Argentina y sus clases medias. Sergio Visacovsky

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Название Argentina y sus clases medias
Автор произведения Sergio Visacovsky
Жанр Зарубежная деловая литература
Серия
Издательство Зарубежная деловая литература
Год выпуска 0
isbn 9789876919531



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un enfoque común, sí comparten una serie de intereses, una conciencia de los problemas que posee el campo, así como ciertos núcleos estratégicos que resultan puertas de acceso reveladoras de lo que espera a quien se atreva a emprender estos estudios. Así, los modos de definir la identidad, apelando de manera explícita o no a la categoría “clase media”, se tornan cruciales, en directa relación con las formas de diferenciación y el trazado de fronteras sociales y simbólicas (particularmente en los capítulos de Pérez, Noel y Kauko). Y en estrecha relación con el estudio de las identidades, se presenta la preocupación por el abordaje de la moralidad, la cual atraviesa todos los capítulos: en la construcción de distancias sociales a través de las relaciones establecidas en el espacio del hogar (Pérez), en la construcción del mercado de la propiedad horizontal (Aboy), en los usos del lenguaje en la definición identitaria (Noel), en las aspiraciones de ascenso e inclusión social (Kauko), en las disputas por las imágenes de las instituciones (Hang), en el rol de la corrupción como un lente para definir la historia nacional y dar sentido al futuro (Muir), en la organización diferente de las experiencias generacionales en cuanto respuestas a las crisis recurrentes (Prelat), en la relación entre autoadscripción de “clase media” y orientaciones ideológico-políticas (Toyos), en la autorrealización y el confort como valores de nuevas “clases medias” (Vargas y Viotti). En todos los capítulos sobresale un mismo interés por explorar los caminos abiertos más recientemente y contribuir al desarrollo de un campo que, pese a todo, reclama con avidez más investigación.

      No obstante, también se podrá ver que este camino no desprecia ni ignora las contribuciones pioneras que ayudaron a crear tanto una comprensión experta como lega de la clase media en la Argentina. Antes bien, se trata de poner de manifiesto que la bibliografía clásica constituye una referencia obligada para quien quiera comenzar a caminar estos terrenos, que cualquier nuevo desarrollo debe necesariamente conocerlos y entrar en diálogo con ella. Por ello, dedicaremos los apartados siguientes a exponer un cuadro histórico de los estudios en nuestro país.

      Los inicios

      Germani comenzó a desarrollar estudios empíricos sobre la clase media a comienzos de la década de 1940. Integrado al Instituto de Sociología de la Universidad de Buenos Aires (creado en 1940), Germani (1942, 1943, 1944) llevó a cabo una serie de indagaciones acerca de la composición de la población, la opinión pública y la situación de la clase media. En el flamante Boletín del Instituto de Sociología, creó y dirigió una sección denominada “Datos sobre la realidad social argentina contemporánea”, en la que se presentaba información estadística sobre la economía, la demografía, y los niveles de escolarización e instrucción de la población (Blanco, 2003: 48-49).

      Hacia 1950 la Oficina de Ciencias Sociales de la Unión Panamericana impulsó un programa de investigación sobre la clase media en América Latina, considerándola clave en razón de que su fortaleza ayudaría a sostener la estabilidad social y la económica de la región (Carli, 2000: 3). Para tal fin, resolvió compilar un volumen dedicado al tema, y para ello convocó como autores de contribuciones particulares a Germani y a otras dos figuras del medio académico argentino: Sergio Bagú (1911-2002) y Alfredo Poviña (1904-1986). A pesar de sus diferencias, los tres autores coincidieron en la necesidad de abordar el estudio de la clase media no solo en términos económicos, sino también psicológicos y culturales. De ahí que Bagú (1950) hablase de la existencia de una “psicología” de la clase media, Germani (1950: 21) señalase que la clase media portaba una específica “personalidad” y Poviña (1950: 73-74) le atribuyese un patrón cultural distintivo, un “estado de espíritu”, que marcaba el nivel intelectual de la sociedad, pero que carecía de “conciencia de clase” y “unidad”. Lo que revelaban estos estudios era la necesidad de buscar la cualidad distintiva de estos sectores en aspectos tales como los niveles de instrucción y la valorización de la educación y la “cultura” como fuentes de progreso, entendido este como movilidad social ascendente.

      Pero aquello que diferenciaba crucialmente las perspectivas de Poviña y Bagú de la de Germani era la importancia que concedía este último a los estudios empíricos de largo aliento. Germani y su equipo iniciaron los estudios adoptando el enfoque de la estratificación social. Sus trabajos influyeron especialmente en la sociología cuantitativa, debido a su insistencia en el diseño de cuestionarios y en la identificación de indicadores objetivos de clase y de autoidentificación y ubicación social, metodología que entendía imprescindible para conocer las relaciones entre estratificación y movilidad social (Germani, 1955, 1962). Su trabajo estableció la interpretación de la clase media argentina en vigencia durante la segunda mitad del siglo XX, al destacar su origen inmigratorio europeo, la movilidad social ascendente a través del comercio y la educación; esta última transformada en un valor capital que posibilitaba el progreso individual (Germani, 1971 [1963]). Germani sostuvo que la Argentina debía romper con las rémoras tradicionalistas que impedían la modernización y el desarrollo, siendo la clase media el agente modernizador por excelencia, dado que por su naturaleza estaba orientada al progreso, basado en la adquisición de conocimiento y en la pretensión de ascenso social (Visacovsky, 2008; Adamovsky, 2009; Garguin, 2006, 2007; Visacovsky y Garguin, 2009a; Visacovsky, 2014).

      Mientras Germani y su equipo llevaban a cabo sus estudios empíricos sobre la clase media de Buenos Aires y un tiempo antes de que Eduardo Archetti, Kristi Anne Stølen y Leopoldo Bartolomé iniciaran sus investigaciones etnográficas sobre sectores medios rurales del interior del país, aparecieron una serie de trabajos usualmente comprendidos en lo que se dio en llamar “ensayo sociológico” o “de interpretación nacional” (Saítta, 2004; Altamirano, 1997). Como esta caracterización había sido usualmente efectuada por la autodenominada sociología científica fundada por Germani, “el ensayo” se presentaba como lo opuesto a la ciencia, en razón de que esta última era el producto de investigaciones empíricas basadas en una metodología explícita y clara, así como apelaba a enunciados y conceptos teóricos, no ideológicos. Desde el lado del ensayo, la sociología de Germani era vista como expresión del “cientificismo” académico “elitista” y de un pensamiento contrario a los intereses nacionales. Su propósito era polemizar e intervenir en los debates ideológicos y políticos (Neiburg, 1998). Así, Juan José Hernández Arregui (1960) hablaba del “hombre promedio”, “conservador