Pañuelos y sonrisas. Amore Viaggiatore

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Название Pañuelos y sonrisas
Автор произведения Amore Viaggiatore
Жанр Языкознание
Серия
Издательство Языкознание
Год выпуска 0
isbn 9789878721125



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que tal vez lo idealizó, y que no era algo tan magnífico, luego de su frialdad. Alma acompañó a Lex en algunos asuntos y problemas. Lo escuchó y contuvo, y espera en alguna medida lo mismo de él. Le da una oportunidad, está en observación.

      Cierta noche una mujer que lo conoce le dice: “Ten cuidado, le gusta la fiesta”. Alma sabe que Lex salía bastante, pero no parece ser el perfil de mujeriego. No luce como un macho seductor, es más, tiene un costado bastante delicado.

      Alma piensa que lo bueno de Lex sobrepasa lo malo. Aún la balanza le parece equiparada. Y es complejo darse cuenta de la realidad al estar involucrada. Tiende a negar la posibilidad de que sea algo distinto a lo que cree. Se autoengaña pensando que todos tenemos defectos y que se puede mejorar. Recién con el tiempo y la perspectiva logra encajar las piezas del puzle y saber la verdad. Entender quién es y lo que pasa. El asunto es cuán tarde será. Y qué habrá en juego.

      Ese rompecabezas no será el del metro de París que armaron juntos. Será la venda que se cae, luego del dolor, el distanciamiento y las desilusiones. El velo que se corre, y la aceptación que llega cuando se entiende y descubre la verdad. Cuando se suelta y se abandona destrozada la ilusión del personaje que amamos.

      Alma era carne de cañón, presa perfecta, sola, inmigrante, lejos de casa, sin apoyo, sensible, soñadora, romántica, cayó en la trampa, no vio las banderas rojas, no escuchó las alarmas y casi le cuesta la vida. Fue obstinada, se resistió a pensar que existe otra naturaleza humana, sostenía que era un malentendido y a veces solía sentirse culpable.

      Luego del episodio de desaparición vuelve a la carga con el romance (Love bombing). Alma se deja llevar. Le llama la atención la ciclotimia, pero como Lex dice, es producto del estrés laboral. Fuma cigarrillos en exceso, al principio dijo no ser fumador. Alma detesta eso.

      Alma se desorienta con la cotidianidad compartida, los abrazos, compartir la cama, las cenas en la terraza mirando las estrellas y montañas. Las series que ven juntos. Los sitios que recorren. Se conmueve con la simpleza del día a día en pareja.

      Lex le hace una pregunta a Alma y ella suele responder mejor por escrito. Como no podía ser menos romántica, ni estar menos enamorada, le escribe un poema. Lo comparto.

       Me preguntas por qué tú, por qué te amo…

       Dormir contigo es sentirme un poco menos lejos de casa. Abrazarnos y ahuyentar la soledad del espacio. De la noche más larga. La compleja simplicidad de saberse compañeros, de cuidar nuestros sueños.

       Tu beso y tu caricia me conmueven hasta casi dejar salir esa lágrima contenida de emoción. Tu mirada azul y tus “I love you”, la ternura que necesito para sostener esta aventura.

       Sentir el calor de un hogar en un pueblo en la montaña. Compartir la cotidianeidad del desayuno o la cena en la terraza, como pequeños tesoros. Mirar la luna y las estrellas a la luz de las velas y compartir esa cerveza, como momentos de magia, capaces de cambiar la dura perspectiva del extranjero. Hacer planes contigo el fin de semana, visitar un nuevo lugar, me calma la nostalgia.

       Reír por tus ocurrencias y gestos desopilantes, me alivia la tristeza de extrañar mi mundo y a los que amo. Y hace más fácil el tiempo de la lejanía.

       A falta de un idioma en común tu pecho es mi descanso sin palabras. El sitio donde sin decir nada reconforto mis ausencias.

      Y aun siendo imperfecto, siente que ese amor internacional la ayuda a soportar la distancia. Ese amor al que dedicó tiempo y esmero, que costó mucho al principio y amagó a perecer, que salvó del fracaso. Que parece florecer llenando su alma.

