Historia de la estrategia militar. Jeremy Black

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Название Historia de la estrategia militar
Автор произведения Jeremy Black
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9788432152924



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Alemania y I de España, emperador del Sacro Imperio Romano a principios del siglo XVI. El propio Felipe fracasó en su intento de invadir Portugal en 1704. Luis XV de Francia, que emprendió diversas campañas, y Luis XVI, que no, tuvieron ambos que enfrentarse a la cuestión de estar a la altura de la imagen creada por Luis XIV. Francia ayudó a las trece colonias británicas que se convirtieron en el corazón de los Estados Unidos a independizarse de los británicos en 1783, pero esto no aportó beneficio alguno a Luis XVI en términos de prestigio personal, pues nunca estuvo en una campaña militar. La fuerte asociación entre el prestigio monárquico y el éxito militar quedó demostrada por el emperador Qianlong en su tratado Yuzhi shiquan ji («En conmemoración de las diez victorias militares completas»), compuesto en 1792, un tratado que redefinía los fracasos chinos contra Birmania (Myanmar) y Vietnam como éxitos.

      El proceso es aún fácil de entender en Gran Bretaña, ya que desató un extenso debate público y escrito sobre la política exterior, un debate que reflejaba la naturaleza relativamente liberal de la cultura pública británica y el papel del parlamento. Se dio una situación similar en las Provincias Unidas (la República Holandesa), aunque muy distinta en la mayoría de los Estados. No obstante, el particular carácter de las potencias marítimas (Gran Bretaña y las Provincias Unidas) no significó que no se diera en todos los Estados un proceso tanto púbico como gubernamental de aprendizaje sobre el pasado, o que no se acudiese al menos a una lectura del pasado en el debate político. El peso del pasado podía ser altamente selectivo, incluso si se concentraba en las batallas y los desafíos. El pasado también demostró ser una lección adaptable a conveniencia. Para los holandeses, la formativa contienda por la independencia contra los españoles en la década de 1560 resultó de gran importancia estratégica para sobrevivir ante el mayor e inicialmente exitoso asalto francés de 1672. Tales episodios probaron ser relevantes en las narraciones y análisis sobre la política doméstica e internacional y a propósito de las estrategias políticas y militares.

      En términos de la práctica de la estrategia, se dieron continuidades esenciales en los asuntos militares que surgieron de la confianza exclusiva en los hombres como soldados, el impacto en el ejército de las jerarquías sociales y sus prácticas y, hasta el siglo XIX, la muy constante naturaleza de los contextos económicos y ambientales, y sus consecuencias para la actividad y la planificación militar. En particular, la productividad limitada de las actividades económicas fue un elemento clave. Esto ayuda a explicar el contexto transformador de la industrialización a gran escala.

      Adicionalmente, el papel de la climatología y las estaciones fue central en términos tácticos, operativos y estratégicos. Afectó, por ejemplo, tanto a la seguridad de los viajes como a la disponibilidad de pienso, necesario tanto para la caballería como para los animales de tiro, cruciales para la artillería y la logística. De hecho, la hierba que crecía a los lados de las calzadas era un recurso vital y un factor valioso en el cálculo de las capacidades logísticas. Este factor no impidió las campañas de invierno, pero hizo que estas operaciones fueran mucho más complicadas, disminuyendo, en consecuencia, las opciones de una estrategia de presión constante. Esto fue especialmente así cuando el invierno se combinó con el mal tiempo, hasta el punto de que esto último solía interpretarse como signo de que no habría campaña. El hecho de que muchas de estas campañas arrancasen en primavera no se debía solamente al crecimiento de la hierba, sino también a la bajada de los niveles fluviales cuando la nieve dejaba de fundirse y el suelo ya no estaba helado, aunque, al contrario, la congelación podía habilitar el paso por zonas anteriormente intransitables. Las superficies de las calzadas se veían enormemente afectadas por el tiempo. En verano y otoño, la necesidad de acción antes del invierno era un tema recurrente. Incluso