Camino al Armagedón. Marvin Moore

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Название Camino al Armagedón
Автор произведения Marvin Moore
Жанр Документальная литература
Серия
Издательство Документальная литература
Год выпуска 0
isbn 9789877019629



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y, pronto, los ángeles malvados se encontraron en el planeta Tierra. Sin embargo, señalé que Apocalipsis 12:7 dice que “Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; este y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente” (NVI; énfasis añadido). En otras palabras, hubo una especie de batalla campal en la cual los ángeles de Miguel estuvieron involucrados en expulsar del cielo a Satanás y a sus ángeles malvados. Hablando de esta guerra celestial, Elena de White escribió que “los ángeles se involucraron en la batalla; Satanás quería vencer al Hijo de Dios y a quienes eran sumisos a su voluntad. Pero prevalecieron los ángeles buenos y fieles, y Satanás, con sus seguidores, fue expulsado del Cielo”.64 Nota las palabras que usó Elena de White: “los ángeles se empeñaron en batalla”; “los ángeles buenos y verdaderos prevalecieron”; y “Satanás, con sus seguidores, fue expulsado del cielo”. Los ángeles estuvieron involucrados en el conflicto. Quiero aprender más sobre cómo sucedió eso.

      La reacción de Satanás al perder la guerra

      Como era de esperar -afortunadamente-, Satanás perdió y fue expulsado del cielo. La siguiente vez que aparece en la Biblia, está tentando a Eva junto al árbol del conocimiento del bien y del mal en el Edén. Sin embargo, en el libro La historia de la redención, Elena de White dedica un capítulo entero a la reacción inmediata de Satanás ante la pérdida de la guerra celestial. Ella cuenta una historia interesante.

      “Satanás quedó sorprendido con su nueva condición. Su felicidad se había disipado. Contempló a los ángeles que como él habían sido tan felices, pero que habían sido expulsados del Cielo con él. Antes de su caída ni una sombra de descontento había malogrado su perfecta felicidad. Ahora todo parecía haber cambiado. Los rostros que habían reflejado la imagen de su Hacedor manifestaban ahora melancolía y desesperación. Entre ellos había continua discordia y acerbas recriminaciones [...]. Satanás [...] se estremeció, y tuvo miedo de enfrentar el futuro [...].

      Dios creó tanto a los ángeles como a los seres humanos con un sentido moral y una conciencia, y Satanás no la perdió completamente cuando se rebeló y fue arrojado del cielo. Ahora ese sentido moral estaba activado, y se sentía culpable. Parece extraño pensar que Satanás tiene conciencia y siente pesar por el daño que ha causado a otros. Podemos asumir con seguridad que, después de seis mil años, ha comprometido tanto su conciencia que poco o nada queda de ella. Pero inmediatamente después de perder su lugar en el cielo, gran parte de ello aún permanecía en su mente. Elena de White continúa su descripción:

      Si soy fumador de toda la vida y tengo cáncer de pulmón inoperable a la edad de 72 años, Dios no me va a sanar de algo que fue el resultado de las decisiones que tomé durante la mayor parte de mi vida. Dios nos presenta evidencia, y somos libres de aceptarla o rechazarla, pero también tenemos que vivir con los resultados de nuestras elecciones.

      Es lo mismo en el área de la moralidad y la lealtad o deslealtad a Dios. Durante un tiempo considerablemente largo en el cielo, Lucifer y sus ángeles tomaron decisiones que moldearon sus pensamientos y sus mentes hasta el punto de que el efecto no podía ser revertido. Elena de White continuó explicando por qué Satanás no podía cambiar:

      Esta es una lección profunda para nosotros. El cáncer de pulmón terminal que resulta de nuestra decisión de fumar durante toda nuestra vida adulta no se puede revertir; y el cáncer espiritual en nuestra mente, que es el resultado de una vida de elecciones pecaminosas, tampoco se puede revertir. Tenemos que vivir y morir con los resultados de nuestras elecciones, tanto físicas como espirituales. Sin embargo, hay una gran diferencia. Si aceptamos a Jesús como nuestro Salvador hoy, en su segunda venida él revertirá los resultados de nuestras elecciones físicas; pero más allá de un momento dado, nuestras elecciones espirituales están aseguradas para la eternidad.

      60 Esta historia es de la vida real. Ha sucedido una y otra vez a lo largo de los milenios de la historia.

      61 Francis D. Nichol, ed., Comentario bíblico adventista del séptimo día (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), t. 7, p. 824.

      62 El conflicto de los siglos, p. 551.

      63 Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ, 2a ed. (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2009), p. 395.

      64 Primeros escritos, p. 178.