Название | Poemas desenfocados |
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Автор произведения | Mercedes González Montiel |
Жанр | Языкознание |
Серия | |
Издательство | Языкознание |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788418730337 |
Amantes
Peña de los Enamorados (Antequera)
No puedo decir que no
cuando tus pupilas traspasan las mías,
como un túnel sin fin hacia la nada.
No puedo decir que no
cuando tus manos dibujan caricias sublimes,
como un artista que busca la línea perfecta.
No quiero decir que no
cuando me buscas en la noche,
como un niño temeroso de la oscuridad.
Miradas (i)
Tu mirada no me conoce
porque no sabe de mí,
tu mirada no me reconoce
porque nunca hizo por verme.
Paso, constantemente,
invisible ante tus ojos.
Tu mirada me habla de incertidumbre,
provocada por la ignorancia.
¿Me temes? Me evitas
en un terror hacia lo desconocido,
hacia lo diferente.
Mírame desde dentro,
no somos tan distintos,
guardamos el mismo miedo.
Palabras
Me brotan las palabras a veces sin sentido;
las libero sin pensarlo dos veces,
como un autómata, en un impulso loco y fecundo.
Es un borboteo silábico
efervescente,
que fluye, no se sabe de dónde ni hacia dónde.
Se escapan, se escurren en tropel incesante.
Se mezclan, se confunden, se fusionan y,
otras veces, eclosionan
en un verso blanco,
como en un gran orgasmo lingüístico,
para terminar en un suspiro profundo y placentero.
Encina
Un árbol solo
mira la inmensidad,
la tarde verde.
Centenaria en tu soledad,
el cielo te acoge en sagrado,
vigía sobre un verde mar,
con olas de fresca hierba
que mece una brisa estática.
Paisaje artificial de cuento
con final feliz.
En ti comienza y acaba el paisaje onírico,
bella, soleada, lejana.
¿Dónde fueron los pájaros y los niños?
Se olvidaron de ti,
te dejaron sola en la inmensidad del campo.
Amapolas
Puntos rojos marcados en un papel
sobre minúsculas líneas verticales verdes.
Lápiz carmesí, de punta roma
por la contundencia del trazo.
¡Nunca soñé un paisaje infantil sin ellas!
Campo tupido de amapolas.
Hermosos labios que besan en silencio
los verdes prados: amapolas.
Encarnado cuadro de vital color.
Rojo, fuego de la pasión desterrada.
Rojo, sin connotación política, o con ella.
Rojo, sangre del campo que exhala sudor y vida.
Mar
En el azul marino de las profundidades,
donde duermen los sueños enroscados en las algas;
allí, donde la luz apenas se abre paso
y las rocas engullen sus misterios,
descansan los besos perdidos.
Campo rectilíneo
Naturaleza artificial, geométrica,
como un gran juego de mesa.
Las piezas colocadas en perfecta armonía
en un campo segado y ocre.
El tiempo se ha parado,
la partida aún no ha comenzado.
Pero a lo lejos la vida sigue
en su continuo ajetreo.
Nana del mar
El vaivén de tus olas me acunan
en una húmeda nana.
El ruido del mar me canta
canciones de marineros,
y tu espuma me acaricia
en un sensual recuerdo.
¡Madre, déjame ver el mar,
que quiero verlo!
¡Madre, llévame a ver el mar,
para cogerlo
y guardarlo en cofre de oro
junto a mis sueños!