Название | Ambiente de aprendizaje |
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Автор произведения | Sonia Krumm |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9789877984613 |
Capítulo 1
La escuela es un mundo
“Cuando por fin llegó el momento en que empecé a ir a clase, estaba tan entusiasmada que apenas podía contenerme. Se podría decir que crecí en una escuela. La escuela era mi mundo y mi mundo era la escuela”.
Malala Yousafzai
Bucear en los recuerdos…
Recordar no siempre es fácil. Algunos hechos están demasiado guardados; intencionalmente localizados en el fondo porque no son agradables. Otros flotan en la superficie, al alcance de la memoria, porque nos hacen sonreír.
Te invito a bucear en tus vivencias escolares. ¿Cuáles son tus recuerdos sobresalientes? ¿El olor de las aulas, la iluminación o la falta de luz en esos espacios, el crujido de los bancos al sentarte, el sonido seco de la tiza sobre la pizarra, o un piano desafinado? ¿Recuerdas los ambientes cerrados y abiertos que frecuentabas para aprender? ¿Recuperas algunas voces de compañeros y profesores, algunas frases reiteradas, la voz de tu primera maestra? ¿Recuerdas si trabajabas solo o con tus compañeros? ¿Qué hacías en los recreos? ¿Qué ocupaba la mayor parte de tu tiempo en la escuela? ¿Puedes recordar escenas completas de tus primeros días de clases? Poniendo juntos todos los recuerdos como si fueran piezas de un rompecabezas, ¿cómo describirías el ambiente de aquellos primeros años en la escuela? ¿Y qué podrías decir del ambiente de aprendizaje de tus años de educación secundaria o de la universidad?
Actividad 1: Lluvia de ideas Escribe todas las palabras que vengan a tu mente relacionadas con tus primeras experiencias escolares |
Es probable que con el tiempo muchos hayamos perdido detalles de nuestra historia; sin embargo, casi todos podríamos afirmar con seguridad si el ambiente en general nos ayudó o no a aprender. Las palabras que escribiste acerca de tu inicio escolar, ¿dan un balance positivo o negativo?
El ambiente de aprendizaje es un factor reconocido hoy como condicionante del éxito o el fracaso escolar (Santrock, 2002). La psicología educacional reconoce la importancia de un ambiente escolar positivo para el aprendizaje, un condicionante para la mejora de la disciplina y la formación efectiva (Evertson, Emmer y Worsham, 2000). Por ello, si fuiste formado en un ambiente de aprendizaje positivo o negativo, que facilitó o complicó tu desarrollo, te será fácil identificarlo.
Malala Yousafzai, la niña paquistaní que ganó el premio Nobel de la Paz en 2014 por su lucha incansable a favor de la educación de las niñas y las mujeres en todo el mundo, inició su libro autobiográfico afirmando que la escuela era su mundo. Y a lo largo del relato deja ver que ese mundo la hacía sentir plena y dichosa. Aprender era su pasión y la escuela le proporcionaba motivación cognitiva, competencias para desenvolverse en la vida, una red social y ventanas hacia un mundo que no les estaba permitido abrir a las mujeres de su cultura (Yousafzai, 2014). ¿No es acaso esto lo que demandamos a la educación? ¿Motivación para aprender, competencias para toda la vida, convivencia social y nuevas perspectivas del mundo?
Acuerdos conceptuales
El concepto de ambiente de aprendizaje o educacional es complejo porque ha sido generado y enriquecido desde diversas perspectivas de la educación. La educación ambiental, la ecológica, la psicológica, la teoría curricular y la didáctica han contribuido con la delimitación del concepto, que está en permanente avance mientras se descubren más aristas de investigación para este objeto de estudio (Duarte, 2003). Aun así, debemos llegar a un acuerdo conceptual para hablar aproximadamente de lo mismo.
