De Adviento a Pentecostés. Patrik Regan

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Название De Adviento a Pentecostés
Автор произведения Patrik Regan
Жанр Документальная литература
Серия BIBLIOTECA LITÚRGICA
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9788491653912



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tu Verbo

      se encarnase en el seno de María, siempre virgen,

      escucha complacido nuestras súplicas,

      para que tu Unigénito, hecho hombre,

      nos haga partícipes de su divinidad.

      El 20 de diciembre, cuando la primera lectura narra la señal del Señor con Acaz en Isaías 7,10-14 y el evangelio relata la anunciación a María de Lucas 1,26-38, la oración colecta es completamente mariana en contenido:

      Oh Dios de eterna grandeza,

      ya que la Virgen Inmaculada,

      por el anuncio del ángel,

      acogió tu Verbo inefable

      y, transformada en templo de tu divinidad,

      se llenó con la luz del Espíritu Santo,

      concédenos que, a ejemplo suyo,

      aceptemos humildemente tu voluntad.

      El 21 de diciembre ambas venidas están incluidas en la oración:

      Escucha con bondad, Señor, las oraciones de tu pueblo,

      para que, alegres por la venida de tu Unigénito en nuestra carne,

      consigamos la recompensa de la vida eterna

      cuando vuelva en la majestad de su gloria.

      La referencia a la venida de Cristo «en nuestra carne» y la venida futura «en su gloria» recuerda el contraste que muchos de los santos padres hicieron entre ambas venidas del Señor.

      Diversamente de las misas de entre semana de la primera parte del Adviento, cada día del 17 al 24 de diciembre tiene sus propias oraciones sobre las ofrendas y después de la comunión. El 18 de diciembre se usa la poscomunión del primer domingo del Misal Romano de 1962. Las otras están tomadas de una amplia variedad de fuentes antiguas, a veces con modificaciones. Varias señalan la proximidad de la Navidad. La oración sobre las ofrendas del 23 de diciembre pide que:

      celebraremos, con el alma purificada,

      el nacimiento de nuestro redentor.

      La oración después de la comunión del 19 de diciembre pide:

      que recibamos con el corazón purificado

      el nacimiento admirable de nuestro Salvador.

      Otras oraciones mencionan la segunda venida. La oración después de la comunión del 17 de diciembre reza pidiendo que:

      resplandezcamos delante de Cristo que se acerca,

      como luminarias de su gloria.

      El 22 de diciembre pide, aludiendo a las vírgenes sensatas de Mateo 25,6 que escuchamos por primera vez en el contexto del segundo domingo, que:

      acompañados por las buenas obras,

      merezcamos salir al encuentro del Salvador que viene

      y recibir el premio de la bienaventuranza.

      El 24 de diciembre se mencionan las dos venidas de Cristo, pero en diferentes oraciones. La oración sobre las ofrendas se refiere a la parusía pidiendo que purificados de nuestros pecados

      podamos esperar con el corazón limpio

      la gloriosa venida de tu Hijo.

      La oración después de la comunión se dirige a Dios diciendo que nos conceda:

      prepararnos para adorar a tu Hijo en su nacimiento.

      Y añade después una petición de carácter escatológico:

      de manera que recibamos con gozo sus bienes eternos.

