Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030. John Griffiths Spielman

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Название Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030
Автор произведения John Griffiths Spielman
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789569058424



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en materia de asesoría y adiestramiento.

      Mientras los estrategas estadounidenses se enfocan en las acciones de China en el Mar del Sur de China, las acciones de Rusia en Crimea y Ucrania, el creciente poderío nuclear de Corea del Norte y las ambiciones de Irán basadas en el terrorismo, prestan menos atención en las actividades de estos actores en el hemisferio occidental. No es que los estrategas estadounidenses ignoren las actividades económicas, diplomáticas y de seguridad que se realizan a través de la región, pero no hay evidencia de que exista un entendimiento profundo del vínculo entre las actividades de China y Rusia en el hemisferio y las estrategias geopolíticas de estas dos potencias globales. Más aún, la falta de acciones integradas del gobierno de Estados Unidos para enfrentar las incursiones de estos actores extrarregionales sugiere la falta de una comprensión adecuada de las estrategias que China, por su parte, y Rusia, por la suya, están implementando a nivel global, y sobre todo en esta región.

      La superioridad militar convencional de Estados Unidos ha ocasionado que China y Rusia busquen evitar una confrontación directa con las Fuerzas Armadas estadounidenses cuando sea posible, por lo menos a corto plazo. Sin embargo, eso no implica que esos países no vayan a competir con Estados Unidos. Sí lo harán, pero de manera no convencional y asimétrica, utilizando otras formas y medios para lograr sus objetivos. Cada actor, por su parte, tiene sus propias técnicas para alcanzar sus intereses. Es importante subrayar la relevancia histórica del pensamiento estratégico chino, influido por una cultura de taoísmo de una civilización de más de 3.000 años, ejemplificado en las enseñanzas de Sun Tzu. Empleando estrategias del libro clásico “Arte de la guerra”, de Sun Tzu, el Partido Comunista Chino aplica la lección de que la mejor estrategia es atacar a la estrategia del enemigo. Reconociendo que la fuente del poder estadounidense es su economía, China está utilizando su poderío económico, adquirido, en parte, por su capacidad de inteligencia para robar propiedad intelectual, y también para influir e intimidar a países en todo el mundo. Por su lado, Rusia maneja conceptos refinados durante la Guerra Fría con la doctrina de Gerasimov o Antimov, que implican utilizar propaganda y desinformación, y los adapta a la actualidad manipulando internet y otros medios sociales.

      El punto importante a resaltar es que China y Rusia actúan de manera irregular (no convencional) y asimétrica con el objetivo de alcanzar metas estratégicas en la región, y Estados Unidos no ha sido capaz de actuar de una manera efectiva para contrarrestar las acciones de estos dos adversarios. Dicho esto, la respuesta a las amenazas a la seguridad nacional que representan las acciones de China y Rusia en este hemisferio no se logra a través del uso de las fuerzas armadas en una primera instancia. De manera semejante que China y Rusia utilizan otros instrumentos de poder en sus estrategias, Estados Unidos debería desarrollar una estrategia integrada, utilizando sus propios instrumentos de poder para salvaguardar sus intereses, y no simplemente actuar de manera reactiva. Al contrario, Estados Unidos debería reconocer la importancia de la región y actuar para protegerla para el bienestar de todos los ciudadanos del hemisferio.

      La buena noticia es que ya hay analistas estadounidenses que estudian las acciones de China y Rusia. Escribiendo a finales de 2007, mi colega Frank Hoffman expresó lo siguiente:

      Para los propósitos de los países del hemisferio occidental, el análisis de Hoffman es bastante útil. Hace más de una década supo que China y Rusia iban a emplear todas las formas de guerra simultáneamente, y que el crimen transnacional también estaría incluido en este concepto de amenazas híbridas.

      La mala noticia es que, a pesar de la comprensión académica y analítica de que muchos actores estatales están utilizando las tácticas de la guerra híbrida, los tomadores de decisiones estadounidenses no han priorizado el desarrollo de una estrategia que tome en cuenta esta realidad. Lo interesante es que hasta al nivel del secretario de Defensa se reconoció esto:

      Aunque fue el secretario de Defensa en funciones, le costó esfuerzo imponer su voluntad sobre otros actores institucionales fuertes:

      Estas reflexiones de Gates expresan la realidad que continúa en el sistema de defensa estadounidense, la cual crea desafíos para emplear fuerzas adiestradas adecuadamente para actuar en la región. Retomaremos este punto crítico más adelante.

      Realidades regionales

      Siempre es arriesgado generalizar al hablar de América Latina, dada su gran heterogeneidad. Sin duda, el tema específico del papel de las fuerzas armadas es otro ejemplo importante de ese riesgo. Obviamente, los países comparten muchas características culturales similares, sobre todo la herencia española y la lengua castellana (con la excepción notable de Brasil). Pero los 19 países latinoamericanos tienen 19 historias distintas, algunas realmente únicas, que no se prestan a una explicación generalizada fácil o sencilla. Dado nuestro enfoque en el rol de las fuerzas armadas en este ensayo, quizás es útil mencionar un par de casos radicales en la región.

      En un extremo se observan los ejemplos de países en donde los gobiernos han decidido no tener fuerzas armadas para proveer la seguridad interior y la defensa nacional, que son Costa Rica (desde 1948) y Panamá (desde 1990). En el otro extremo tenemos los países en donde las fuerzas armadas dominan el poder político y económico, como son los ejemplos de Cuba (desde la década de 1960) y Venezuela (desde la década de 2000). El dominio de las Fuerzas Armadas cubanas es tal, que el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), que es una de las instituciones más prestigiosas en su análisis de defensa, no es capaz de divulgar cifras para Cuba. También hay que reconocer que la gran mayoría de los países experimentaron algún nivel de gobiernos militares durante el siglo XX. La buena noticia es que esa tendencia se redujo a finales de los años 80 y a principios de los años 90.