Chile - Suecia 200 años de amistad. Varios autores

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Название Chile - Suecia 200 años de amistad
Автор произведения Varios autores
Жанр Социология
Серия
Издательство Социология
Год выпуска 0
isbn 9789569454028



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hasta el año de 1827, en que se trasladó a Valparaíso. Fueron para él estos siete años "aún cuando no siempre los más afortunados en cuanto a la realización de las empresas propias de mi profesión, sin embargo, los más agradables de mi vida, en virtud de la manera hospitalaria, sencilla y atenta con que fui acogido por la mayoría de los chilenos con quienes tuve negocios o relaciones de amistad”.

      Al regresar a su patria, Carlos Eduardo Bladh se dedicó a la tarea de dar a conocer los países americanos que había recorrido. Figura simpática y atrayente, Bladh aportó, sin duda, un raudal de observaciones pintorescas al conocimiento de la vida chilena en la época de la iniciación republicana.

      La República de Chile 1821-1828 (Fragmentos del libro)

      - “Valparaíso es el centro comercial del país, y durante los siete años que permanecí en Chile su opulencia aumentó considerablemente. En 1821 el número de habitantes ascendía a 12.000, pero en 1828 llegó a 20.000, y los barcos anclados en el puerto sumaban en total unos... La mayoría de éstos eran extranjeros, aunque muchos llevaban la bandera chilena. La necesidad de mercancías extranjeras en la capital, Santiago de Chile, y en la rica provincia del mismo nombre, se satisface mediante los cargamentos que llegan a Valparaíso; asimismo todos los artículos de exportación de la provincia se descargan allí. Valparaíso también constituye un puerto de depósito para toda clase de mercaderías de diversos continentes y el comercio de tránsito es considerable...”

      Portada del libro “La República de Chile”

      de C.E. Bladh

      De Valparaíso se cuentan treinta leguas (alrededor de quince millas suecas) a Santiago de Chile, la capital de la República y de la provincia, situada al este de Valparaíso.

      - “Santiago de Chile fue fundado en 1541; tiene alrededor de cuarenta mil habitantes, es de plano regular, dividido en manzanas, de cuadras (19) de 150 varas (alrededor de 114 metros) en cada lado”.

      La vida social en Santiago de Chile es agradabilísima y atrayente sobre todo para los extranjeros. Tan pronto se es presentado, se pasa desde luego a ser miembro de las soirées de la casa.

      La religión católica, que es la única que se tolera en el país, se conserva aquí con una disciplina y ceremonial escrupulosamente mantenido. La gente es llamada por las campanadas de las iglesias, mañana y tarde, para la oración y se arrodillan entonces casi todos...

       - “A partir del año de 1810, cuando Buenos Aires empezó a comerciar independientemente de España, lo que significaba el primer paso hacia la emancipación de Sud-América, la llama de la libertad se expandió hasta las demás colonias españolas. El mismo año empezaron los disturbios en Chile; pero las fuerzas españolas eran todavía muy poderosas para que estos desórdenes juveniles pudiesen surtir efecto...”

      - “Los generales San Martín y O’Higgins -este último bajo las órdenes del primero- declararon independiente al país, proclamaron la República de Chile aboliendo la esclavitud, y prometieron al pueblo una constitución. San Martín obtuvo de la nueva República el mando supremo de los ejércitos unidos de Chile y Buenos Aires, y después de haber derrotado a los españoles de la tierra firme de Chile -porque el archipiélago de Chiloé estaba todavía en sus manos- se embarcó con estas tropas en Valparaíso y se dirigió al Perú para libertar el virreinato del dominio español. El gobierno de Chile quedó en manos de O’Higgins, con el título de Director Supremo.”

