El libro de las hadas: regeneración cuántica. María José Ribas Albendea

a través del control de tus pensamientos.

      Las noches se hacen eternas cuando dejas a tu mente a merced del flujo descontrolado de tus pensamientos, y es que aseguras su curso al destino. Son muchas las horas, los minutos y los segundos que las noches de sueño consumen y te dejan a merced de él; un destino que no controlas, un destino que engulle tu vida en tu día a día.

      Los días vienen principalmente condicionados por los pensamientos que han confluido en tus horas de sueño; millones de pensamientos, descontrolados, controlan tu vida sin levantar la más mínima sospecha, y es que el poder de la mente, en tu vida, es Absoluto sin ningún lugar a dudas.

      Y entonces, ¿debemos entrar en pánico a la hora de dormir?

      NOOO, sólo debemos tomar consciencia del funcionamiento de nuestra estructura neuronal conectada a nuestra estructura física, mental y emocional que conforman la red más vasta de control de toda nuestra existencia.

      Toda esta estructura está conectada a la Fuente de Vida pero podemos tener los canales de conexión mermados por las experiencias vividas en esta tierra y por un sinfín de causas que no son necesarias ni tan siquiera relatar.

      Lo que realmente nos interesa es restaurar los canales de conexión de nuestra red neuronal, emocional, mental y física a la Fuente de Vida que nutre, incesante y armoniosamente, nuestro día a día.

      Los pensamientos se agolpan descontrolados en nuestra mente por la falta de consciencia de nuestra estructura humana y divina o, dicho de otro modo, por el desconocimiento de nuestra naturaleza; y, es por ello que, la misión más importante del mundo de las hadas consiste en mostrártela.

      ¿Estás preparado para entrar en el vasto mundo de tu propia naturaleza humana?

      Porque si creías que era “simple” estás muy equivocado, lo que si resulta simple es recuperarla.

      Shalom.

Capítulo 4. El descanso de tu mente

      El descanso de la mente resulta vital para poder dar un paso más en tu evolución y para poder empezar a percibir tu propia naturaleza.

      Sembramos cada día infinidad de situaciones que generan más y más actividad mental y la mente, al “funcionar”, necesita nutrirse de pensamientos.

      Los pensamientos son el alimento de la mente que los procesa, los proyecta y con ello crea.

      Si ponemos en marcha la “máquina” esta demandará pensamientos para poder cumplir con su función, por lo que forzará la producción de pensamientos, sin control, del conjunto de toda la información que ha ido absorbiendo a lo largo de toda tu experiencia de vida.

      No sabemos si ya nos estás captando, lo repetiremos de un modo distinto:

      Los pensamientos nutren a la mente para que pueda proyectar la realidad en nuestro mundo físico, por lo que en su funcionamiento normal, es el ser humano que, dueño de su destino, elije aquellos pensamientos que se adecuan a sus necesidades, los proyecta a la mente y deja que la mente haga su trabajo.

      En un proceso sano de creación los pensamientos los elijes tú y sólo tú.

      Se genera así un absoluto control de lo que antaño llamamos destino y es que, el destino, no es más que el descontrol del funcionamiento de tu proceso de creación.

      Tomamos el control de nuestros pensamientos y con ello tomamos el control de nuestro destino.

      Entonces, ¿qué sucede cuando no estamos nutriendo de pensamientos a la mente de forma consciente?

      Que esta los fabrica del conjunto de toda la información que ha ido absorbiendo de los estímulos externos que observan la Creación: vista, tacto, oído,…

      Así que, se trata de pensamientos creados sin sentido, falsos pensamientos, falsas instrucciones del ser humano a la mente.

      Pero la mente no lo sabe, la mente solo necesita pensamientos para seguir funcionando; el descontrol es solo para la experiencia del ser humano, no para la mente que no es más que un instrumento, una máquina a nuestro servicio.

      Y aquí es cuando entra la necesidad de forzar el descanso de nuestra mente, mantenerla “inactiva”, para que no tenga la necesidad de generar pensamientos para nutrirla.

      ¿Y cómo podemos hacerlo si vivimos en un mundo en el que se nos exige que constantemente tengamos en funcionamiento la máquina?

      El método que te proponemos es muy sencillo:

      Empecemos por desconectarla por las noches, en el momento de nuestro sueño en el que realmente no la necesitamos para nada.

      Si logramos hacer esto, obtendremos como resultado que las experiencias durante el día a día no surjan condicionadas por los pensamientos que se proyectaron durante la noche, por lo que nuestra realidad ya amanecerá muy distinta y el control de los pensamientos durante el día nos será mucho pero que mucho más sencillo.

      Vamos entonces a descansar nuestra mente por las noches, a ponerla en “modo off”, así de sencillo.

      Apaga la máquina antes de irte a dormir, justo cuando te hayas tumbado y arropado; y, cuando cierres los ojos, imagínate apagando el interruptor de tu mente.

      No necesitas agradecerle nada porque estamos hablando de un instrumento “inanimado” a tu servicio, y to le explicamos de este modo para que puedas entenderlo bien, para que puedas comprender perfectamente el papel que tiene la mente en tu vida y puedas asumir su control definitivamente.

      Recuerda, “modo off” antes de dormir, y nosotras supervisaremos y nos aseguraremos de que hayas apagado bien la máquina.

      Dulces sueños amado ser humano, dulces sueños…

      Shalom.

Capítulo 5. La respiración, fuente de Vida

      Nunca vas a saber si respirar aire nutre tu vida si no respiras el aire de forma consciente, de forma que sepas graduar la Vida a tu antojo.

      El aire trae chispas de Vida, chispas divinas a tu estructura atómica, a tu estructura corporal, a tu estructura emocional y a tu estructura mental.

      El aire trae más de tu Consciencia a toda tu estructura.

      Y es que no sabemos hasta cuánto estás dispuesto a “soportar” para traer más de ti mismo a tu vida, a tu existencia atómica, a tu existencia corporal, a tu existencia Humana.

      No sabemos cuánto estás dispuesto a soportar porque no sabemos cuánto estas dispuesto a agrandar.

      Agrandar tu vasija implica generar profundos cambios en tu vida, en tu percepción, en tus costumbres, en tu día a día.

      Y es que agrandar la vasija implica desprenderte de todo lo que te ha “servido” hasta ahora en el sentido amplio de la palabra.

      Agrandar la vasija implica desnudarte totalmente ante tu “Dios” que no es más que la luz que alumbra tu corazón; agrandar la vasija implica desnudarte totalmente ante tu Dios que no es más que un aspecto más elevado de ti mismo que te observa, te alumbra, te dirige y te guía hasta la luz de tu corazón.

      Dios es Amor y nos desnudamos ante él para abrazar una Verdad mucho más elevada que la que hemos abrazado hasta ahora.

      La respiración te eleva hasta esa Verdad que se desprende de toda la vida que alberga esta tierra.

      La Verdad que habla a tu corazón es la Verdad que habla al corazón de tu amigo y de tu enemigo.

      La Verdad es sólo Una y el aire que respiras te la transmite en vena, te la inyecta, te la inocula hasta lo más profundo de tu corazón, de tu vida, de tu existencia aquí en la Tierra.

      Pervertir el aire que respiras es como negarte la vida.

      Pervertir el aire que respiras es morir en vida.

      Pervertir el aire que respiras obstaculiza total y absolutamente tu capacidad de creación porque la Verdad no fluye