Название | De Adviento a Pentecostés |
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Автор произведения | Patrik Regan |
Жанр | Документальная литература |
Серия | BIBLIOTECA LITÚRGICA |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788491653912 |
4.2.1. Lecturas
El número 94 de la Ordenación de las Lecturas de la Misa, explica respecto a la primera parte del Adviento:
Se lee el libro de Isaías, siguiendo el mismo orden del libro, sin excluir aquellos fragmentos más importantes que se leen también en los domingos.
Esto dura, por lo menos, hasta el jueves de la segunda semana. Hasta entonces, la primera lectura es una lectura semicontinua de Isaías 1–40. Los evangelios son una variedad de pasajes de Mateo y Lucas que «están relacionados con la primera lectura», afirma la Ordenación de las Lecturas de la Misa en el número 94. En estos primeros días el acento está en Isaías.
Esto cambia a partir del jueves de la segunda semana, ya que el énfasis se enfoca a los evangelios. A partir de ese día y hasta el viernes de la tercera semana, se encuentran los textos evangélicos que recogen los relatos de Juan el Bautista. Estos se toman de Mateo y Lucas, excepto el último día que es Juan 5,33-36. En estos días, dice la Ordenación de las Lecturas de la Misa en el número 94:
La primera lectura es o bien una continuación del libro de Isaías, o bien un texto relacionado con el evangelio.
En realidad, en este período solo hay tres lecturas que no son de Isaías: Eclesiástico 48,1-3.9-11 el sábado segundo, la alabanza de Elías, que en el evangelio es comparado por Jesús con Juan el Bautista; Números 24,2-7.15-17a el lunes de la tercera semana, el oráculo de Balaán; y Sofonías 3,1-2.9-13 el martes de la tercera semana, la promesa de la salvación para el resto fiel en Jerusalén.
4.2.2. Oraciones
De las diecisiete colectas de estas misas, seis proceden del Gelasiano Vetus,69 seis son del Rotulus de Rávena,70 y cinco del Misal Romano de 1962; las oraciones colectas del primer, segundo y cuarto domingos situadas ahora el viernes de la primera semana, el jueves de la segunda semana y el jueves de la primera semana, respectivamente, y dos del sábado de las témporas, la tercero se colocó el jueves de la tercera semana y la cuarto el miércoles de la tercera semana.
Algunas de estas oraciones, especialmente las que proceden del Gelasiano Vetus, miran a la parusía. La del lunes de la primera semana, por ejemplo, pide a Dios:
Concédenos, Señor Dios nuestro,
esperar vigilantes la venida de Cristo, tu Hijo,
para que, cuando llegue y llame a la puerta,
nos encuentre velando en oración
y cantando con alegría sus alabanzas.
El miércoles de la primera semana reza:
para que cuando llegue Cristo, tu Hijo,
nos encuentre dignos del banquete de la vida eterna
y merezcamos recibir de su mano el alimento celestial.
El viernes de la segunda semana solicita que:
nos apresuremos a salir a su encuentro
con las lámparas encendidas,
como nos enseñó nuestro Salvador.
Estas tres oraciones están basadas en Lucas 12,35-37:
Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados … los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Otras oraciones tienen que ver con la preparación para la Navidad.
El lunes de la segunda semana pide:
que los deseos de servirte con total pureza
nos conduzcan hasta el gran misterio
de la encarnación de tu Unigénito.
El martes de la segunda semana reza diciendo:
concédenos esperar con alegría
la gloria del nacimiento de tu Hijo.
La del sábado de la primera semana incluye ambas venidas; después de recordar que:
para librar a la humanidad
de la antigua esclavitud del pecado
enviaste a tu Unigénito a este mundo.
Pide a Dios:
concede a los que esperamos con fe el don de tu amor,
alcanzar la recompensa de la libertad verdadera.
Las oraciones sobre las ofrendas y las oraciones después de la comunión de los días entre semana hasta el viernes de la tercera semana no son propias, sino que, como hemos mencionado previamente, se toman de los primeros tres domingos. Las del primer domingo se repiten todos los lunes y los jueves, las del segundo domingo se repiten todos los martes y los viernes, y las del tercer domingo se repiten todos los miércoles y los sábados de las dos primeras semanas, pero no de la tercera. El sábado de la tercera semana forma ya parte de la segunda parte del tiempo de Adviento, esto es, la que discurre del 17 al 24 de diciembre. Durante más de mil años, las antífonas de la «O»71 se han cantado con el Magnificat durante este período, y las laudes matutinas tienen antífonas apropiadas para cada día. El Concilio de Zaragoza del año 384, decretó que desde el 17 de diciembre, los fieles deberían reunirse en la iglesia todos los días hasta la Epifanía.72
4.3. Ferias del 17 de diciembre hasta el 24 de diciembre
4.3.1. Lecturas
La Ordenación de las Lecturas de la Misa, afirma en su número 94:
En la última semana antes de Navidad, se leen los acontecimientos que prepararon de inmediato el nacimiento del Señor, tomados del evangelio de san Mateo (capítulo 1) y de san Lucas (capítulo 1).
Las lecturas de Mateo figuran el 17 y el 18 de diciembre: comienza la genealogía en 1,1-17, seguida de la anunciación a José en 1,18-24. Del 19 al 24 de diciembre se leen textos seguidos del primer capítulo de Lucas: el 19 de diciembre, la aparición del ángel Gabriel a Zacarías en el templo anunciando la concepción de Juan (1,5-25); el 20 de diciembre el anuncio a María (1,26-38); el 21 de diciembre la visitación (1,39-45); el 22 de diciembre el Magnificat de María; el 23 de diciembre, el nacimiento y la imposición del nombre de Juan (1,57-66); y el 24 de diciembre, la profecía de Zacarías o Benedictus (1,67-79).
En la primera lectura –sigue el número 94 de la Ordenación de las Lecturas de la Misa– se han seleccionado algunos textos de diversos libros del Antiguo Testamento, teniendo en cuenta el evangelio del día, entre los que se encuentran algunos vaticinios mesiánicos de gran importancia.
El contenido de las misas de esta segunda parte del Adviento es básicamente el mismo que el de las témporas del Misal Romano de 1962, pero mucho más completo.
Una innovación del Leccionario de Pablo VI de estos días es que los versículos del Aleluya de estos días son las antífonas de la «O».
4.3.2 Oraciones
Al igual que las oraciones colecta de las misas de entre semana de la primera parte del Adviento, las del 17 al 24 de diciembre proceden de una variedad de fuentes. Dos son del Misal Romano de 1962: la del 18 de diciembre es la segunda oración del sábado de las témporas; la del 24 de diciembre es la del miércoles de las témporas. De las otras seis, cuatro son del Rotulus de Rávena, las de los días 17, 19, 20 y 23 de diciembre.73 Estas oraciones no son una preparación para la Navidad sino más bien una anticipación.74 La del 17 de diciembre puede ser la más rica doctrinalmente:
Oh