El deseo prohibido de Doug. Darlis Stefany

Читать онлайн.
Название El deseo prohibido de Doug
Автор произведения Darlis Stefany
Жанр Языкознание
Серия BG.5
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9788416942947



Скачать книгу

pero no tan grave como que cada mensaje y cuentas personales de Ashton quedarán expuestos en Internet cuando esa misma noche sin querer David publicó un documento muy personal de Katherine. Ambos problemas causaron graves daños en la relación.

      —En el cumpleaños de Dexter salimos a dar una vuelta en su auto…

      —De acuerdo…

      —…Estuvimos hablando por mucho tiempo —sigue, luego esboza una sonrisa tonta—, ya sabes lo genial que es hablar con él y, bueno, nos besamos mucho…

      —Y entonces tuvieron sexo —bromeo—, en el auto.

      —No, tonta —me da un golpe en el brazo—, ya sabes que no hemos estado de esa forma desde… Bueno, desde la tercera vez que lo hicimos.

      —Estás sonrojada y disfruto de ese hecho —aseguro—, vale, no hubo nada en el auto.

      —Bueno, creo que estamos bien… ¿Sabes? No somos «novios» nuevamente, pero está funcionando, creo que todo irá bien.

      —Qué bueno, Kathe, ya decía yo que ustedes arreglarían sus problemas.

      Ella dice un par de cosas más al tiempo que mi celular vibra. Me sorprendo al darme cuenta de que se trata de Doug.

      «¿Instalada?».

      «Muy instalada».

      «Felicidades, princesa Jefferson, debe darme usted un tour por su apartamento»

      Katherine está en silencio inclinada hacia mí, de manera que está leyendo mis mensajes, lo cual me asusta, no la había notado.

      —¿Te estás enviando mensajes con Doug? ¿Tú, Hilary Jefferson, estás intercambiando mensajes con Doug McQueen? ¿Cómo con el súper increíble y caliente Doug de BG.5?

      —Solo estamos hablando un poco…

      —¿Un poco? ¡Él acaba de pedir un tour por el apartamento! ¿Dices que solo un poco?

      —Bueno, de hecho hay algo que no te he dicho…

      —Serás, serás… ¡Qué mal que no digo malas palabras!

      —Él me ayudó a hacer el boceto de la máscara tribal para mi clase de escultura…

      —No hables lento, habla, habla. Dios, estoy presenciando en vivo y directo como el segundo miembro de BG.5 cae. ¡Es emocionante! Yo una fiver tengo la primicia.

      —No seas idiota, nadie está cayendo, y escucha la historia.

      —Disculpa, solo es la gorda fan que habita en mí, pero haré bien mi papel de amiga, te escucho.

      —No puedo creer que todos piensen que eres un ángel tímido, si parecieras que no puedes callarte.

      —Deja que los demás crean eso —pide riendo—, sigue, Hil.

      —Bueno, él… Él me reveló algo que yo quería saber —omito que fue información sobre lo que él llamó Ashterine—, y me la dio a cambio de algo.

      —Esto se pone más y más interesante. Dime.

      —Bueno… —aclaro mi garganta sin poder evitar sonreír—, un beso.

      —Un beso —repite ella—. ¡Un beso!

      —Sí, sí, un beso un muy buen beso.

      —¡Oh, cielos! ¡Tuviste un beso de Doug McQueen! ¡Uno de los hombres más deseados! ¡Un hombre que revoluciona hormonas! Un hombre…

      —Katherine, lo entiendo, ¡mi Dios!, tú de fiver eres escandalosa —digo riendo—, sí, un beso.

      —¿Qué tal estuvo?

      —¿Cómo defines la personalidad de Doug?

      —Pícaro, divertido, apasionado, pervertido, caliente y muy pero muy listillo y ardiente.

      —Bueno, exactamente así fue nuestro beso —digo y ella da un gritito gracioso—, bueno fue más uno apasionado y largo…

      —No le digas a Ashton que dije esto pero: ¡has besado a uno de mis ídolos! Y otros dos de mis ídolos son tus hermanos, estás bendecida por los dioses del Olimpo, por los alienígenas y toda clase de Dios místico legendario.

      Mientras río por las ocurrencias de mi amiga otro mensaje llega a mi celular.

      «¿Habrá o no tour?»

      Katherine toma el celular de mis manos y comienza a teclear, luego me extiende el celular con una gran sonrisa. La veo con desconfianza antes de ver lo que escribió.

      «Un tour y más… cuando quieras hombre caliente»

      —¡Katherine! —grito, escribiendo con rapidez, ella ríe.

      «Esa no he sido yo… ha sido Katherine».

      Mi celular vibra inmediatamente.

      «Y yo que me había emocionado… ¿No hay tour?»

      «Puede haberlo».

      «Coqueteo intenso veo en tu mensaje. Debo irme princesa, dulces sueños».

      —Él es tan dulce Hil… Y caliente.

      —Él es simplemente Doug —digo y envío el último mensaje.

      «Igual para ti… si puede haber un tour».

      Capítulo XI

      23 de octubre, 2012.

      —¡Mamá! Solo apúrate, por favor —pido rodando mis ojos.

      —Déjame regar las plantas, solo un momento —asegura.

      —Papá dile algo —veo mi reloj—, llegaremos tarde.

      —Hannah, nos iremos sin ti.

      Papá y yo caminamos hacia la salida y sonrío cuando escucho los tacones de mamá detrás de nosotros. Ella resopla.

      —Conspiran en mi contra.

      Papá y yo reímos mientras subimos al auto. Finalmente es la fiesta del lanzamiento de Hottie, la venta comenzó esta mañana y han sido buenas, ahora es la fiesta privada.

      —Debemos pasar por Frank y Jane, están esperándonos cerca de la universidad —le recuerdo a papá.

      —No lo olvido, Hilary, ahora vuelve a tu asiento —pide riendo.

      Quince minutos después Frank y Jane están subiendo al auto de papá. Frank convenientemente a mi lado. No puedo evitar sonreírle, se ve realmente atractivo, pasó de ser atractivo dentro del rango de lo normal, a ser atractivo notablemente.

      —Te ves muy bien, Frank —miro a Jane—, tú también, me encanta tu falda.

      —Déjame decirte que luces espléndidamente hermosa —musita Frank cerca de mi oído, me alejo un poco mientras le sonrío.

      Rayos… ¿Cómo se rechaza a alguien que es tan dulce y tierno conmigo? Si me gustara lo fácil y sin complicaciones, lo ideal sería salir con Frank, mi buen amigo, pero, por supuesto, que a mi iba a gustarme lo complicado y, en mi caso, lo complicado viene con habilidades musicales y una mente muy sucia y corrompida. Típico.

      Al menos no me fui al clisé del chico malo, Doug no entra en ese grupo, es mi único alivio de no dar mi caso por perdido. No tengo que reformarlo porque me gusta como él es.

      —Muchas gracias por invitarnos, Hilary —asegura Jane.

      —No tienes que agradecer, gracias por venir.

      Mi celular vibra con un mensaje de Dexter.

      «Mi amorsote bella y amada hermana… ¿En dónde están? Apúrense. ¿Te fijas que no escribí ninguna puta palabra? ¡Ups! Dije puta».

      No puedo contener la risa antes de guardar el celular.

      —Dexter