Heredera por sorpresa. Diana Ma

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Название Heredera por sorpresa
Автор произведения Diana Ma
Жанр Книги для детей: прочее
Серия
Издательство Книги для детей: прочее
Год выпуска 0
isbn 9788418509223



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se compadece de mí y me indica la dirección correcta. Jake me pide que «no tarde mucho».

      Sin perder un segundo, me dirijo al tráiler que Eilene ha señalado, todavía irritada por la actitud de Jake. Todo va a ser una mierda si el director me guarda rencor porque no soy la actriz que eligió en un principio.

      La mujer encargada de mi peinado y maquillaje es estadounidense y se presenta como Liz. Es una mujer blanca y mayor que se queja angustiada de mis ojeras. Las dos mujeres que asisten a Liz y que se encargan de la limpieza general son chinas y ninguna de ellas se presenta. Parece que creen que no entiendo nada de chino porque hablan sobre mí con total libertad. Pero, como muchos chinos nacidos en Estados Unidos, lo entiendo mucho mejor de lo que soy capaz de hablarlo. Aun así, aunque no entendiera el idioma, su repetida mención de Alyssa Chua me habría dado una pista sobre el tema de su conversación: lo mucho que me parezco a la glamurosa estrella de las redes sociales. De su charla, deduzco que Alyssa es hija de una socialite y de un rico empresario.

      —Xie xie —digo para darles las gracias en chino mientras una mujer me tiende una taza de té y la otra me quita la toalla del cuello.

      Se miran con ansiedad y no dicen nada más sobre mí. Me habría gustado decirles que no me importa que hablen de mí, pero soy demasiado tímida para expresarlo en mi chino forzado.

      Entonces Liz hace girar mi silla para que pueda mirarme en el espejo del camerino y me quedo boquiabierta ante lo que veo. No me extraña que las dos mujeres chinas no paren de hablar de mi parecido con Alyssa Chua. Me han cortado el pelo a capas con tanta elegancia y me han maquillado de forma tan profesional que… somos como dos gotas de agua.

      Capítulo 9

      Es más fácil tratar con Jake cuando vuelvo al plató. Lo cierto es que sigue comportándose como un capullo, pero al menos es un capullo que parece saber lo que hace. Por suerte, Aidan Keller, mi coprotagonista, no solo es profesional, sino que parece un ser humano decente de verdad. Eilene me dijo que es una rareza en Hollywood: todo el mundo sabe que es fiel a su esposa. De hecho, tuvieron que pagarle una cantidad obscena de dinero para que aceptara un papel que le obliga a estar tan lejos de su familia. En cuanto a mí… Yo no calificaría como obscena la cantidad que cobro, de hecho, es bastante modesta. No obstante, es mucho más de lo que jamás soñé que me fueran a pagar como actriz, así que no me quejo.

      Cuando se lo comenté a Eilene, me dijo que tal vez tenía razón, ya que estoy empezando, pero que no debería esperar a avanzar mucho más en mi carrera para quejarme. «Créeme, estoy acostumbrada a la disparidad salarial», añadió en tono sombrío. No es la primera vez que me pregunto cuánto le pagan a Eilene por ser codirectora. No lo suficiente y no tanto como a Jake, seguro.

      Jake nos hace ensayar a Aidan y a mí una escena varias veces antes de empezar a grabar. La escena que vamos a rodar hoy es una en la que Sonia no se hace pasar por un hombre. Se topa con Ryan mientras está disfrutando de una cena solitaria en un restaurante. Es la escena que hice para mi primera prueba, y, en lugar de estar nerviosa, lo que estoy es ansiosa por sumergirme en ella. Empezamos con el ensayo de la escena, y va bastante bien. De hecho, Aidan es un buen actor, e incluso hace fácil el rodaje de las escenas sentimentales.

      Eilene deja que Jake tome la iniciativa y no hace ningún comentario mientras este hace una crítica rápida que empieza por la actuación de Aidan. Él no parece inmutarse lo más mínimo y acepta todas las indicaciones con una inclinación de cabeza o un «entiendo». Cuando me toca a mí, no estoy tan tranquila, pero tengo que admitir que todo lo que dice Jake tiene sentido, y el segundo ensayo de la escena transcurre sin problemas.

