Название | (Pre)textos para el análisis político |
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Автор произведения | Moisés Pérez Vega |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9786077629443 |
Estos pretextos de distinto color, no es necedad insistir en nuestra mejor justificación, quieren poner a disposición de los estudiantes un conjunto de textos útiles para el análisis de la política. Con ese blanco, lo que el lector tiene en sus manos son unos (pre)textos conjugados como ensayos preparatorios para su deseable y posterior encuentro con las obras, autores y agendas académicas aquí integradas. (Pre)textos instrumentales a ese fin. Discutir la política, ensanchar sus entradas y niveles de debate, recalcar la imposibilidad de declararla muerta, silente o estéril, apurar la curiosidad por entenderla y, al mismo tiempo, convenir felizmente en que esto sea una tarea inacabada e inacabable es, pues, el mayor pretexto que nos mueve. A ello pensamos que contribuye la siguiente estructura de trabajo.
La arquitectura de (Pre)textos
Como las familias descienden de otras, así los libros descienden de otros, escribió alguna vez Virginia Woolf. Un libro para el análisis político —lo tenemos por cierto y reconocido— no es precisamente una oferta inventiva ni el develamiento de un territorio ignoto por recorrer. Lo sabíamos al principio y más ahora después de revisar manuales, tratados, léxicos, diccionarios o introducciones al pensamiento político, con los que nuestros (Pre)textos guardan (y presumen) cierto aire de familia.
¿Cómo validar en esa prolija atmósfera bibliográfica otro libro reincidente? Las apuestas serían dos: 1) con una amplia convocatoria entre especialistas en el concepto que firman aquí,[1] y 2) mediante una estructura que, como efecto de su seguimiento por parte de los autores, garantizara la confección de estados del arte del tema abordado.
A causa de los flemáticos pero indispensables dictámenes académicos y arbitrajes editoriales, no están aquí todos los ensayos recibidos, pero ello no es óbice para que la compilación sea rica e ilustrativa. Gracias, por otra parte, a que los autores suscribieron la estructura propuesta, sin por ello ahogar su escritura personal, la compilación entrega una panorámica sobre conceptos capitales del análisis político, sistematizando y discutiendo a beneficio de tal fin las definiciones, historias literarias, debates contemporáneos y lecturas recomendadas para la exposición de los conceptos tratados. Como ya lo mencionamos, el “paisaje de fondo” para que nuestras apuestas resultasen efectivas ha sido nuestro propio concierto como politólogos, sociólogos o psicólogos sociales de reciente formación. Que ciertas teorías posclásicas de la sociedad civil, los partidos políticos, las políticas públicas o los movimientos sociales desfilaran y destacaran en nuestros cursos, es cosa de un azar que nos supera. Compartirlas, con el ánimo de aprontar un pretexto para el análisis de la presunta novedad de estos planteamientos es, en cambio, una responsabilidad que en el camino de su cumplimiento no perdió el encanto.
Temas y problemas conceptuales de (Pre)textos
“No puedo entender el gusto de la gente por Every breath you take, una letra deprimente sobre un tipo obsesivo”. Así expresaba Gordon Sumner (mejor conocido como Sting) su sorpresa ante la canción menos romántica y alegre de The Police que, vaya cosa, el público creyó un texto de amor y dicha. Esta fortuna ocurre, a decir de Simmel, cuando las obras ganan su propia autonomía y despiertan las lecturas o recepciones más disímbolas.
Por la diversidad de ensayos aquí reunidos, por su naturaleza interconectada, mas no rígida ni lineal, y porque es nuestro deseo que el lector ingrese a este “bosque narrativo” por la puerta de su agrado, interés o capricho, este libro no posee un tablero de direcciones unívoco o inviolable. A guisa, sin embargo, de algunas (flexibles) instrucciones de uso, organizamos sus temas y problemas conceptuales del siguiente modo:
1) Disciplinas: ciencia política, sociología política, psicología política.
2) Reglas e instituciones: constitución, democracia, sistemas de gobierno, partidos políticos.
3) Esferas y procesos: sociedad civil, movimientos sociales, políticas públicas.
El desarrollo de estos temas, dispuestos en los compartimentos de sus definiciones, historias literarias y debates contemporáneos, anuda ciertos problemas conceptuales del análisis político al que este libro quiere servir de pretexto, marco y herramienta. A juzgar por el conocimiento, generosidad y erudición (véanse los capítulos de “Ciencia política” y “Constitución”, elaborados por Víctor Alarcón y Enrique Serrano, respectivamente) que los autores pusieron en el empeño, sentimos que para el lector valdrá la pena el tiempo de consumir estas páginas. Sirvan las siguientes entradas para estimular su apetito.
En “Ciencia política”, Víctor Alarcón expone que ésta es una disciplina consolidada, cuya permanente e insaciable búsqueda de autonomía e identidad refleja no una crisis, sino una expansión creciente e interactuante con otros campos epistemológicos. Su más íntima trayectoria es ésa: la de los balances, autocríticas y epítetos (Dahl dixit), sobre los que la ciencia política se rehace y continuará reproduciéndose.
Pero no sólo de enfoques teóricos y metodológicos diferentes o programas de investigación contrarios están hechos los contradictorios veredictos sobre la salud o enfermedad de la ciencia política. También, entiende y polemiza Alarcón, de un fardo de egos en competencia, narrativas en disputa y, en otras tantas ocasiones, de desconocimiento o desprecio frente al difícil pero meritorio avance de la disciplina. Que la ciencia política no tenga una teoría general o un cuerpo homogéneo de conocimientos, que sea híbrida y en su seno acoja las teorías más dispares, es un atributo de su fortaleza.
Que los politólogos, en cambio, sean renuentes a remontar las ignorancias mutuas desde las que sus líneas de estudio han crecido, aprecia Alarcón, es un punto flaco a combatirse con el debate entre pares, la recuperación del trabajo en proyectos colectivos, la creación de contextos de exigencia y calidad objetivas que trasciendan los propios de una perspectiva, academia o grupo en particular. Superar, pues, el lugar común de “las mesas separadas” y la división de la disciplina en corrientes o escuelas para, sin obviar estas fructíferas diferencias, avanzar hacia “un enfoque integral e integrador que configure el concepto de una disciplina sintetizadora, sistemática, acumulativa y extensiva”.
A ello apunta Alarcón, aprontando los registros que respaldan su propuesta, en un itinerario que captura: a) los inicios de la ciencia política en el siglo XIX hacia elementos explicativos más allá de la argumentación histórica, la justificación ética o la mera descripción; b) la incidencia del positivismo, el racionalismo y el método científico en la construcción de una ciencia política con contenido empírico; c) los frutos de la ciencia política a partir de seis enfoques: institucionalismo, conductismo, análisis sistémico, elección racional, marxismo y posmodernismo.
Que la ciencia política precisa esquivar las tentaciones de un relato soberbio y excluyente, queda, por otro lado, ejemplificado con el texto de “Sociología política”, a cargo de Ángela Oyhandy Cioffi. La ciencia política conductista, cercana, pariente e imitadora en su momento de los métodos y técnicas de la sociología, fue definida por Duverger como sinónimo de sociología política. A ello, empero, seguiría una discriminación arrogante que, en palabras de Brian Barry (1974), separaría a la ciencia política sociologizante (“menor, precientífica”) de una supuesta ciencia política objetiva, auténtica y definida