Название | El canto de las gaviotas |
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Автор произведения | Osvaldo Reyes |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788412375435 |
⎯Me disculpas Mauricio, pero no recuerdo un solo caso similar en todo el tiempo que llevo detrás de este escritorio.
⎯Por supuesto. El agujero en la arena es solo una forma más de tortura. Yo tampoco recuerdo ni un solo caso en todo el tiempo que llevo en la fuerza y una cabeza en la arena no puede pasar desapercibida por mucho tiempo. No. Este personaje disfruta cada segundo de dolor, pero una vez la víctima muere, la desentierra y dispone del cuerpo de otra forma.
⎯Estás asumiendo.
⎯No. Pura lógica. Ahora ⎯dijo levantando la mano y deteniendo las palabras que venían a continuación⎯, acepto que puedo estar equivocado si es la primera vez de este individuo, pero no me lo trago. Creo que lo ha hecho antes y la única razón por la que sabemos de su existencia es porque cometió un error. No pudo terminar su ritual.
⎯Si fuera verdad, debería ser fácil atraparlo. No pudo limpiar la escena del crimen. Nos dejó toda la evidencia que no pudo recoger.
⎯Si dejó algo de interés, Poseidón se lo llevó a las profundidades del océano. No se haga muchas ilusiones, jefe.
Ratner se le quedó mirando por cinco segundos completos. Luego, giró la cabeza y clavó sus ojos en Rosas.
⎯¿Piensas igual?
⎯Es la primera vez que escucho esa teoría ⎯respondió el aludido torciendo los labios. Mauricio lo había tomado por sorpresa con la descabellada idea y le molestaba que no se lo hubiera comentado primero. Pensó hacerlo sufrir un rato, pero recordó los problemas personales que le habían caído encima a su amigo y decidió ser compasivo por esa ocasión. Con una sonrisa triste agregó⎯. Mi respuesta inmediata sería que no. Lo malo es que ¿cuántas veces se han equivocado las corazonadas de Mauricio?
⎯Ha pasado ⎯le recordó su jefe, aunque su voz revelaba lo poco convencido que estaba de su propia aseveración.
⎯Sí. Mi pregunta es, ¿quiere ir en contra de las estadísticas?
⎯Tú y tus estadísticas ⎯murmuró Palmer. En su rostro Rosas pudo ver una sonrisa, que le confirmó que había hecho lo correcto en apoyarlo.
Ratner ignoró el comentario. Después de unos segundos de silencio terminó asintiendo con lentitud.
⎯Me caes bien Mauricio ⎯dijo echándose hacia atrás en su asiento⎯, pero te juro que quiero que esta vez estés equivocado.
⎯Somos dos ⎯dijo él.
Ratner recogió los papeles de la mesa y los empezó a ordenar en dos pilas. Mientras arreglaba la información dijo ⎯¿Qué sabemos de la víctima?
Rosas sacó una libreta de su bolsillo. Pasó varias páginas hasta que encontró lo que buscaba. Palmer se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos. Con la cabeza baja escuchó los datos que se conocía de memoria.
⎯Andrea Sposito ⎯dijo Rosas leyendo en voz alta⎯24 años, sin hijos. Estudiante de Turismo en la Universidad de Panamá. Se hospedaba con unos amigos en el hotel White Orca. Llegaron hace dos semanas… el 16 de febrero. Planeaban quedarse cuatro días.
⎯¿El White Orca? Eso está a casi una hora de aquí. ¿Cuándo ocurrió el secuestro? ⎯preguntó Ratner. Una línea vertical entre las dos cejas se marcó en su piel.
⎯El 17 de febrero, en horas de la madrugada. Estuvieron todo el día en los predios del hotel, cenaron y vieron el espectáculo nocturno, uno de esos programas de variedades. Al terminar el show, según los empleados fue como a las 11:00 pm, decidieron irse de paseo a una playa cercana.
⎯¿Están en un hotel en la playa y se van a otra? ⎯preguntó Ratner sorprendido. Rosas solo alzó los hombros, como si las explicaciones sobraran.
⎯Según pudimos establecer ⎯intervino Palmer sin levantar la mirada ⎯era un grupo de ocho jóvenes. Llegaron a la playa alrededor de la media noche. Iban en dos carros.
