Название | El corazón de la pastoral |
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Автор произведения | Fernando Cordero Morales |
Жанр | Документальная литература |
Серия | |
Издательство | Документальная литература |
Год выпуска | 0 |
isbn | 9788428835077 |
Estación final
Y, para concluir, volvamos al «tren azul» con una imagen de Consuelo, la madre de Javier, un hermano que ha estado muchos años de misionero en África. Ella se imagina la muerte como si el Padre Dios nos estuviera esperando ansioso en la estación a que lleguemos después del viaje de la vida. Esta buena madre dice comprender la impaciencia y la alegría del Padre comparándolo con lo que ella siente cuando va a la estación a esperar a su hijo (cosa que ha tenido que hacer muchas veces en su vida, cuando él estaba en África y también después). De esa manera, más que acentuar la pena de la separación con los que siguen viviendo en la tierra, esta metáfora pone el acento en la alegría del encuentro con Dios Padre.
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LA MOCHILA DEL OBISPO.
PISTAS PARA PREPARAR –BIEN– LOS SACRAMENTOS
Parece cosa sabida, sin embargo conviene subrayar que, para celebrar los sacramentos con sentido, se requiere prepararlos adecuadamente, con ganas, implicando a los que van a participar en ellos, sabiendo y sintiendo que conducen al encuentro con Cristo. No pretendemos dar lecciones, únicamente compartir algunos testimonios y reflexiones al hilo de la experiencia acumulada en dos décadas de ministerio sacerdotal. Continúo en la línea del «Pliego» del n. 3056 de Vida Nueva, que llevaba por título «El tren azul. Consideraciones pastorales en torno a la muerte». Ahora la motivación viene por lo vivido en torno a la celebración del sacramento de la confirmación. Este texto viene originado, como veremos, por el bisbe Toni Vadell, obispo auxiliar de Barcelona y presidente del Secretariado Interdiocesano de Catequesis de Cataluña y las Islas Baleares.
No nos vamos a quedar únicamente en el sacramento de la confirmación y apuntaremos algunas perspectivas, ilustradas con ejemplos, para el resto de sacramentos, excepto el del orden sacerdotal, que, al ir dirigido a los ministros ordenados y ser menos frecuente, lo dejamos para que se anime algún teólogo u obispo.
La carta del bisbe
El bisbe Toni ha venido un par de veces en los últimos meses por el col·legi Padre Damián SS.CC., de Barcelona. Primero ha tenido un encuentro con los alumnos de 2º de Bachillerato, que le han formulado preguntas de todo tipo. Él ha ido respondiendo con naturalidad y cercanía a los jóvenes, a los que ha animado a que no busquen como primer valor el éxito, porque «si se cuidan, la realidad puede superar sus mejores sueños: ese es el verdadero éxito».
El bisbe deja en la secretaría del colegio la mochila negra que trae. Es una mochila de ordenador, pero que le va muy bien para llevar la mitra, el solideo y el báculo portátil. Así viaja discretamente en metro y autobús por Barcelona. Después de visitar a nuestros alumnos tiene una confirmación en una parroquia cercana. Pero en la mochila no hay solo objetos litúrgicos episcopales, va cargada de ideas, ilusiones y creatividad pastoral de un joven y entusiasta pastor.
En su segunda visita ha conocido y dialogado con los que se van a confirmar, haciendo hincapié en que en la confirmación recibirán el regalo más grande: el Espíritu Santo, «la presencia viva del Señor habitará en tu corazón y te acompañará el resto de tu vida. No es que ya no goces del Espíritu. Evidentemente, desde el bautismo, pero a través del sacramento de la confirmación lo queremos celebrar nuevamente, acentuando especialmente que el Señor te da el Espíritu para enviarte en misión: vivir el Evangelio en medio del mundo, entre tus amigos, familiares, sobre todo entre los más alejados, los que están en la periferia, como dice el papa Francisco».
