Joan Fuster (Sueca, 1922-1992) ejerció la crítica cultural de manera continuada a lo largo de su intensa trayectoria literaria, y en ella desplegó su gran sagacidad y su pensamiento «hipercrítico» –en palabras de J. M. Castellet– para opinar y reflexionar sobre cuestiones relacionadas con la literatura, las artes plásticas, la música, la filosofía, la historia… Este volumen recoge una selección representativa de estos escritos de «estética cultural» –en los que destacan su prosa incisiva, su perspicacia para observar la realidad y su amplio bagaje cultural–, que hasta ahora se encontraban dispersos en revistas o periódicos publicados entre la segunda parte de la década de 1940 y la primera de 1980, etapas clave en el panorama cultural contemporáneo, tanto en España como en el resto del mundo occidental. En este sentido, la presente antología es una auténtica operación de rescate intelectual hecha a partir de los fondos documentales, hemerográficos y bibliográficos del escritor.
Selección de una vasta obra de la filosofía alemana que ejerció una gran influencia en el pensamiento europeo de la época y que había caído prácticamente en el olvido. En el volumen se abordan aspectos como la apariencia estética y los sentimientos, la metafísica de la belleza y las formas que adopta la belleza artística. Esta segunda edición de la obra incluye numerosas ampliaciones y correcciones que Richard Müller-Freienfels añadió, basándose en los escritos inéditos de Eduard von Hartmann, bajo la supervisión de la viuda del filósofo, la Dra.h. c. Alma von Hartmann. Con la intención de hacer accesible al lector moderno el texto hartmanniano, se ha preferido aproximar el lenguaje utilizado por el autor a las formas usuales de la lengua castellana, en vez de ajustarnos demasiado literalmente al ampuloso estilo del original alemán.
En este estudio, Mikel Dufrenne desarrolla una crítica de la experiencia estética. Centrándose en «el sentido» propio y «las condiciones» que hacen posible la experiencia del sujeto contemplador, Dufrenne perfila la noción de objeto estético, fenomenológicamente entendido, en relación a la obra de arte. Para introducirse en el estudio de la experiencia estética, aborda la organización objetiva de la obra de arte, como totalidad estructurada y potencial instauradora de sentido. Por otro lado, partiendo de un estudio sobre la obra musical y de otro sobre la pictórica, propone un perfil general de la estructura de la obra de arte. De este modo, se va desvelando la clave metodológica: a partir de la descripción fenomenológica, desarrolla un análisis trascendental, para abordar finalmente el ámbito de lo propiamente ontológico. A su vez, considera que la experiencia estética supone el mantenimiento, por parte del sujeto, de una determinada actitud estética.
Si en el Romanticismo la música estableció un franco diálogo con las demás artes y con la cultura en general, en el marco de la reflexión filosófica, en el siglo XX músicos, filósofos, críticos, literatos y artistas siguieron involucrados en esta tarea interdisciplinar. Se recogen en este volumen doce ensayos de Enrico Fubini que profundizan en aspectos como el simbolismo, el futurismo o la dodecafonía. El autor hace una necesaria revisión «dopo Adorno» de las relaciones entre música y filosofía. Nos presenta un análisis agudo y sistemático de material sonoro y biográfico de autores como Stravinsky, Wagner, Debussy o Schönberg en un intento de encontrar un hilo conductor que permita orientarse en la intrincada historia del siglo XX.
Publicado en 1877 por Julius Bahnsen, uno de los principales representantes de la escuela pesimista alemana del siglo XIX," Lo trágico como ley del mundo y el humor como forma estética de lo metafísico" manifiesta el original modo de filosofar de Bahnsen, expuesto en su peculiar estilo literario, caracterizado por una amarga ironía y un corrosivo humorismo. En él presenta «in nuce» su estética, y los rasgos fundamentales de su «pesimismo de la contradicción», que se traduce en una reinterpretación de las categorías estéticas de la «tragedia» y el «humor». Se trata del escrito más accesible para el lector actual, que se sentirá en el centro mismo del nihilismo, ese mal de nuestro tiempo.