      1 Dos nuevos prefaciosLa tercera edición típica del Misal de Pablo VI contiene noventa y dos prefacios, dos de los cuales son para el Adviento.75 El primero se usa hasta el 16 de diciembre, el segundo del 17 al 24 de diciembre. Ambos tienen la misma estructura: reconocimiento de lo que Dios ha hecho en la historia de la salvación pasada, una breve mención a sus acciones presentes y una expresión más larga de la esperanza futura.El título del primer prefacio es Las dos venidas de Cristo. Y reza así refiriéndose a Cristo:Quien, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne,realizó el plan de redención trazado desde antiguoy nos abrió el camino de la salvación eterna,para que cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria,revelando así la plenitud de su obra,podamos recibir los bienes prometidosque ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.De nuestro presente, dice que «en vigilante espera, confiamos alcanzar». El objetivo de nuestra esperanza es que «cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria», «podamos recibir los bienes prometidos». El prefacio expresa diariamente el tema que domina las lecturas y las oraciones de la primera parte de este tiempo litúrgico y cuenta cómo lo que Cristo hizo por nosotros en el pasado nos hace confiar en el presente para recibir en el futuro lo que nos prometió.76 En otras palabras, la acción de gracias por la primera venida genera el anhelo por la segunda y, podríamos añadir, debería disipar el excesivo temor ante el castigo divino. El contraste entre las dos venidas, en humildad la primera y en gloria la segunda, expuesta por los santos padres y mencionada en varias oraciones, también destaca aquí.La primera sección del segundo prefacio señala a las personas que protagonizan destacadamente las lecturas de los últimos ocho días de Adviento: los profetas, la Virgen madre, el Bautista. Recuerda que:A quien todos los profetas anunciaron,la Virgen esperó con inefable amor de madre,Juan lo proclamó ya próximoy señaló después entre los hombres.En la última semana de este tiempo litúrgico, confiesa que Cristo nos concede:prepararnos con alegría al misterio de su nacimiento.El título de este prefacio es La doble expectación de Cristo. El primer prefacio hablaba de las dos venidas de Cristo. El segundo habla de una sola venida, pero de dos grupos que la esperan. El primer grupo son los profetas, la Virgen madre y el Bautista. El segundo grupo somos nosotros. Unos lo esperaban en el pasado. Nosotros lo esperamos en el presente. Su espera fue histórica. La nuestra es litúrgica.4.5. ConclusionesEl Misal de Pablo VI hace que la expectación de la segunda venida de Cristo forme parte del Adviento al igual que el recuerdo de su primera venida. Encontramos formularios de misa para todos los días de la semana en este tiempo. Los formularios de misa desde el 17 de diciembre hasta el 24 preparan en un camino más explícito la Navidad y tienen un contenido mucho más completo que las témporas del Misal Romano de 1962. Dado que muchas de las nuevas oraciones están tomadas del Sacramentario Gelasiano Vetus, el sentido del Adviento en el Misal de Pablo VI está muy bien expresado, quizás por primera vez, gracias a la herencia literaria de la Iglesia de Roma, tanto presbiteral como papal. Las oraciones tomadas del Rotulus de Rávena revelan el profundo contenido doctrinal de este tiempo. Los dos nuevos prefacios son el mejor ejemplo de cómo la habilidad creativa contemporánea, arraigada en la tradición, puede crear eucología.Mientras, las lecturas en el Misal de 1962 son pocas y, normalmente, están elegidas al azar, el Leccionario posconciliar es muy bueno en estructura y contenido. Incluye prácticamente todas las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento, especialmente las de Isaías, todos los textos sobre la misión de Juan el Bautista y todo el material de los evangelios relacionados con el nacimiento de Jesús. Las oraciones presidenciales con frecuencia están en correspondencia con las lecturas.

      2 Cf. «Adventus», en A. Forcellinus (ed.), Totius Latinitatis Lexicon 1, Prati: Typis Aldinianis 1858, 110; «Adventus», en P.G.W. Clare (ed.), Oxford Latin Dictionary, Oxford: The Clarendon Press 1997, 55-56; «Adventus», en C.T. Lewis – C. Short (eds.), A Latin Dictionary, Oxford: The Clarendon Press 1879, 48.

      3 Cf. A.G. Martimort (ed.), The Church at Prayer 4, Collegeville (MN): Liturgical Press 1987, 91.

      4 «Parousia», en W.F. Arndt – F.W. Gingrich (eds.), A Greek-English Lexicon of the New Testament, Chicago: The University of Chicago Press 1957, 635.

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