Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030. John Griffiths Spielman

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Название Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030
Автор произведения John Griffiths Spielman
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789569058424



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Los jefes de Estado Mayor canadienses usan abiertamente términos como la “Nueva Guerra Fría” o incluso una “Paz Caliente” en referencia a Rusia. En una entrevista con un ex jefe de Estado Mayor canadiense, quien desea permanecer en el anonimato, admitió que la guerra con Rusia ya ha comenzado; hay literalmente miles de ataques cibernéticos o “sondas” cibernéticas contra los sistemas de la OTAN41. Los rusos también están probablemente una década por delante de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en lo que respecta a la tecnología de misiles hipersónicos. La tensión en Europa entre la OTAN y Rusia es significativamente mayor y generalmente reportada. Además, se está produciendo una importante carrera armamentista en Europa. Sin embargo, la OTAN en su conjunto y Canadá en particular se enfrentan a un futuro incierto con respecto a la modernización de sus capacidades militares para poder afrontar eficazmente el desafío que plantea Rusia, principalmente por los miles de millones de dólares que ya se han gastado en la gestión de la pandemia. Es poco probable que la abrumadora mayoría de los países miembro alcance pronto la regla de gasto del 2% del PIB establecida por la OTAN. Este no es solo un tema político para satisfacer la retórica anti-OTAN del Presidente estadounidense Donald Trump, pues los expertos y funcionarios de defensa de la OTAN admiten que se debe aumentar el gasto.

      Asia

      Recientemente, Canadá mantuvo una relación cautelosamente cordial y constructiva con China. Participó y sigue haciéndolo en los ejercicios navales RIMPAC. Sin embargo, Canadá considera que China es un cliente potencialmente importante del petróleo canadiense y, por lo tanto, mantuvo relaciones relativamente buenas con ese país, a diferencia de sus aliados más importantes en la región.

      Desastres naturales

      Las Fuerzas Armadas Canadienses han aumentado dramáticamente su participación en casos de desastres naturales. En los últimos dos años, por ejemplo, las Fuerzas Armadas han enviado personal a 10 despliegues nacionales de socorro en casos de desastre, los que van desde operaciones que involucran inundaciones o incendios forestales hasta ventiscas de invierno. En su operación más reciente, el personal médico de las fuerzas canadienses se desplegó en la provincia de Quebec para ayudar en el manejo de un brote masivo de covid-19 en casas de retiro. Se enviaron a cientos de militares para reemplazar a los empleados civiles de estas instituciones debido a su incapacidad para controlar la propagación del virus. Este último despliegue en caso de “desastre humanitario” duró más de dos meses y finalizó en julio de 2020, cuando las autoridades provinciales pudieron capacitar adecuadamente a sus propios trabajadores civiles en el uso de la gestión y atención correcta de los residentes y pacientes contagiosos de estas instituciones.

      Stéphane Roussel, un especialista en defensa canadiense de la École Nationale d’Administration Publique (ENAP), predice que las Fuerzas Armadas Canadienses seguirán dos caminos distintos mirando hacia el futuro. El primero se centrará en su capacidad de combate en guerra, que será significativamente más pequeña en tamaño y se utilizará en el extranjero para apoyar las operaciones aliadas. Mientras que el segundo, más grande y público, se centrará en el desarrollo de capacidades de asistencia en casos de desastre y mantenimiento de la paz. El principal culpable de este cambio son las necesidades internas (como en el caso de la crisis de covid-19 en las residencias de ancianos de Quebec), así como las limitaciones presupuestarias. La forma en que esto afectará la capacidad de despliegue y combate de Canadá a largo plazo no está clara, pero lo que se argumenta con certeza es que esto tendrá un impacto en las relaciones de defensa del país con sus aliados.

      América Latina

      Los intereses político-económicos de Canadá en América Latina son escasos. Con excepción de algunas partes del Caribe, donde empresas canadienses tienen intereses mineros, y México, que forma parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos (T-MEC), Canadá ha tenido como política no involucrarse en asuntos de América Latina. Incluso en el caso de México, la voluntad canadiense de trabajar con el país ha sido casi inexistente en materia de defensa. En resumen, América Latina no es estratégicamente importante para los tomadores de decisiones canadienses.

      Históricamente, Canadá ha seguido un enfoque de no involucrarse con América Latina en temas de seguridad, prefiriendo en cambio ver a la región como el “patio trasero” de Estados Unidos. Incluso durante la Guerra Fría, cuando los Estados Unidos se encontraba apoyando en repetidas ocasiones a regímenes dictatoriales brutales, Canadá evitó involucrarse. Desde una perspectiva canadiense, enfrentarse con los Estados Unidos sobre estos asuntos no merecía el riesgo de dañar la relación. Para Canadá, nada estaba en juego: no había nada que ganar y nada que perder. Por lo tanto, América Latina permaneció como una de las regiones del mundo donde los intereses canadienses eran extremadamente limitados. La postura de defensa de Canadá vis-à-vis con América Latina continuará siguiendo el modelo actual, en donde existe esporádica y mínima participación en ejercicios navales conjuntos.

      Comentarios finales

      La política de seguridad y defensa canadiense se encuentra ante una encrucijada. Las amenazas a la seguridad nacional de Canadá están en constante crecimiento, como se ha demostrado con el resurgimiento de Rusia. Sin embargo, desde una perspectiva financiera, los retos probablemente seguirán aumentando en un futuro. La solución, por ahora, es concentrarse en la modernización y en las capacidades de combate de un número limitado de unidades. El resto de las Fuerzas Armadas Canadienses sufrirá una falta de equipamiento, así como de entrenamiento.