El libro de las hadas: regeneración cuántica. María José Ribas Albendea

1. Tus pensamientos

      Tus pensamientos forman parte de la vida diaria en la que corres de un lado para otro sin parar, y sin parar a pensar en lo que piensas.

      Tus pensamientos se suceden, unos a otros, a un ritmo vertiginoso, juzgando todo lo que ves, todo lo que tocas y todo lo que esperas tener en esta vida.

      Tus pensamientos se agolpan en tu mente, día tras día y noche tras noche, sin que tengas ningún absoluto control sobre ellos.

      De vez en cuando eres consciente de lo que piensas, o crees que los eliges de acuerdo a tu voluntad de hacer o sentir una cosa u otra; pero la verdad, es que no controlas nada, y no elijes nada, precisamente por esta falta de control de tus pensamientos que son, sin lugar a dudas, la herramienta más poderosa que tienes para crear tu realidad y para elegir tu futuro.

      El destino lo marcas tú con tus pensamientos.

      El destino lo diriges, minuto a minuto y segundo a segundo, en función de los pensamientos que emites en cada instante de tu vida, ya sea que estés pensando en cómo hacer algo, en cómo ordenar tu día, en cómo planificar un viaje o simplemente descanses y no pienses nada…

      En realidad tu mente no descansa y tus pensamientos se agolpan sin cesar y ello crea una espesa burbuja, oscura, que no permite penetrar la luz de la Fuente que genera la inspiración divina.

      Tu mente es tu aliada pero puede convertirse en tu más profunda enemiga, en el obstáculo más grande que te puedas encontrar en tu vida.

      Y es que sea lo que sea que te suceda a lo largo de tu Vida, habrá nacido de la emisión de un pensamiento que, agolpado a la nube espesa que ya te rodea, creada a partir de los pensamientos emitidos de forma inconsciente, se intensifica, se moldea y se proyecta hacia afuera sin control; y a esto lo llamas Destino…

      Te vamos a hablar de destino:

      En el mundo de las hadas el destino NO EXISTE.

      En el mundo de las hadas forjamos nuestro propio destino, minuto a minuto, segundo a segundo, en cada instante, a través del control absoluto de cada uno de nuestros pensamientos.

      De hecho los pensamientos se usan con un gran control específico y para un fin determinado.

      No se deja a la mente a merced de los pensamientos sino que la mente es usada para emitir aquellos pensamientos que nos sirvan para crear nuestra realidad.

      ¿Y acaso crees que son necesarios muchos pensamientos para crear el vasto mundo que te rodea o la inmensidad de la Creación?

      Pues no.

      No son necesarios apenas muchos pensamientos, más bien son necesarios muy pocos y selectos.

      La selección la haces tú y, de esta forma, diriges tu “destino” o, más bien, tu Experiencia de Vida.

      Y el resto del tiempo, la mente descansa…

      Shalom.

Capítulo 2. Despejar la nube

      ¿Y cómo podemos despejar esta nube que sea agolpa, día a día, a nuestros pensamientos, viejos o renovados, firmes o endebles, positivos o negativos?

      ¿Cómo podemos desprendernos de este KARMA?

      ¿Cómo podemos liberarnos de la esclavitud de nuestros pensamientos, inconscientes y descontrolados, que se agolpan sin cesar en nuestro día a día?

      Tenemos la mente muy clara respecto a lo que se debe hacer y las ideas ordenadas.

      Solo debemos transmitírtelo detalladamente, y de forma contundente, para que puedas implementarlo en tu vida diaria y deshacerte de esta mochila indeseable que te esclaviza, incesantemente, haciendo desdichada tu vida.

      Sabemos que deseas fervientemente deshacerte de la mochila pero no sabes cómo hacerlo.

      Has intentado multitud de prácticas, multitud de métodos, ya sean “espirituales”, “mentales”, “lógicos” o “ilógicos”, de la mano de profesionales o solo, por tu cuenta; pero el resultado casi que podemos decir que ha sido en vano.

      ¿Y ello por qué?, ¿por qué resulta tan difícil desprenderse de esta mochila?

      Y es que la respuesta lleva implícita la herramienta definitiva, la herramienta que podrás usar, una y otra vez, hasta que la mochila se desprenda por completo y te veas libre de los condicionamientos de pensamientos anquilosados que modulan tu realidad inconsciente e incesantemente.

      La respuesta la tienes aquí delante, justo delante de tu mirada, justo delante de tus ojos y en tu realidad.

      La respuesta la has tenido delante en todo momento, y es que la mochila representa toda tu vida, tus ideales, tus creencias, o lo que te han hecho creer que es REAL.

      Y, ¿qué es real?, ¿alguien lo sabe?, ¿alguien puede definir el concepto?, ¿alguien puede elaborar una lista de lo que es y lo que no es real sin temor a equivocarse o a dejarse algo fuera del tintero?

      Porque, ¿te has parado a pensar que pudiera haber una tercera lista fuera del concepto de real o irreal?

      ¿Una tercera lista que englobe aquello que percibes fuera de los límites de esto a lo que llamas realidad?

      ¿Una tercera lista que circunscribe realidades fuera de tu realidad?

      ¿Una tercera lista que nos habla de realidades alternativas o de realidades paralelas?

      Y es que lo que es irreal para ti puede existir dentro de la realidad de un tercero y, por lo tanto, no será real pero tampoco será irreal dependiendo del punto de vista del observador.

      El OBSERVADOR: aquí nos situamos ya en un estado avanzado de la consciencia donde cada uno observa, percibe y crea.

      Y llegados a este punto te instamos a que observes tu realidad desde el punto de vista del observador objetivo, que no entra a elaborar conceptos ni a incardinar en listas las experiencias que VIVE.

      Sólo observa; sólo observa y se nutre de la observación para pasar a sentir o a imaginar cómo quiere que continúe la película que observa y, de este modo, crea la realidad de su momento de observación.

      La respuesta la tienes aquí delante:

      Nos resulta difícil desprendernos de la mochila porque la observamos, incesantemente, sin parar a pensar algo diferente porque lo achacamos a algo REAL, a algo que percibimos y creemos inmutable porque es REAL; pero ahora ya sabes, o ya has empezado a intuir, un concepto diferente de realidad según se mire desde el punto de vista del observador o no.

      La realidad la conformas tú según tu observación por lo que puedes elegir entre observar tus nuevos pensamientos u observar el globo que llevas atado a la espalda.

      Y, ¿por qué ahora lo llamamos globo y no mochila?

      Porque el globo puede desprenderse muy fácilmente y la mochila la llevas bien encajada a tus espaldas, desprender el globo resulta mucho más fácil que soltar la mochila.

      Para soltar la mochila debes parar en el camino y utilizar las dos manos para liberarla de los hombros que la llevan a cuestas, y todo esto representa un esfuerzo y un gasto de energía.

      Pero, ¿soltar el globo?

      El globo puede que incluso se desprenda sin darte ni cuenta y cuando te percibas de ello, puede que sea cuando ya lo veas flotando sobre tu cabeza mientras se aleja de tu realidad…

      ¿Lo has entendido?

      Nosotras te podemos asegurar que sí lo has entendido porque mientras estabas escribiendo estas palabras y tú, mi querido lector, mientras las estabas leyendo, nos hemos encargado de que se te quedara impregnado el conocimiento de estos misterios de la Vida a un nivel celular, en tu ADN; y, de este modo, todo irá haciendo su trabajo hasta que finalmente, el día menos esperado, veas flotar al globo por encima de tu cabeza y te desprendas de él.

      Shalom.

Capítulo 3. El control