⎯Luz de luna, aire marino, cervezas ⎯dijo Rosas embelesado⎯. ¿Qué más se puede pedir?
⎯Que un loco no te secuestre en la oscuridad ⎯murmuró Ratner.
Un silencio incómodo llenó la oficina. Rosas siguió leyendo de su libreta, pero las palabras se le habían quedado atascadas en la garganta. Su compañero acudió al rescate.
⎯Nuestro trabajo comienza cuando las pesadillas de otros terminan. Gajes del oficio.
⎯Según sus compañeros ⎯siguió Rosas más tranquilo⎯se bajaron de los autos y armaron una fogata. Bailaron y tomaron. Cuando llegó la hora de irse, sería como a las 3 de la mañana, se dieron cuenta de que uno de los carros había desaparecido. Un RAV-4 color plata. El carro aún no aparece. Según una de las muchachas del grupo, Andrea dijo sentirse indispuesta y le dieron la llave del auto para que descansara. Fue la última vez que la vieron.
⎯Eso es imposible ⎯dijo Ratner⎯. No pretenderás que crea que nadie la vio desaparecer. ¿Nadie escuchó el auto arrancar? ¿Ocho personas dijiste? Esos son 16 ojos y 16 orejas.
⎯Le está predicando al cura ⎯dijo Palmer frotándose la frente con las yemas de los dedos⎯. Parece increíble, pero eso fue lo que pasó. Debe recordar que hablamos de ocho jóvenes embriagados y con más hormonas que sentido común. Todos reconocen que en algún momento se alejaron de la fogata para caminar por la playa y quemar el exceso de etanol. Andrea se fue caminando al auto sola y nadie se preocupó por ella hasta que llegó la hora de irse.
⎯Me imagino que los pasaron por un tamiz fino. Uno de ellos pudo ser el responsable.
⎯Lo dudo jefe ⎯dijo Palmer⎯. Cuando se dieron cuenta de la desaparición regresaron al hotel. El dueño del auto estaba furioso, así que la buscaron apenas llegaron. En recepción les confirmaron que Andrea no había regresado. Allí empezaron a preocuparse de verdad, su mayor temor era que se hubiera estrellado en el camino de vuelta. Avisaron a la policía y se pusieron a peinar el área de forma exhaustiva. A la mañana siguiente seguía sin aparecer. Pusieron anuncios en los medios, fueron de puerta en puerta por todas las casas ocupadas, pero Andrea desapareció sin dejar rastro.
⎯¿Y su familia?
⎯Andrea es hija única. Sus padres murieron en un accidente automovilístico hace cuatro años. No tiene familia a quien avisar. Algunos conocidos y amigos, pero hasta allí. Su núcleo cercano estaba con ella en el hotel ese día.
⎯En vista de lo cual ⎯intervino Rosas⎯se empezó a barajar la posibilidad de que Andrea desapareciera por voluntad propia. Después de todo, no había una sola señal que sugiriera la intervención de una mano criminal. Tal vez tenía algún problema y huir fue la solución.
⎯Recuerdo los anuncios sociales en la televisión ⎯comentó Ratner entrecerrando los ojos⎯. No había hecho la conexión hasta ahora. Sin embargo, sigo sin entender por qué no piensas que alguno o varios de ellos fueron los responsables.
⎯Porque al acabar el fin de semana regresaron a la ciudad. Todos tienen coartadas para la mayoría de los días que siguieron. La evidencia por el momento sugiere ataques sexuales a repetición. Las lesiones presentes en Andrea se encontraban en diferentes momentos del proceso de cicatrización, lo que indica que los ataques se dieron a lo largo de varios días. No hay forma de que ellos lo hicieran. El responsable se quedó cerca de ella, haciéndole compañía.
⎯Si no hubiera cometido el error de dejarla con vida, su desaparición hubiera quedado como un caso sin resolver ⎯dijo Ratner.
⎯Exacto ⎯respondió Rosas cerrando su libreta⎯. Si Mauricio tiene razón, después de morir en el agujero pudo desenterrarla, tirarla al mar y aunque su cuerpo hubiera aparecido después, la muerte se hubiera atribuido al día de la fiesta en la playa. Una joven borracha se escapa en un auto ajeno, conduce hasta otra playa y se mete al mar, ahogándose. Un trágico accidente provocado por el exceso