Les ha explicado también la significación del crisma; para ello ha diferenciado entre el maquillaje y la crema. Los jóvenes han indicado que el maquillaje oculta la realidad, la disfraza de algún modo, mientras que la crema hidrata, protege, penetra, fortalece el rostro o el lugar donde se aplica. Recibir el santo crisma es contar con la fortaleza de la acción del Espíritu de Jesús en nuestra vida. Maquillaje y crema se les ha quedado bien grabado en la mente a este grupo. Son imágenes que ayudan y que se retienen.
Después de este encuentro, el obispo ha enviado a cada uno de los jóvenes una carta por correo electrónico que han de responderle. Es una tarea para prepararse a recibir el sacramento y así poderlos conocer mejor. Los confirmandos han de responderle a estas tres preguntas a su dirección de correo electrónico:
– Preséntate. ¿Quién eres? Indícame algunas características que creas interesantes de ti.
– ¿Cuál ha sido tu historia cristiana hasta hoy? Haz una breve síntesis y cuéntame tu vida cristiana, recordando sobre todo las experiencias que has tenido y a las personas a las que estás especialmente agradecido porque te han transmitido la fe.
– ¿Por qué necesitas a Dios dentro de tu vida? ¿Cómo vives este momento de recibir el sacramento de la confirmación? ¿Qué significa este sacramento para tu fe en Jesús?
Después de ir recibiendo las cartas, Mons. Vadell ha ido respondiendo personal y brevemente a cada uno de los jóvenes. A Guille le escribe: «Me encanta lo que cuentas de tu historia de fe y cómo has continuado fiel a la opción que hicieron tus padres pidiendo el bautismo para ti en el año 2000. Y agradeces a la vez al padre Edu... qué grande es el Señor, que nos pone a personas que nos ayudan a vivir la fe». Anna quiere ser maestra. El bisbe se alegra de su elección: «Gracias por comentarme cosas de tu vida, que quieras ser educadora. Eso me parece interesantísimo, porque estoy convencido de que la educación es apasionante. Te felicito por tu vocación». Y hay un mensaje que suele remarcar: «La confirmación es un gran sí tuyo y, a la vez, del Señor, que te confirma, que te dice que te quiere mucho».
En la homilía de la celebración de la confirmación se ha referido a algunos de los aspectos que los confirmandos le habían comunicado en esta original correspondencia epistolar. Además ha subrayado cómo el Señor los quiere a cada uno y que no se sientan solos, porque él les ama. Los ha animado a ser testigos y les ha puesto una tarea misionera, que es contar el secreto de su vida, cuánto les ama Dios, a siete personas de su entorno. Ha ungido a cada uno de los jóvenes impregnándolos bien en la frente con el crisma; se convierten en «otros Cristos», y luego les ha dado un sentido abrazo de paz, mientras les dice: «Dios te ama».
Después de la misa, Anna ha ido a abrazar al bisbe, porque se sentía emocionada con todo lo vivido. Toni ha compartido un rato con las familias y con los jóvenes. Después ha cogido su mochila, se ha despedido y ha tomado el metro para regresar a casa. Iba feliz. Ese día cumplía el vigésimo aniversario de su ordenación sacerdotal.
El «encalijo» y otras prácticas
Para prepararnos bien al sacramento del perdón no hay como releer e interiorizar las parábolas de la misericordia del capítulo 15 de san Lucas. No obstante, después de seguir los diferentes pasos que marca el ritual del sacramento del perdón podemos echar mano de la simbología para celebrar el sacramento, sobre todo con jóvenes o en una comunidad participativa donde queramos compartir algo del misterio de Dios, que se hace presente en su perdón.
Durante varios años trabajé pastoralmente en el colegio de Ntra. Sra. del Carmen, que tienen las religiosas carmelitas vedrunas en San Fernando, Cádiz. Allí, en el equipo de pastoral, había un grupo creativo de profesores, entre ellos Jesús Chozas, que siempre busca cómo conectar con los alumnos del colegio. Sus dinámicas luego podía trasladarlas a las celebraciones que tenía en la parroquia del Buen Pastor.
Veamos algunas pistas para posibles celebraciones.
– El «encalijo». Esta es muy