Donde viven las palabras. Annabella Rinaldi

      “Conócete a ti mismo”, la frase inscripta en el Oráculo de Delfos.

      Los únicos que no erran el camino son aquellos que no hacen nada, que no arriesgan, que se quedan toda la vida en su zona de confort. ¿O acaso los que no erran el camino son aquellos que hacen algo?

      “Dios le da las peores batallas a sus mejores guerreros”. Sobre las batallas de la Biblia Deuteronomio 31:6.

       En busca de fortuna y de placeres.

       Más siempre atrás nos ladran.

       Ladran con fuerza…

       Quisieran los perros del potrero.

       Por siempre acompañarnos.

       Pero sus estridentes ladridos.

       Sólo son señal de que cabalgamos.

       “Ladran” Johann Wolfgang von Goethe.

      Ajedrez

      Si crees que no puedes decirlo en voz alta, escríbelo.

      Si has intentado encajar en algún molde y no lo has conseguido probablemente ha sido algo muy bueno para ti.

      Porque existen tres tipos de personas: mujeres, hombres y madres. Y las que quieras agregar a la lista. Pero nunca olvides a las madres.

      Es posible que seas una exiliada si sentiste que estabas adentro pero te arrastraron afuera. Salió la Dama y el Rey quedó con las Torres y algunos Peones. Pero mujer, has protegido tu Alma.

      Es peor permanecer en un lugar que no te corresponde en absoluto. Aunque según las enseñanzas de Gandhi tienes que resistir, a la violencia responder con tu paciencia y tu fuerza espiritual. Entonces la victoria estará cerca.

      Dije que es peor permanecer en un lugar que no te corresponde en absoluto, que andar perdida por algún tiempo, buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesites.

      Jamás es un error buscar lo que tú necesitas.

      Jamás.

      Si finalmente toda la teoría del Universo está dirigida infaliblemente hacia un solo individuo, y ése eres tú.

      Diálogo

      —Estoy buscando algún lugar dónde pertenecer.

      Quienquiera que me haya traído aquí me tendrá que llevar a casa. (Rumi)

      —Ese lugar es en tu corazón. Tu corazón es tu casa. Como está escrito en el libro de la sabiduría celta “Anam Cara”.

      —No puedo parar lo que está debajo de mi piel. Y no sé qué es.

      —Sujétalo y entrégalo al Universo.

       Si te quieres… no te grites, no te insultes, no te pegues, no te mates… quiérete.

      —Me siento como un pez que nada contra la corriente.

      —¿No llega nunca a destino?

      —¿Y pez que nada a favor de la corriente?

      —Se lo comen otros peces del océano.

       ¿Una gota de agua es océano?

       “Dicen que antes de entrar en el mar, EL RÍO tiembla de miedo… mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y ve hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.” (Khalil Gilbran)

      —En cada partícula de agua se encuentra energía.

      —Y las infinitas partículas se encuentran con infinita energía.

      —Y en cada una de ellas se encuentra belleza, la esencia de la vida.

      —La belleza, la bondad y la verdad según Platón, una tríada de conceptos filosóficos.

      —Pero en el apuro de la agitación de los días, se nos pasa por alto.

       —Aquietar la mente es el secreto para tomar conciencia.

      —Aguante corazón. Ya sé qué es, tenemos que cumplir una misión.

      Tomó un papel y un lápiz y dibujó un uroboro. Símbolo de purificación, que representa los ciclos eternos de vida y muerte.

      Mi vida

       “De nuestros miedos nacen nuestros corajes.

       Y en nuestras dudas viven nuestras certezas.

       Los sueños anuncian otra realidad posible.

       Y los delirios otra razón.

       En los extravíos nos esperan los hallazgos.

       Porque es preciso perderse para volver a encontrarse”

      Eduardo Galeano

      No me fue fácil decidir el sentido de mi mudanza, lo decidí bastante tarde y apretada de tiempo, pero fue el tiempo que necesité darme cuenta que era lo mejor para mí y para todos. Como ya se entiende, no me querés más en la casa y yo hace rato que te vengo diciendo que me quiero ir, así que lo mejor es que me vaya, tanto para mi bien psicológico como para el tuyo aunque creo que hay que seguir hablando y debatir más profundamente nuestra relación. Porque creo que son boludeces de aceptación del otro o simples malos entendidos seguidos de alguna cagada que nos hacen chocar tanto. También porque no abrimos la cabeza para ver el problema puntual y siempre lo vemos en grande, tomando ejemplos del pasado bla, bla, bla, no voy a hablar de eso, lo que quiero es hablar desde ahora para el futuro, porque al fin y al cabo esta es una etapa en la que yo me voy de mi casa y listo, no convivimos más, es decir que se van a ir estos problemas.

      Esta es mi oportunidad de salir al mundo y demostrarte la persona que realmente quiero ser, no la seré hoy pero estoy segura que este cambio es lo que necesito para lograr serlo. Ya que en todos estos años me regí de valores y costumbres que no son mías y que son provocadas por mi entorno, consciente o inconscientemente… por eso necesito un descanso de esto, ya tengo 18 y es hora de irme para seguir creciendo. Las situaciones en casa me hacen mal, y realmente lo siento… no puedo seguir viviendo así, ninguno de los dos, es mucha mierda junta que nos hace mal a todos, por eso es momento de hacer este cambio.

      ¿Y si realmente quiero estudiar allí o tener la posibilidad de irme a otro lugar? Ver si me sirve conocer la ciudad, saber cómo manejarme para entrar a la universidad más adaptada y confiada de dónde vivo, más establecida. La experiencia está, pero está allá, es otro mundo nuevo para mí, otra etapa, otro escalón, en todos los aspectos.

      Estoy en un viaje llamado Vida, el cual en mi caso me lo he tomado muy en serio (cómo no hacerlo) al punto de tomar estas decisiones que te pueden parecer raras, confusas y que estoy caminando un sendero totalmente desorientada y sin sentido… o no, no sé. Me cuesta escribir así como me ha costado tomar la decisión de volver… me cuesta porque hablé y hablo con el corazón y con la sinceridad que es como nos venimos manejando últimamente, y me gusta mucho, pero digo que me cuesta porque no sé cómo te lo vas a tomar, quiero lo mejor para mí, pero no quiero “decepcionarte”, no quiero que te sientas mal, que has perdido tiempo, dinero, lo que sea. No quiero que estés orgulloso de mí, no quiero que estés triste porque me ves de tal o cual manera, o pienses que tus esfuerzos no son suficientes, o lo que sea que se te pueda