Название | La transición española |
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Автор произведения | Eduardo Valencia Hernán |
Жанр | Социология |
Серия | |
Издательство | Социология |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418411953 |
Los primeros resultados de estos contactos fructificaron en la formación de diversas subcomisiones que tenían como objetivo definir la futura asamblea y los postulados políticos a reivindicar, la extensión geográfica por todo el país de sectores y grupos que irían sumándose a la iniciativa de constituirla, y la preparación de las condiciones formales y materiales para celebrar la primera reunión asamblearia; sin embargo, en los intensos debates resaltaron opiniones divergentes relacionadas con las zonas geográficas de influencia de la Asamblea, la denominación de Principado de Cataluña versus Países Catalanes y la reclamación del Estatuto de Núria de 1931 o el de 1932, motivo que provocó la retirada temporal del PSAN mediante un comunicado a través de su portavoz, Carles Jordi Guardiola195. No obstante, a pesar de las diferencias sustanciales entre las distintas organizaciones políticas, la Comisión Preparatoria pudo continuar con el proyecto asambleario, tomando como base de su programa un documento elaborado por la propia Comisión Coordinadora en enero de 1971 titulado «Assemblea de Catalunya».
Así pues, el 23 de febrero de 1971 se distribuyeron diez mil copias de un folleto informativo cuyo encabezamiento era «Cap a la Assemblea», junto con otro distribuido en abril titulado «Reflexiones sobre el trabajo de la preasamblea como fundamento de constitución de la Asamblea de Cataluña». Según Colomer, ese mismo día se constituyó formalmente la Comisión Preparatoria de la Asamblea de Cataluña196.
Este nuevo organismo transitorio no tenía editorial propia dado su carácter clandestino, por lo que los documentos originales redactados en plenos, comisiones permanentes o secretariados, eran distribuidos a las siguientes subdivisiones distribuidas por toda Cataluña y estas, a su vez, repartían y confeccionaban independientemente los folletos hasta el punto de que un mismo texto se presentaba en diferente formato, calidad de papel, impresión e incluso en lengua castellana para su difusión; sin embargo, a pesar de las dificultades que acarreaba trabajar en plena clandestinidad y tras intensos debates efectuados entre sus miembros, finalmente la Comisión Preparatoria aprobó en febrero de 1971 unos puntos básicos para su desarrollo como organización centrados en la elaboración de una alternativa democrática, tomando como base de discusión la declaración elaborada por la Comisión Coordinadora. Esta nueva asamblea quedaría constituida como un organismo de diálogo permanente entre las fuerzas de Cataluña, proponiendo que sus reuniones se efectuasen con una periodicidad no superior a ocho meses. También se nombraría una Permanente que velase por el cumplimiento de los acuerdos tomados por esta asamblea, el enlace de sus miembros y la preparación de la próxima. Por otro lado, se elaboraría un comunicado en el cual se recogería el resultado de la asamblea a la vez que se desarrollarían desde los diversos sectores y de acuerdo con las características propias de una campaña de difusión de este comunicado, las luchas encaminadas a la consecución de los objetivos políticos que se definiesen197.
Nadie dudaba, una vez puestos en marcha los trabajos preasamblearios, de lo complejo del proyecto a desarrollar y de sus contradicciones; no obstante, estas fueron superadas a partir de una reflexión colectiva, fruto de las propuestas y observaciones generadas por sus miembros, de tal modo que en abril de 1971 la Comisión Preparatoria propuso realizar algunas acciones concretas en línea con la práctica democrática y en plena libertad de expresión. En este marco de actuación, se presentaron varias propuestas de diversa índole, aunque todas ellas convergían dentro de un espacio democrático, pues en el fondo se trataba de definir una alternativa democrática que configurase las exigencias mínimas a partir de las cuales volviese al pueblo el poder de decisión. Asimismo, se debatieron cuestiones relacionadas con las distintas posiciones ideológicas y nacionales de cómo se entendía el concepto de ciudadanía catalana, concretándose todo este pensamiento en una frase que por lo escueta lo definía con claridad: «Es catalán todo aquel que vive y trabaja en Cataluña»198.
Por otro lado, la Coordinadora, como preparación a las jornadas de protesta del 30 de abril y del 1º de Mayo, distribuyó una octavilla criticando la nueva Ley Sindical, el estado de excepción, el régimen de especulación y la corrupción generalizada frente a un desenfrenado aumento del coste de la vida. A continuación, en otro documento fechado el 1º de abril en Barcelona, la Comisión Coordinadora, aprovechando el Aberri Eguna en el País Vasco, rechazó las sentencias contra los seis patriotas vascos —según fuentes de la Coordinadora— condenados a muerte en el Proceso de Burgos, solidarizándose con los compañeros vascos en sus reclamaciones nacionales y democráticas199.
Sin duda, una de las cuestiones más debatidas dentro de la Comisión Preparatoria fue el riesgo que engendraban dichas reuniones por el peligro de ser instrumentalizadas por la Coordinadora y por la poca representatividad que aportaban los asistentes a dichos encuentros, llegando a la conclusión de que estas incertidumbres debían pasar por el poder de decisión de la propia asamblea y por la constante actitud abierta de sus miembros, teniendo como único límite la autoexclusión. Así pues, la primera convocatoria redactada por la Comisión Preparatoria y titulada «Hacia la Asamblea de Cataluña», decía así:
«Representantes de partidos políticos catalanes, de grupos, de organizaciones paralegales, de otras organizaciones y personalidades que en Cataluña mantengan una actividad, o puedan eventualmente desarrollarla contra la dictadura y reconozcan la opresión a que está sometida la personalidad nacional de Cataluña, sin otra exigencia para participar que la de una actitud de diálogo y que este diálogo es el que irá abriendo un nuevo proceso de convergencia sobre la confrontación de las valoraciones de la situación política general y las experiencias de la lucha, así como sobre el análisis de las perspectivas y los objetivos a asumir en la acción unitaria y las posibilidades de articulación de la oposición.»200
En resumen, estas reflexiones de trabajo sirvieron para conocer las inquietudes aportadas por los participantes y para conseguir una representatividad popular lo más amplia posible, resultado reflejado en el comunicado final de la convocatoria de la frustrada asamblea del 23 de mayo siguiente, donde destacaban dos párrafos aclaratorios de la intencionalidad de la misma:
«Nosotros preconizamos la salida no violenta de la dictadura hacia un régimen democrático. Cada vez está más en la conciencia de todos la necesidad de mantener nuestros principios sin ningún tipo de colaboración directa ni indirecta con el régimen. Esto hace que con gran ponderación pero también con una gran firmeza, nos neguemos a cualquier maniobra que represente la continuación de la dictadura.
Si los límites y las posibilidades de la política que hoy preconizamos se agotan y la dictadura nos impone la violencia como única alternativa de lucha, la responsabilidad no caerá sobre el pueblo. De Cataluña saldrá la fuerza impulsora que haga posible un amplio movimiento unitario a nivel de todo el Estado español capaz de derrotar la dictadura.»201
Diversas organizaciones políticas participantes en la Comisión Preparatoria expusieron sus programas en busca de soluciones que pudiesen dar respuesta a los diferentes problemas sociales, aunque no tardaron en darse cuenta de que este no era el camino a seguir, ya que desvirtuaría la función