      Alma siempre supo que no hay fiesta mejor que dormir abrazado a quien amas.

       ***

       Otoño

      

      Lex le pide que se mude con él. Alma acepta. Se hace más llevadero estar lejos acompañado.

      Alma escribe una nota sobre ese día.

       La lluvia me abraza y pienso en ti. Mirando el cielo gris, recortado por el friso de una iglesia y tres banderas. Una pareja se toma de la mano y se besa bajo el agua. No hay paraguas mejor que el amor. Espero en la recova del edificio con puertas antiguas, bellas y reformadas por los años.

       Pienso que pronto me mudaré contigo y cierta felicidad nace dentro de mí. Da igual que llueva. Repaso las maletas que debo hacer. Y alivio los miedos con el coraje de intentarlo. Mi hogar ahora eres tú.

      Abren un champán la noche que se mudan juntos. Alma está contenta, significa mucho para ella. Otra mudanza, otra aventura. Recuerda cuando llegó. Lo cierto es que compartir los sueños hace más llevadero estar a miles de kilómetros.

      La convivencia tiene sus vaivenes, supone más complejo al principio, hasta ajustar cosas. La relación fue intensa y veloz. Tal vez por ya ser bastante adultos, supone que es normal.

      Lex le manifiesta que quiere casarse con ella y formar una familia. Alma se desborda de emoción. Será por la distancia o el deseo inconsciente de ese proyecto.

      Alma está cansada, no se siente bien físicamente, está sensible, piensa que se debe al estrés de emigrar o algo hormonal. A los cambios en su vida. Lleva siete meses sin ver a los suyos. Lejos de sus costumbres y sus orígenes.

      Sale temprano a trabajar y vuelve tarde. A limpiar la casa, dormir y repetir al otro día.

      Termina el verano, junto con su contrato temporal, y Alma decide ir de vacaciones a casa a pasar las fiestas. Extraña sus afectos, su lugar. Mandar saludos para las fechas importantes por web cam ya no le parece suficiente. Lex se pone un tanto triste y ella le ofrece comprarle el pasaje si desea acompañarla.

       Capítulo 5

       Vacaciones en casa

      

      El vuelo de conexión de Alma se retrasa y debe pasar la noche en la ciudad. Luego de un avión, un hotel, un avión y un bus, Alma llega finalmente a su casa. Llora desde el pueblo anterior. Se marea, supone normal, debido al cansancio.

      Alma se siente distinta, ha cambiado. Más de lo que piensa. Lleva un retraso en el período y decide hacerse un Evatest, en el baño de su casa familiar.

      Instantáneamente aparecen dos rayas. Alma está embarazada y sorprendida. En ocho meses su vida cambió más que en muchos años. Tiene una mezcla de miedo y emoción. Lex llega al día siguiente. Se contiene para no contarle por mensaje en pleno vuelo la noticia.

      Al otro día va al médico y se hace las ecografías. Le da una a Lex a modo de bienvenida. Y llora, como no podía ser distinto. Lex dice: “No te preocupes, yo estoy aquí”. Más que eso no demuestra ni dice nada. Alma supone que se debe al cansancio del viaje, del shock. Lo justifica para variar.

      Los días pasan y una tímida punta de barriga asoma. Alma se mira al espejo, acaricia su panza. Siente que es un varón, no sabe si porque realmente lo es, o porque lo desea.

      Lex está como si nada, pidiendo otras cosas para desayunar, porque no está conforme con lo que sirven en la casa familiar de Alma. Lo hospedan por un mes. Él quiere yogur griego natural, y ella se desvive buscándolo en todos los supermercados de la ciudad. Parece ser que el embarazado es él. Los antojos de Alma de papas fritas y medialunas le pasan desapercibidos.

      Tienen una discusión por la economía, Alma le plantea hacer algunos ajustes, teniendo en cuenta la llegada del bebé. Lex proviene de una familia de clase alta, está acostumbrado a gastar sin límites y a ostentarlo. Alma es de clase media. Es minimalista por elección, aprendió a meter su vida en una maleta y le gusta ser administrada. Suele llevar presupuestos e intenta ahorrar. Una dupla despareja…

      El armario de Lex supera