Los docentes a menudo se refieren al concepto que nos atañe como “clima de la clase”, “medioambiente escolar”, “atmósfera”, “tono”, “ethos” o simplemente “ambiente”. Cuando se utilizan estas palabras o frases en el contexto educativo, generan conciencia de la importancia del ambiente educacional para que haya aprendizaje (Roelofs, Visser y Terwel, 2003).
Duarte (2003) y Sauvé (1994) aportan razones para entender al ambiente de aprendizaje como:
Una construcción diaria que asegura la diversidad y la riqueza en las relaciones de las personas, y también como un ámbito en el que un ser humano actúa y lo transforma. Un escenario donde se desarrollan condiciones favorables para el aprendizaje, algo así como un gran tejido que tiene el fin específico de sostener el aprendizaje de capacidades, competencias, habilidades y valores.
De esta definición podemos establecer los siguientes puntos de partida:
Es una construcción, y como tal, puede concretarse de muy diversas maneras, con herramientas y materiales tradicionales y nuevos, basada en ideas muy distintas, lo cual permite la creatividad de los constructores.
Si es una construcción diaria, el ambiente no está asegurado de una vez y para siempre. Se trata de un esfuerzo continuo, sostenido, constante para lograr el ambiente adecuado.
La diversidad y la riqueza ya mencionada se evidencia especialmente en las relaciones que sostienen las personas. Esto es vital ya que los seres humanos que habitan el espacio educativo son únicos e irrepetibles. El ambiente de aprendizaje per se es heterogéneo. Así encontramos variedades de géneros, edades, contextos, razas, creencias, condiciones económicas, políticas, culturales y de salud, entre otras.
Es un ámbito para actuar y transformar. No es posible pensar en un ambiente de aprendizaje estático, como una fotografía que detiene el tiempo. Si hay aprendizaje, necesariamente existen transformaciones de variada índole. Algunas pueden ser mejores que otras y lograr con mayor o menor eficiencia los objetivos de la educación, pero siempre hay acción y transformación.
El escenario se refiere mayormente a un espacio físico preparado para una actuación, una acción o un suceso. Si bien las personas aprenden desde que nacen hasta que mueren en muy variados escenarios, en este caso nos referimos al espacio institucional. El ambiente educacional también abarca el espacio físico apropiado para proporcionar aprendizaje.
Las condiciones favorables para el aprendizaje provienen de un esfuerzo individual y colectivo, planificado y creado para motivar el deseo de aprender.
La metáfora de la red, o el gran tejido que sostiene los aprendizajes implica una interacción permanente y armoniosa de factores humanos (creencias, valores, afectos, emociones), factores edilicios, metodológicos, y otros, por los cuales las personas desean seguir aprendiendo.
Actividad 2: Mesa de discusiónAlguien dice: “Aquí no hay buen ambiente de aprendizaje”. Si creemos que el ambiente es UNA CONSTRUCCIÓN…¿Sirve esta expresión como disculpa para explicar por qué los estudiantes no aprenden?¿De quién/es depende el ambiente positivo o negativo para el aprendizaje?¿Qué podemos esperar de la estabilidad del ambiente, considerando que es una construcción DIARIA?¿Es la heterogeneidad de los grupos humanos una ventaja o una desventaja para crear ambientes de aprendizaje ricos? ¿Por qué?¿Quiénes actúan? ¿Quiénes tienen poder (mayor o menor poder) para transformar el ambiente?¿Cuánto impacta el escenario o el medio físico en el aprendizaje?¿Qué otros factores forman parte de la red o tejido que sostiene los aprendizajes? |
¿Por qué hablar de “ambiente”?
A menudo en educación se echa mano de ciertas metáforas o recursos del vocabulario pertenecientes a otras ciencias para enriquecer conceptos. Este es el caso del uso de la palabra “ambiente”, que es propia de la geografía. En ese campo se comenzó a utilizar la palabra “ambiente” en lugar de “medio” porque este vocablo no resultaba suficiente para explicar la interacción del hombre con su entorno natural, al que modifica, transforma y construye mientras lo habita.