      Son necesarias varias tomas para que Jake quede satisfecho. La única indicación que da Eilene durante el ensayo y el rodaje de la escena de la cena es «relájate, Gemma», con una voz tensa como un carrete de hilo. Lo extraño es que hasta ahora estaba relajada. Todo lo posible si tenemos en cuenta que es mi primer día de rodaje. Pero ahora ya no lo estoy. ¿Qué estará tramando Eilene? Asegura que quiere que la ayude a cambiar la dirección de la película, pero ¿cómo voy a hacerlo si no está dirigiendo nada?

      Cuando nos tomamos el primer descanso, Jake me sugiere (de una forma muy casual) que dé un paseo cerca de la barrera que separa el plató del resto de la calle. Hay algunos curiosos a los que los guardias de seguridad disuaden de manera eficaz, pero está claro que Jake espera sacar provecho de mi parecido con la chica famosa.

      Cruzo los brazos sobre el pecho.

      —Ni hablar —respondo.

      Puede que tenga que seguir las indicaciones de Jake cuando rodamos las escenas, pero no voy a permitir que me exhiba cual caballo ganador frente a los paparazzi.

      —Déjala, Jake —le advierte Eilene con tono grave.

      Para mi sorpresa, le hace caso.

      Acabamos el rodaje antes de que termine el día, y Jake decide que vamos a ensayar la siguiente escena, la que hice para mi segundo casting. En esta, Ryan persigue a Sonia bajo la lluvia después de su discusión en el restaurante.

      Cuando estamos en medio de nuestro ensayo para esta escena, Eilene interviene.

      —No está saliendo bien. —Se levanta de su silla de director, que está junto a la de Jake.

      Me pilla desprevenida y miro a Aidan con cara de tonta. Sin embargo, me enderezo inmediatamente y miro a Eilene. Tiene razón. Los dos nos esforzamos al máximo, pero esta escena no nos sale.

      Aidan y yo tenemos suficiente química en pantalla, así que ese no es el problema. La cuestión es que estamos repitiendo las mismas líneas que leí hace dos semanas durante mi casting, y son igual de repelentes.

      —¡Tienes que estar de broma! —Jake lanza las manos al aire—. ¿Cómo puedes decir que no va bien si ni siquiera han terminado la escena?

      —¿A ti te convence, Jake? —pregunta ella de forma razonable.

      —No —admite él enfurruñado—. Pero podemos arreglarlo.

      —De acuerdo. —Eilene se sienta y cruza las piernas a la altura de los tobillos—. Entonces, arréglalo.

      Jake le da a Aidan algunas indicaciones de blocking y le indica que tiene que «generar calor». Para mí, sus instrucciones se reducen a «sexualizar» la escena.

      Genial. Si sexualizo esta escena todavía más, me enrollaré sobre Aidan como una envoltura de plástico con mi lengua en su oreja. Aidan y yo intercambiamos una mirada, pero ¿qué podemos hacer? Jake es el director.

      Repetimos la escena y el resultado es incluso peor.

      Mis hombros se encogen a la defensiva cuando Jake grita:

      —¡Corten!

      Espero a que explote, pero, en lugar de eso, se vuelve hacia Eilene y, para mi sorpresa, añade:

      —Tienes razón. —Me quedo con la boca abierta. «¿El gran Jake Tyler está admitiendo que otra persona puede tener razón?»—. ¿Alguna idea? —«¿Y que alguien más pueda tener ideas?». Es oficial: el infierno se ha congelado.

      —Me gustaría reescribir la escena —propone Eilene con calma. No hay regodeo ni pedantería, solo confianza. Mi admiración por ella, ya de por sí elevada, se dispara a la estratosfera—. A ver si podemos conseguir algo con lo que Gemma y Aidan se sientan más cómodos.

      Jake echa un vistazo a Aidan.

      —¿Qué te parece?

      —Haré lo que tú decidas —dice Aidan con tono tranquilo.

      Jake dirige su mirada hacia mí.

      —¿Y tú? ¿Te sientes incómoda con esta escena tal como es?

      —Bueno —me cohíbo—, la parte en la que le digo a Ryan que tenga cuidado no supone ningún problema para mí, pero hay otra justo antes…

      —¿Cuál? —inquiere