En palabras de su autora: ¿Quién ha pasado toda una vida leyendo los escritos de Platón y no considera la República su obra central? Es inagotable, la conversación más larga de Sócrates. En consecuencia, en medio de esta colección hay cuatro piezas sobre la República. Sin embargo, el diálogo que más me ha dado que pensar es el Sofista. Contiene lo que me parece el tercer descubrimiento más portentoso de la antigüedad para la filosofía (tras la revelación del Ser de Parménides y la hipótesis de las formas de Sócrates): la reinterpretación del Noser como Otredad, algo indispensable para la comprensión de la más fascinante de las habilidades humanas: imaginar. En este volumen, Brann, considerada como una de las grandes lectoras e intérpretes de los diálogos platónicos en los tiempos modernos, muestra a la vigencia de los diálogos de Platón y los asuntos que abordan.
¿Puede el arte ser utilizado para desplegar la crítica social? Esta es la pregunta que guía las reflexiones del presente libro, dirigido a personas interesadas en la estética, la filosofía o las ciencias sociales. En la primera parte de esta obra se explican sus hitos más destacados, entre los que se encuentran K. Marx, S. Kracauer, W. Benjamin, M. Horkheimer, T. W. Adorno y J. Habermas. En la segunda parte, centrada en la formulación de la teoría del reconocimiento por A. Honneth, se incorporan no solo sus obras clásicas, sino también su gran aportación de madurez sobre el derecho de la libertad, ofreciéndose así una síntesis completa del autor. Finalmente, se analizan, desde la pluralidad de las artes, los tres modos de reconocimiento (amor, derecho y solidaridad). Estas reflexiones se completan con una selección de textos clásicos.
Con 'Las Bellas Artes reducidas a un único principio' (1764), Charles Batteux se convierte en el autor de una obra que, en plena Ilustración, se propuso estructurar sistemáticamente los dominios de la cultura artística. Diferenció los sectores artísticos (las seis artes troncales), postulando un principio común (la mímesis de la belleza natural). Enfatizó las relaciones de finalidad propias de las propuestas artísticas (placer vs utilidad). Matizó entre el valor patrimonial y su estimación, entre el gusto y el genio, entre la naturaleza y su representación optimizadora. El abate Batteux incluyó, a su vez, el contenido de este texto en otras publicaciones suyas –tratando de aplicar esos principios sistemáticos–, como ocurrió en el 'Cours de Belles Lettres' (1753), recogido asimismo en 'Principes de la Littérature' (1774). Una estrategia difusora que históricamente fue eficaz.
Este libro da cuenta de uno de los tópicos más controvertidos de la Estética contemporánea: el fin del arte. Para ello, se analizan las transformaciones que sufrió el arte y las teorías filosóficas que condujeron a considerar que podría tener un final. Hegel es referente imprescindible en este contexto pues elevó el arte a la más alta consideración, pero afirmó también que era ya un tema del pasado. Esta sentencia provocó innumerables interpretaciones que el libro recoge y sintetiza. De entre las contemporáneas, la que más divulgación ha alcanzado es la de Arthur Danto. Sin embargo, con frecuencia ha sido comprendida de manera parcial y por ello este libro la contextualiza dentro del desarrollo filosófico del autor, remarcando la coherencia de su pensamiento. El diálogo establecido entre ambos filósofos permite comprender cómo lo que termina es una comprensión sobre el arte nacida en la época moderna, y aporta algunas claves para entender mejor el arte de nuestros días.
El recorrido analítico que Hospers nos ofrece en esta obra puede ser muy útil, como punto de discusión, para el análisis de las interpretaciones de los conceptos de significado y verdad en los distintos géneros artísticos (especialmente en la música, la pintura y la literatura) y, por otra parte, para la clarificación y adecuada uso del lenguaje de la estética en sus eficaces y rigurosas aplicaciones al dominio de la crítica de arte. Con 'Significado y verdad en el Arte' (1946), toda la reducción metodológica, la revisión instrumental y el replanteamiento de los propios fundamentos se convierte en algo básico en el desarrollo de cualquier proceso investigador -como el de la estética, en este caso- para poder volver a nuevos intentos reestructuradores y encarar el futuro con más suspicacia analítica y nuevas perspectivas desde la filosofía del lenguaje.