único que estás consciente es que, si el neopren deja tu cuerpo, empieza a darte la miseria, y esa mierda es lo que te está dando ahora; tremenda bajada. Al menos con el neopren no hubieras sentido nada mientras te sacaban la cresta. Lo mismo que el día a día, con el pegamento no sientes cómo el mundo te patea y humilla a diario, la vida deja de doler y te sientes feliz, como cabro chico por un rato, creyéndote fuerte. Te abandonó el poder, ahora estás todo cagado y encima eres consciente de que es por tu culpa.

      El bestia de mierda te mandó un mangazo que te llegó de lleno, te llegó a desencajar la mandíbula y te dejó tambaleando. Aprovechando eso, te mandó una patada en la cabeza que te llegó a retumbar.

      Cagaste, el próximo golpe te manda para el otro lado, el próximo no lo vas a aguantar, pero… ¿sabes, Dago?, ya no es tan así. La mezcla de dolor y adrenalina, el golpe seco y la certeza de morir lograron el milagro. Esa última neurona útil, con todo lo extremo de la situación, logró conectar con una neurona ya muerta y la resucitó; y esta, a su vez, prendió las que están cerca de ella y todas ellas las de su alrededor, causando una reacción en cadena. Cada neurona resucitó a la más cercana y así te vas volviendo más y más consciente, más y más inteligente, y en una fracción de segundo, todas tus neuronas despertaron. Por primera vez en tu vida todo tu cerebro está funcionando, todas tus facultades están andando y una verdadera lucidez gobierna tus pensamientos.

      Dago, estás utilizando todas tus facultades, estás usando el 100 % de tu cerebro, tus pensamientos son rápidos y el mundo parece que se mueve muy lento. Sabes qué sucederá ahora y después de eso, y qué pasaría si hicieras esto o aquello. Todo es predecible, tu mente es más rápida y aguda, lo suficiente como para entender realmente qué está sucediendo antes de que ocurra.

      El iluminado

      Ahora está todo claro, después de ese golpe viene otro que te azotará en el piso, donde se te partirá el cráneo. Seguirás vivo y consciente, pero luego aprovechará para patearte en el piso varias veces. El dolor te hará devolver todo lo que tienes dentro, salpicarás con sangre sus pies, y eso lo enfurecerá aún más. Tomará tu cabeza y la estrellará varias veces en el pavimento hasta que te termines de reventar y mueras horriblemente. Está claro que ese golpe que viene es tu muerte; por lo tanto, Dago, debes esquivar ese golpe.

      Creo que debes intentar algo diferente, no debes moverte a lo loco. Apoya tu peso en el pie izquierdo, baja tu centro de masa y muévete suavemente a un costado, lo justo para que él esté seguro de que te va a golpear, pero lo suficiente como para esquivarlo. Dale la certeza de que te pegará, pero quítasela en el último instante. Luego de eso, vas a verlo trastabillar, aprovecha eso para darle un golpe seco en la tráquea; comenzará a ahogarse y su vista se irá a blanco. Aprovecha eso y da un paso a su espalda, tómalo por los hombros, da un paso hacia atrás y con un suave movimiento lo tumbarás contra el suelo. Él se azotará la nuca en el cemento y morirá inevitablemente; aprovecharás su mismo peso para acabarlo. El resultado de la pelea será inesperado, los apostadores estarán furiosos y pensarán que don Choco arregló la pelea para cargárselos con sus pocas monedas.

      Don Choco no se quedará tranquilo con eso, después de todo mataste a uno de sus esbirros y encima lo acusarán de haber amañado una pelea. Te buscarán, pero no podrán encontrarte; tú eres más inteligente que ellos. Te escapas y te escondes bien, las calles son tu hábitat, sabes cómo moverte sin ser notado, pero, igual hay algunos que te reconocen, eres el payaso de la villa, saben que vives en la calle, pero conocen a quien te conoce y les darán la información a los matones de don Choco, quienes llegarán donde tu vieja. Tratarás de evitarlo de mil formas, pero siempre será tarde, los matones se desquitarán con ella. Esa es su ley: absolutamente nadie se caga a don Choco. Y tú, al menos de adicto, no le causabas demasiados problemas a tu madre, y por tu culpa va a morir sufriendo.

      No, Dago, lo mejor no es esquivar el golpe, no es una buena idea, es mejor que te peguen de una y te maten como lo mereces. Sabes que asfixiándote no ibas a durar mucho más y, después de todo, no le importabas a nadie. Sin embargo, esa no es toda la verdad, ya que tu vieja te saldrá a buscar después de que le lleguen con el chisme de que te vieron peleando en el puerto. Hará preguntas, se enterará de lo del viejo, se preocupará y saldrá a buscarte. Muchas de las cosas que diga serán incómodas para los traficantes y luego irá a los pacos, y ellos son corruptos, se dedican a tapar todo lo que se pudre en el puerto, les hacen la pega a los mafiosos. Se darán cuenta de que tu vieja se enteró de algo y, para mantenerla callada, le sacarán la chucha y la dejarán botada en una zanja. Pasará la noche en la calle, pero no la amedrentarán y te seguirá buscando, y así llegará donde el Rucio, otro mafioso, y ese es peor, es más macabro y manipulador. La usará para molestar a don Choco, la hará salir en la tele, y ella va a hablar y llorar. Cuando el Rucio termine de usarla, la van a engañar y se ensañarán para que sufra, jugarán a que te encuentran, la ilusionan y luego le pasan el cadáver de otro vago, y así varias veces. Y ella no va a descansar y se terminará enfermando y muriendo, con demasiada pena porque no te encuentra, y no sabe qué te pasó.

      No, Dago, no puedes dejar que eso pase, si ganas o pierdes terminan jodiendo a tu vieja, la única que te ha querido y protegido. Estás igual de cagado que siempre, pero ahora eres consciente de que lo que te pase también le pasa a ella. Habría sido mejor morir ahogado por tu vómito en el frío. Total, ahí te habrían encontrado y ella se habría quedado tranquila. Pero ya es tarde para eso, no te van quedando salidas, debes buscar la forma de modificar esta realidad, de cambiar las cosas que han pasado, para no terminar perjudicando a tu vieja; necesitas rescribir tu historia.

      El trascendido

      Dago, piensa en la forma de hacerlo y busca en tu mente el camino para lograrlo, en el recoveco más oscuro de tus pensamientos. Ahí atraviesa el túnel que alterna entre las luces y las sombras, viaja por todo el túnel hasta llegar a la salida, de ahí toma el camino de la alameda, recórrelo y cuenta las hojas que caen de los álamos. Cuando llegues al número más grande que recuerdes haber pensado, entonces dobla a la izquierda y llegarás a un sendero entre la maleza.

      El sendero te llevará a una desolada colina donde crece un viejo cedro al que ya no le quedan hojas; del cedro cuelga una fruta extraña y podrida, come de ella y te revolverá el estómago. Entonces vomita todo lo que guardas dentro, de tus jugos saldrán gusanos que removerán la tierra bajo tus pies; en ese preciso lugar debes comenzar a cavar.

      Luego de remover varias capas de tierra, encontrarás un saco de arpillera, abre las costuras y encontrarás varios huesos humanos azumagados. Busca entre ellos