100 Fichas de animaciones para personas mayores. Evelyne Allègre

Читать онлайн.
Название 100 Fichas de animaciones para personas mayores
Автор произведения Evelyne Allègre
Жанр Сделай Сам
Серия Salud
Издательство Сделай Сам
Год выпуска 0
isbn 9788499107202



Скачать книгу

aconseja una escucha activa (véase Noción 14, p. 37) porque permite crear un lazo de simpatía, alentador, tranquilizador y reconfortante.

      B Estar disponible

      La disponibilidad es la capacidad de ofrecer tiempo y atención a los demás. Se manifiesta a través de las palabras y los gestos apropiados para demostrar a los demás que son bienvenidos como, por ejemplo:

      – palabras de bienvenida, calurosas y auténticas (por ejemplo: «Estoy aquí para…, mi trabajo es…, siempre puede buscarme si…»), o de reconocimiento (por ejemplo: «Ah, Sra. X, me alegra mucho verla. ¿Cómo estamos?»);

      – expresiones corporales adaptadas que refuercen las palabras (por ejemplo: una sonrisa, una mirada de ánimo y compasiva, un apretón de manos, una mano en el hombro, etc.).

      C Ser auténtico

      Ser auténtico significa tener un comportamiento verdadero, expresar a los demás lo que realmente se piensa. En ocasiones, el miedo o el malestar pueden impedir un comportamiento auténtico. Para llegar a la «verdad» de una persona, hay que ser realmente uno mismo.

      D Comprender

      Para comprender a los demás, hay que hacer prueba de empatía; es decir, tener la capacidad de comprender al otro en cuerpo y alma. Comprender por lo que está pasando, cómo se siente, ponerse en su lugar, sin imponer las propias emociones sobre las del otro (porque cada uno es como es), y sin caer en la compasión ni la afectividad.

      E Acompañar

      El animador se convierte en el «compañero»1 de la persona mayor, aquel con el que recorrerá parte del camino.

      El animador lo ayudará a:

      – expresarse sobre sus vivencias (dar sentido a su historia);

      – aceptar la realidad con tacto y empatía (compartiendo sus sensaciones);

      – convertirse (volver a ser) en actor de su propia vida;

      – encontrar un sentido a su vejez (en el respeto de su espiritualidad, su cultura, sus valores y su religión);

      – expresar sus expectativas y deseos.

      F Respetar

      Respetar es considerar a alguien una persona digna y valiosa en general, y actuar en consecuencia. Para el animador debe ser respetar las elecciones, las ideas, las opiniones, la correspondencia, las confidencias, el pudor y las costumbres de la persona mayor.

      «No perdemos nada del pasado, solo con el pasado se forma el porvenir.» Anatole France, escritor francés (1844-1924).

       «Como para todo ciudadano adulto, deben respetarse la dignidad, la identidad y la vida privada del residente.»

      Artículo 6 de la Carta francesa de las personas mayores dependientes en una institución.

      G Descubrir las expectativas de la persona mayor

      El animador establece con la persona mayor una relación respetuosa y afectiva, intentando en todo momento charlar sobre sus vivencias y sobre lo que le apetece hacer aún. El animador debe conocer el proyecto de vida de la persona (véase Noción 16, p. 41), ya sea porque lo haya leído o porque haya contribuido a su realización. Partiendo de su proyecto de vida y del conocimiento de la persona, el animador puede definir ciertas expectativas:

      – deseos no realizados por falta de tiempo o porque no se dieron las circunstancias (por ejemplo: pintar cuadros);

      – deseos del pasado que la persona mayor crea que jamás podrá realizar (por ejemplo: irse de pesca);

      – deseos actuales que la persona mayor crea irrealizables (por ejemplo: comprarse un perfume);

      – deseos olvidados, borrados, que el animador puede hacer renacer.

      Estos deseos o expectativas conforman la base de la animación.

      DEFINICIÓN

      El animador tiene el objetivo de suscitar el interés de la mayor cantidad posible de personas mayores, gracias a actividades que respondan a sus expectativas. Genera un contexto social y propone animaciones que estimulen a las personas a participar (siempre de forma voluntaria) y a expresar nuevos deseos.

      IMPORTANCIA

      La motivación permite mantener el deseo de la persona mayor. El animador motiva a la persona para que haga aquello que desea hacer y para que pase a otras realizaciones. Es una dinámica que lo acabará llevando a la propia realización personal.

      DESARROLLO

      A Instaurar una dinámica de proyectos

      A partir de los deseos expresados (véase la noción 9), el animador construye y propone animaciones. Se tratará de una animación individual (si el deseo es aislado) o colectiva (si los deseos pueden agruparse).

      B Establecer un clima de confianza

      Establecer un clima de confianza permite facilitar los intercambios y estimular la participación en las animaciones. Esto requiere constancia por parte del animador. La persona mayor debe sentir la bondad del animador. Se aconseja al animador que:manifieste consideración y amabilidad mostrándose disponible y atento;

      – disfrute charlando con el individuo y el grupo;

      – permita que cada uno se exprese con libertad, sin emitir juicio alguno;

      – no coloque a la persona en situación de fracaso, sobre todo al principio de la animación, para evitar bloqueos; el animador podrá posteriormente pedir «más» a la persona con el objeto de que pueda descubrir nuevas aptitudes, pero siempre en un contexto positivo y alentador;

      – no haga nunca promesas que no pueda cumplir.

      C Vencer los miedos y los rechazos

      Ciertos miedos, como el miedo a caerse o a desplazarse, pueden provocar el rechazo a participar en las animaciones. Se aconseja al animador que:

      – respete los miedos y las dudas;

      – coloque todo de manera que se reduzcan al máximo los riesgos de caídas e informe de ello a la persona;

      – proponga a la persona que durante los desplazamientos alguien le acompañe (organizarse entonces con el equipo de cuidados);

      – tranquilice a la persona explicándole los fundamentos de la animación (por ejemplo: para luchar contra el miedo a caerse, una sesión de ejercicio físico).

      Para la persona mayor que tiene miedo al grupo, miedo a lo desconocido (nueva animación) o miedo al fracaso (y al ridículo), el animador puede:

      – presentarla de manera progresiva a los demás individuos;

      – presentar claramente el contenido de la animación con palabras simples y justas (evitar hablar de actividades «deportivas» o «intelectuales») y explicando que se trata de pasar un rato agradable y no de ser el/la mejor;

      – llamar con frecuencia a la persona, buscarla para ayudarla a superar lo que, en ocasiones, no es más que timidez o falta de seguridad.

       «Para desarrollar la participación y la cooperación de cada uno, el animador debe comunicar de forma adaptada y comprensible para todos.»

      Artículo 8 de la Carta francesa de la animación en gerontología.

      D Superar las discapacidades

      En ocasiones, las personas que sufren una discapacidad invalidante (ceguera parcial o total, déficit auditivo, artrosis, demencia, etc.) son