Название | Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador |
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Автор произведения | Susana Cordero de Espinosa |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789978775240 |
Cuando lo consideramos indispensable, para ilustrar mejor las respuestas a las dudas que suscitan ciertos términos, hemos creado ejemplos apropiados, tanto del error, cuando, obviamente, de la corrección que se precisa.
Nuestro DUCE incluye, sin intención alguna de censura, ecuatorianismos registrados en el DLE, o no registrados aún. Es sabido que a lo largo de la historia del español en América, escritores como el gran tradicionista peruano Ricardo Palma, apoyado singularmente por nuestro sabio expresidente, lingüista, botánico y académico don Luis Cordero Crespo, presentó a la Real Academia de la Lengua, al conmemorarse cuatrocientos años del ‘Descubrimiento de América’, en 1892, largas listas de americanismos que nombraban ‘las cosas nuestras’, cuyas inclusión en el diccionario general fue rechazada entonces. Hoy, al contrario, tenemos la impresión de que se aceptan panhispánicamente demasiados términos, sobre todo los anglicismos que designan cuanto se relaciona con el portento de la informática.
Pero antes de ir a ello, hay aún una tercera parte en este DUCE, que trae apéndices sobre cuestiones fundamentales de lexicografía y gramática, como la acentuación, la puntuación. Evoco al inolvidable maestro jesuita Miguel Sánchez Astudillo, quien en sus cursos ponía singular énfasis en este capítulo; puntuar bien era para él, muestra del claro talento del escritor y, a la inversa… Para no abundar, remito al lector al índice, donde encontrará capítulos singularmente necesarios y, a la vez, concisos y claros.
Por último, y esta es la parte nueva de este libro, hemos trabajado los Suplementos lexicográficos cuyos títulos muestran a ustedes su oportunidad y necesidad. Se trata, en breves palabras, de términos correspondientes a sendos capítulos sobre léxicos relativos a diversidad sexual, música ecuatoriana e informática, cuyos términos no se hallan oficialmente establecidos –muchos de ellos son todavía extranjerismos que escribimos, como lo pide la norma, en cursiva, pero que no tienen equivalente apropiado, definitivo ni ‘oficial’ en nuestra lengua y, sin embargo, la invaden y seguirán usándose aunque, tantas veces, sin suficiente discriminación. Este diccionario no podía dejarlos de lado. Era indispensable destacarlos en capítulos distintos, y eso hemos hecho; de otra forma, se habrían perdido entre el vocabulario que colma los primeros capítulos y apéndices ya citados.
El valor de estos Suplementos radica en que responden a nuevos ‘constructos’ socioculturales, que revelan cambios en nuestra existencia, por una parte, y en nuestra concepción de ella, por otra. Significan exigencia de conocimientos lexicográficos inimaginables hace solo veinticinco años, pero imprescindibles hoy.
Sus definiciones, largamente discutidas, buscaron la mayor precisión, a la vez que la adecuación a las definiciones de otros países.
Repito con agradecimiento doblemente cabal y apremiante, parte sustancial del párrafo con que terminaba el prólogo de las ediciones anteriores de este libro, además de hacer justa referencia a la actualidad:
“He de agradecer al único y cercanísimo colaborador de esta obra, mi hijo Alfredo Espinosa Cordero, quien de modo directo y constante ha apoyado mi trabajo con su fino talento, su perspicacia estética e idiomática y su lúcida crítica. A él debo la primera y difícil selección de viejos artículos míos sobre temas idiomáticos que no se escribieron en computadora, y mucho de lo atinente al capítulo de los verbos”.
Hoy, he de destacarlo, ha sido singular su colaboración en lo pertinente a la búsqueda y definiciones de los términos de los citados Suplementos, los cuales se han acrecentado y enriquecido singularmente en esta edición, con los tres capítulos ya aludidos, cuyos títulos ‘Aproximación a la música nacional’, ‘Diversidad y género’ y ‘Glosario informático’, hablan por sí solos.
Sin el aporte de Alfredo Espinosa Cordero, muy poco habría podido incluir yo misma sobre temas tan actuales y arduos, que exigen otro tipo de especialización. Los hemos discutido y pensado juntos, de acuerdo con sus sugerencias, e impulsados por el deseo de entregar algo nuevo y valioso, merced a su sabiduría.
¡Gracias, hijo!
Susana Cordero de Espinosa
CARLOS JOAQUÍN CÓRDOVA
Director de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
De verdad, se llena un vacío. Susana Cordero de Espinosa, doctora en Pedagogía con especialización en Lengua y Literatura y con estudios de Lingüística Aplicada en la Universidad de la Sorbona y en la Universidad Laval de Québec, y destacada catedrática universitaria, con su obra Diccionario del uso correcto del español en el Ecuador ha puesto al alcance del público un instrumento didáctico de superior categoría.
Hablar es facultad natural de fácil ejecución como también fácil es adquirir, por virtud de la enseñanza, la capacidad de escribir. Mas, hablar bien y escribir correctamente son dos actos que exigen conocimiento, ilustración y acierto. El admirable mecanismo del lenguaje dispuesto con singular maestría sirve para la aplicación de los códigos gramaticales sistemáticos dentro de la habitual y fluida comunicación de la gente. Hay reglas y más reglas dispuestas para que el hablante las ponga en práctica en beneficio de la pureza, exactitud y gracia de la comunicación en el diario quehacer de la vida. Es cosa corriente que el hablante, debido a natural disposición, sea fiel al cumplimiento normativo señalado en los tratados teóricos y su aplicación práctica; pero también viene el habitual desvío de los refinamientos gramaticales como de las normas instituidas, ya porque las ignora o porque no las aplica con fidelidad. Queda así al descubierto el error. Bien sea por falta ortográfica, por desliz sintáctico, por fallo morfológico o por imperfección prosódica, el hablante o en su caso, el que escribe, se halla en potencia o efectivamente proclive a desviarse de la corrección y propiedad.
Resulta natural el riesgo de caer en la duda o de cometer una falta ya sea al hablar como en la redacción de una pieza cualquiera. Susana Cordero viene entonces en ayuda, muy a tiempo. Con su excelente libro quedan resueltas cuantas dudas puedan asaltar tanto al hablante como a quien escribe. La corrección del lenguaje se encuentra presente de manera continua en su obra, cual escudo de seguridad contra la comisión de errores. Y estos son de numerosas clases porque el complejo mecanismo gramatical propio de la lengua parece que pone a prueba al hablante en su acto de comunicación verbal o escrito. Ante estos reales peligros que atentan contra la corrección, el libro de la doctora Cordero es verdadera tabla de salvación. En sus ricas y bien nutridas páginas, plenas de saber lingüístico, de sabia orientación y claridad expositiva, este valioso diccionario resuelve además, con sencillez y precisión, cuanta dificultad surja, ya sea por el significado mismo de tal o cual palabra, como la solución de los varios problemas gramaticales referidos a sus diversas e importantes partes: léxico, sintaxis, morfología, ortografía, prosodia y aun la misma elocución.
Quichuismos, anglicismos y modismos se encuentran con profusión en esta rica obra de lingüística ecuatoriana. La perspicaz y cuidadosa autora