¡ Queremos lo nuestro!. Bernadette Atuahene

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Название ¡ Queremos lo nuestro!
Автор произведения Bernadette Atuahene
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789587905908



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la propiedad es importante porque a menudo se encuentra entrelazada con la identidad de la persona y su bienestar emocional99. Un anillo de matrimonio, por ejemplo, tiene tanto un valor material como uno inmaterial. Asimismo, aunque el hogar de la infancia de una persona ocupa un espacio físico, también existe en paralelo con un paisaje emocional. Margaret Radin ha acuñado el término «propiedad como personalidad» para describir estos aspectos no materiales de la propiedad100.

      La doctora Mindy Fullilove –una psicóloga que estudió el despojo masivo de las comunidades negras en Estados Unidos bajo los programas de renovación urbana– desarrolló el concepto de impacto del desarraigo. «Impacto del desarraigo es la reacción traumática de estrés ante la destrucción total o parcial de su ecosistema emocional»101. Ella argumenta que cuando las personas han sido desplazadas de sus hogares y propiedad, esto genera ansiedad, desestabiliza relaciones y causa enfermedades crónicas (incluso la muerte). La doctora Fullilove argumenta que «el daño del impacto del desarraigo puede afectar generaciones y generaciones de personas»102.

      Más aún, la propiedad es importante porque les da a las personas la independencia necesaria para participar en una sociedad democrática como miembros completos e iguales que no están controlados por otros103. Sin el mínimo nivel de propiedad para cubrir las necesidades básicas, las personas requieren patrones; y estos patrones pueden tener control indebido sobre todos los asuntos, desde los políticos hasta los personales. Además, si una persona no tiene propiedad y debe utilizar todo su tiempo trabajando, entonces no tendrá tiempo libre para ejercitar sus libertades básicas, tales como el voto y la participación en la vida cívica104.

      Finalmente, como argumentan Acemoglu y Robinson, la propiedad es importante para el desarrollo económico. Los países que prosperan tienden a tener instituciones económicas y políticas inclusivas «que aplican los derechos de propiedad, crean igualdad de condiciones y fomentan la inversión en nuevas tecnologías y habilidades»105. Hernando de Soto también ha argumentado de manera convincente que derechos claros de propiedad son necesarios para que el capitalismo funcione debidamente106.

      La propiedad consiste en un grupo de derechos que incluyen los derechos a transferir, ocupar y excluir (ver Cuadro 1.1). Cuando una expropiación ocurre, tanto los derechos de propiedad como los de ocupación son afectados. Sin embargo, las personas con derechos de ocupación de corto plazo (p. ej., arrendamientos mensuales o arrendamientos sin plazo fijo) generalmente no tienen derecho a recibir una compensación cuando ocurre una expropiación107. Pero cuando hay obstáculos significativos para obtener la propiedad, aun las expropiaciones de aquellos que tienen arrendamientos de corto plazo pueden considerarse expropiación de la dignidad. Por ejemplo, en Sudáfrica, los negros tenían prohibido adquirir legalmente derechos de propiedad en el 87 % de su tierra nativa108. Así que el programa de restitución de tierras no está restringido únicamente a los propietarios, sino que provee compensación para los arrendatarios que fueron removidos forzosamente.

Tipo de derecho Poderes asociados con el derecho
Dueño Transferir la propiedad. Ocupar la propiedad. Excluir a otros de la propiedad.
Arrendatario Ocupar la propiedad sujeto al contrato de arrendamiento.
Arrendamiento laboral Ocupar la propiedad sujeto al contrato de trabajo.

      «Sub-personas» son aquellas que han sido deshumanizadas o infantilizadas, y por ello se les niega el reconocimiento de su humanidad o su plena capacidad mental. Aunque los cuerpos físicos de las sub-personas son visibles, su dignidad es invisible. En su novela clásica El hombre invisible, Ralph Ellison cuenta la historia de un joven negro en los Estados Unidos de los años 1930, que lucha por sobrevivir en una sociedad racialmente dividida que lo deshumaniza e infantiliza. El protagonista del libro, un hombre negro sin nombre, explica:

      Soy invisible, entiendo, simplemente porque la gente se niega a verme. Como las cabezas sin cuerpo que se ven a veces en los actos secundarios de los circos, es como si estuviera rodeado de espejos de vidrio duro que distorsionan. Cuando se me acercan solo ven lo que está a mi alrededor, a ellos mismos, o fragmentos de su imaginación, de hecho, todo y cualquier cosa excepto a mí109.

      El protagonista de la novela usa la metáfora de la invisibilidad para describir su humanidad transparente y su sub personalidad en Estados Unidos.

      Debido a que la infantilización y deshumanización son las bases de la sub personalidad, es importante definir estos términos con precisión. Los académicos han propuesto una variedad de maneras para definir la deshumanización110. En este libro se adopta la definición de «deshumanización» como la falta de reconocimiento de la humanidad de un individuo o grupo de personas. Cuando la humanidad de una persona o de una comunidad es invisible no se reconocen como humanos que tienen la capacidad mental, alma o agencia necesaria para entrar en el contrato social. Así, por ejemplo, mientras que la liberación de los esclavos de Estados Unidos privó a los dueños de esclavos de su propiedad, no hubo deshumanización porque la expropiación no negaba la identidad humana de los dueños de esclavos111. Al contrario, esta privación de la propiedad afirmó la humanidad de los antiguos esclavos. En contraste, la creencia nazi de que los judíos eran peste, la evidente creencia de los gobiernos coloniales y del apartheid en Sudáfrica de que los negros eran sub humanos salvajes, y la creencia militante de los hutus de que las vidas de los tutsis no valían más que las de las cucarachas son todas ejemplo de deshumanización, la cual llevó a la subordinación de estos grupos dentro del contrato social112. Además de la negación directa de la humanidad de una persona o comunidad al igualarlas a animales o insectos, hay otros mecanismos para negar su humanidad. La deshumanización resulta del uso diario de fuerza mortal, ya que la muerte es la forma más extrema de extinguir la humanidad de alguien. Así, por ejemplo, a pesar de que el propósito declarado de la mayoría de las expropiaciones de la era comunista fue redistribuir la propiedad y crear sociedades igualitarias, en la medida en que los Estados comunistas usaron la fuerza mortal para llevar a cabo las transferencias forzadas de propiedad ocurrió la deshumanización113. Otro ejemplo de deshumanización ocurre durante las guerras, cuando los soldados son rutinariamente sumergidos por propaganda que niega la humanidad del enemigo para que puedan involucrarse en asesinatos masivos en los campos de batalla114.

      La infantilización es una forma de privación de la dignidad distinta a la deshumanización. La «infantilización» es la restricción de la autonomía individual o de un grupo con base en la falta de reconocimiento y respeto por su capacidad total de razonamiento. Aunque se reconoce la humanidad de una persona, su capacidad de autogobernarse racionalmente es negada115. Con frecuencia, la infantilización comporta tratar a los adultos como si fueran menores, y por lo tanto ubicarlos bajo la autoridad de otro. El contrato social requiere el consentimiento de un individuo para ser gobernado, así que hasta que los niños logran desarrollar las facultades mentales necesarias para consentir, son ciudadanos desiguales. En varios puntos de la historia, las sociedades han considerado que las mujeres adultas y los adultos de color no tienen las facultades mentales necesarias para convertirse en miembros de la comunidad política y por lo tanto, como a niños, se les ubica bajo la autoridad de otro.

      La tradición filosófica europea está plagada del dogma supremacista blanco que infantiliza a las personas de color. Charles Mills anota que los grandes filósofos consideraban a los no blancos como una especie separada de salvajes