      Pero este gobierno era despótico y débil. O’Higgins disponía a su gusto del tesoro nacional y de los empleos para el provecho de sus amigos, no existía control sobre las entradas del país y los gastos públicos no se vigilaban. El Director Supremo, con la ayuda de su ministro de hacienda, Rodríguez, tomó medidas administrativas encaminadas al común interés de ambos…

      - “Al regreso de esta visita, Ahrengren mencionó a un sueco que había pasado treinta años en Chile, estaba casado y tenía hijos adultos. Se llamaba Pedro Yarg, que los chilenos por la dificultad de pronunciar dos consonantes juntas al fin de una sílaba, han cambiado en Bari o Vari. Nació en Estocolmo, de padres cultos, de familia de Akerfeldt. Abandonó Estocolmo como grumete de un barco sueco, a la edad de 14 o 16 años. El barco naufragó. Después Akerfeldt se enroló en un barco inglés o norteamericano, que encalló en la costa de Chile. Allá recibió protección de un hacendado español. Como en Estocolmo había aprendido matemáticas, conocimientos que entonces eran muy raros en estas colonias, le fue fácil encontrar ocupación como vendedor de una tienda. Era industrioso y honorable, ganó gradualmente la confianza y el favor de su patrón, y al propio tiempo puso su propia tienda en el pueblo de San Felipe. Con los años ganó aún más dinero, obtuvo la nacionalización, se casó y llegó a ser alcalde. Ahora es un ciudadano opulento de San Felipe...”

      - “Otro sueco que conocí en Santiago en enero de 1827 se llamaba Edelhjerta, y sirvió como teniente durante la última campaña noruega. Había también un sueco de Carlscrona, llamado Möller, contador de la firma Alitchell Y Ashton, de Valparaíso, que enfermó de gota. Se le contrajeron los brazos y rodillas, y la muerte puso fin al sufrimiento, después de agotar los medios para recuperar la salud. Había estado en las termas de Cauquenes; pero, según dicen, no pudo acostumbrarse a una dieta estricta. En Valparaíso vive otro sueco, de nombre Pedro Eliseo, también de Carlscrona; su apellido original es Peter Elis. Grumete y marino en barcos de varias naciones, finalmente se había establecido en Valparaíso, como vidriero. Después obtuvo el premio de piloto y capitán de puerto. Era casado, tenía una propiedad, y buena salud. Hay además en Chile varios artesanos suecos, casi todos ellos acomodados.”

      - “En Europa se oye exclamar frecuentemente: ¡Qué infelices son estos Estados sudamericanos! ¡Parece que nunca terminarán sus guerras civiles! La seguridad pública es desconocida. La inmoralidad predomina, y los habitantes no tienen ideas de religión ni modales. ¿Qué habrán ganado con su llamada libertad? Estas y varias otras preguntas se oyen en todas partes de Europa. Hasta las he oído expresadas por los ingleses, siempre tan flemáticos."

      Pero en general las quejas sobre la infortunada posición de estos Estados tienen su origen en la arrogancia de los europeos. Muchos creen ser más prudentes que otros, y callan o desacreditan a los demás.

      - “Chile, lo mismo que todos los otros Estados sudamericanos, está en vías de formación; el proceso durará algún tiempo. Para explicar esto, hay que tomar en cuenta los diferentes factores que han intervenido en la conquista de la libertad. Los norteamericanos tuvieron su origen en un pueblo libre, ilustrado e industrioso, y después la ocasión de adquirir los adelantos de la cultura, las artes y las ciencias. Poseían ya la libertad de conciencia y de pensamiento. Al contrario, las colonias sudamericanas en su origen han sido pueblos sujetos por el fanatismo a un régimen medieval en sus ideas, lo que ha demorado su adaptación al espíritu moderno.”

      - “Varios Estados europeos han reconocido ya la independencia de Chile y de las otras Repúblicas, y veo con satisfacción que el Gobierno español al fin se está inclinando a ello”.

      Extractos del libro

      "Desde la Tierra del Fuego"

      Por Otto Nordenskjöld

      (1869 - 1928) fue un geólogo, geógrafo y explorador polar sueco. Encabezó expediciones a la Patagonia, Tierra del Fuego y Magallanes. Desde 1901 hasta 1903 dirigió la expedición polar sueca a la Antártica. Existe un histórico intercambio científico entre Suecia y Chile basado en las expediciones de Nordenskjöld.

      Capítulo 6: Los Onas

      “Nunca tuve la oportunidad de ver a los Onas en estado completamente libre en sus hogares en la pampa. Esto es muy difícil, ya que siempre están en alerta, y si ven a un grupo de jinetes a la distancia, inmediatamente ponen a cubierto a las